El kilo de carne de res para freír se comercializa en los supermercados de cadena entre 26.000 y 30.000 pesos. Para reducir sus precios el presidente Gustavo Petro propuso revivir la figura de mataderos municipales, con ello, dice, eliminaría los oligopolios de los frigoríficos que no permiten a los campesinos ofertar sus productos.
“Colombia no puede quedar en manos de un monopolio de frigoríficos de carne res, se ha llegado a ese punto por que el Invima acabó con la figura del matadero municipal, hay que dar vuelta atrás”, propuso el presidente Petro durante el informe de gestión de sus primeros 100 días de gobierno.
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De acuerdo con el presidente, el precio de la carne se ha elevado porque quienes la comercian la han equiparado al precio internacional “que le pagan al exportador de ganado en pie”.
El 4 de mayo de 2007 el gobierno expidió el decreto 1500, en él quedó reglamentada la vigilancia que se le haría a los productos cárnicos en Colombia. Entre las disposiciones se estableció que todos los mataderos debían garantizar la cadena de frío y que los establecimientos que no se acogieran a las exigencias serían cerrados.
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El plazo para actualizarse y cumplir con el decreto se acabó en 2016: desde entonces –hasta junio de este año– se han cerrado 359 plantas en el país. De acuerdo con la Asociación de Frigoríficos de Colombia, en el país hay 270 plantas de sacrificio que cumplen con los requisitos del Invima.