Aún siendo un presidente de izquierda y sin mayorías holgadas en el Congreso, la frase “el partido político más poderoso en Colombia se llama Gobierno” también representa a Gustavo Petro. Así quedó demostrado en la elección de las mesas directivas en el Legislativo el pasado 20 de julio cuando el mandatario se salió con la suya y logró que eligieran al representante por Boyacá de la Alianza Verde, Jaime Raúl Salamanca, como presidente de la Cámara. Salamanca derrotó a su copartidaria, Katherine Miranda, quien hizo hasta lo imposible para exponer la presión del Ejecutivo en esa elección.
“Gracias a todos los que votaron a pesar de las presiones, la dignidad nunca pierde (sic)”, dijo tras el resultado. Salamanca, por su parte, respondió los buenos deseos de Petro con júbilo: “Gracias Presidente. Voté por usted y creo en la necesidad de un CAMBIO en nuestro país. Insista en el diálogo nacional, estoy convencido que si nos enfocamos en lo que nos une y NO en las diferencias nuestro país será MEJOR. Cuente conmigo para ese propósito Señor Presidente (sic)”.
El Senado, sin embargo, será liderado por Efraín Cepeda, un cacique conservador que tiene, en teoría, una posición “independiente” frente al Ejecutivo.
De hecho, este mismo 20 de julio, en lo que podría considerarse como una primera gran diferencia, el senador Cepeda le dijo al presidente Petro que su discurso de llamar a una constituyente afecta la confianza que se debe tener en el Congreso de la República como la institución que debe tramitar las grandes reformas.
“Con respeto, y desde la tribuna del máximo foro de representación popular, se lo digo: con su discurso constituyente lo único que hace es minar la confianza en este Congreso, del cual usted hizo parte con todas las garantías. Un Congreso que representa a todos los colombianos y cuya votación, la expresión del soberano, fue, ni más ni menos, de más de 22 millones 600 mil colombianos”, dijo Cepeda tras ser elegido con 97 votos.
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Posición de las mesas
Quienes acompañarán al conservador en la mesa directiva serán el liberal John Jairo Roldán en la primera vicepresidencia y el uribista Alirio Barrera en la segunda vicepresidencia. Roldán también tiene una posición de apertura frente al Gobierno —o flexibilidad política, como le dijo un congresista a este diario— y Barrera representa una oposición más bien simbólica desde ese cargo.
En la Cámara, Jaime Raúl Salamanca le ganó a Katherine Miranda con 114 votos contra 69. En la primera vicepresidencia, el ganador fue Jorge Rodrigo Tovar con 112 votos. Tovar, quien es de la bancada de las Citrep (Circunscripciones o curules de paz), es hijo del jefe paramilitar Rodrigo Tovar, alias “Jorge 40”. La segunda vicepresidencia, que es de la oposición, la ganó Lina María Garrido, de Cambio Radical.
En cuanto a las secretarias, Jaime Luis Lacouture, fue reelecto en Cámara y Gregorio Eljach en Senado. Eljach es además candidato a ser procurador general en la lista que estudia la Corte Suprema.
Retos y reformas
El propio jefe de Estado, en su discurso en la instalación de la nueva legislatura, reconoció la necesidad de acelerar el trámite de algunos proyectos prioritarios para su agenda: “Nosotros nunca nos hemos negado a un diálogo con parlamentarios, pero ese hablar con los parlamentarios debe ser eficaz; yo les propongo hablar, dialogar, sentarnos a discutir los argumentos como buenos parlamentarios que son. Y que ese argumento transparente pueda llevarnos a las verdaderas reformas que necesita Colombia”, señaló.
El Gobierno volverá a presentar la reforma a la salud y a la educación que son protagonistas del discurso del mandatario. La reforma laboral está en curso y otros proyectos de reactivación económica empezarán a discutirse en las distintas comisiones.
No en vano, Petro trajo al gabinete a un hábil operador político como ministro del Interior. Juan Fernando Cristo, durante el gobierno del expresidente Santos, fue quien lideró la agenda legislativa del proceso de paz firmado con las extintas Farc y su aterrizaje inesperado al gobierno Petro coincide con uno de los retos que se vienen en el Congreso: el famoso fast track. El jefe de Estado insistió en esa propuesta.
EL COLOMBIANO hizo revisión punto por punto de la viabilidad del fast track y encontró que varias de las iniciativas son inviables técnicamente, otras muy ambiciosas y algunas se pueden ejecutar sin la necesidad de acudir al Congreso.
El expresidente de la Corte Constitucional Luis Guillermo Guerrero le dijo a este diario que “la propuesta del Presidente es demasiado amplia, y no se ha hecho precisión ni en cuanto a la naturaleza del procedimiento que se emplearía, ni sobre los contenidos específicos que se considera necesario aprobar de manera expedita. De hecho, para darle vía libre a un nuevo fast track se requiere una reforma constitucional, que de ordinario toma un año en ser aprobada”.
Frente a los retos que tendría el Ejecutivo con su agenda legislativa, el abogado y politólogo Carlos Prieto, profesor de la Universidad Javeriana, considera que “el Congreso se enfrenta a cumplir con su función en medio del gravísimo escándalo de corrupción que implica al Ejecutivo y a algunos de sus miembros (Ungrd). El trámite legislativo de proyectos como la Ley Estatutaria de Educación, el nuevo intento de salud y la laboral, van a tener un trámite muy difícil”.
La estrategia de Cristo
El nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, es un viejo conocido en el Congreso. Fue congresista durante varios periodos y luego estuvo más de tres años como jefe de esa cartera en el Gobierno Santos. Según pudo conocer EL COLOMBIANO, su estrategia estará concentrada en “ordenar” las cuotas políticas que tienen varios partidos políticos en el Gobierno. Al mismo tiempo, avanza en silencio pero eficazmente hablando con cada uno de los congresistas y sus respectivos líderes al interior de las bancadas.
Mesa directiva crítica del Gobierno, pero con apertura
El barranquillero Efraín Cepeda, del Partido Conservador, es uno de los congresistas que más ha endurecido el discurso contra el presidente Petro, pese a que los primeros meses estuvo en la coalición de gobierno. Sin embargo, los acuerdos dictaban que la presidencia del Senado le correspondía a ese partido por lo que Cepeda salió elegido incluso con los votos del Pacto Histórico.
Se trata de un parlamentario con basta experiencia en el Congreso. A sus 74 años se le reconoce como una de las figuras emblemáticas en su colectividad, que ha sabido adaptarse a la sombra de cada mandato presidencial. Cepeda llegó por primera vez al Legislativo en 1991.
Cámara gobiernista: la esperanza del petrismo
El Gobierno espera repetir con Jaime Raúl Salamanca la fórmula en Cámara con un presidente aliado como lo fue el liberal Andrés Calle —salpicado en el escándalo de corrupción de la Ungrd—. Varios de los proyectos importantes del Ejecutivo que necesitaban de aprobación de Cámara y Senado, eran radicados y discutidos primero por esta última donde hay menos apoyo y luego pasaban a ser aprobados a ‘pupitrazo’, como sucedió con la reforma pensional en Cámara que se aprobó sin debate. Salamanca, quien es cercano al gobernador de Boyacá Carlos Amaya, no es un nombre reconocido en los pasillos del poder, pero será útil para poner en la agenda los proyectos del petrismo.
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