La construcción del Metro de Bogotá está en el aire por un posible cambio de planes en la planeación de las obras que quiere aplicar el presidente Gustavo Petro, e implicaría sobrecostos de entre $6 billones y $17 billones.
Desde la Alcaldía de Enrique Peñalosa, en 2019, ya se había definido que la primera línea de ese medio de transporte sería elevada con la adjudicación del contrato para ejecutarlo al consorcio chino conformado por China Harbour Engineering Company Limited y Xi’An Metro Company Limited. Ese acuerdo se siguió aplicando durante la administración actual de Claudia López.
Sin embargo, desde noviembre de 2022 Petro –en calidad de jefe de Estado– solicitó al consorcio hacer un estudio adicional para evaluar cuánto costaría cambiar los diseños para hacer esa obra subterránea y no elevada, una determinación que tiene raíces en su paso por el Palacio de Liévano cuando él intentó concretar planos para hacer esa línea subterránea.
Entonces, para este lunes 23 de enero estaba programada una reunión del ahora mandatario nacional con la alcaldesa de la ciudad, Claudia López, y representantes de ese consorcio encargado de las obras, pero la cita fue cancelada por el presidente, a última hora, por cuestiones de “agenda”. Petro viajó a Buenos Aires donde participará este martes de la VII Cumbre de la Celac.
Ante la cancelación, la Comisión Accidental del Metro de Bogotá que está conformada por concejales y congresistas capitalinos convocó a una reunión de emergencia por “su enorme preocupación ante las recientes versiones, según las cuales, el presidente Gustavo Petro y el Consorcio Chino ya habrían acordado modificar el proyecto del Metro elevado sin importar los avances de ejecución y presupuestales, así como los retrasos en la obra y el billonario sobrecosto que esto tendría”.