La mujer más cercana al presidente Gustavo Petro contestó por medio de redes sociales a las recientes acusaciones contra ella y su familiar, que los involucran en una red de tráfico de influencias dentro del Congreso y del Gobierno nacional.
A pocos días de estallar el escándalo que puso en el ojo del huracán a su hermano, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), Laura Sarabia, salió en defensa propia ante las denuncias que la salpicarían en este nuevo incidente que también enloda al gobierno Petro.
Sarabia, a quien muchos en el ámbito político señalan de ser el poder detrás del poder, publicó un mensaje en la red social X que decía lo siguiente:
“Mi trabajo honesto es la respuesta a las canalladas que circulan en cadenas de WhatsApp. Empresarios y gremios saben que no tengo intermediarios y deben saber que no se pueden aceptar ofensas en público y disculpas en privado. Contra la mala fe de ciertos opinadores no hay defensa. Han agotado la infamia”, comentó la mujer más cercana al presidente de la República en una primera parte de su mensaje.
Laura Sarabia y su hermano Andrés Felipe Sarabia son noticia por estos días por el ruido que se generó tras las publicaciones periodísticas y la dura columna de María Jimena Duzan hablando del drástico cambio de vida que ha tenido el hermano de la mano derecha del presidente Petro, pues, de la noche a la mañana, el joven habría pasado de ser un común empleado del Congreso a todo un lobbista con propiedades de lujo y que viaja en aviones privados a conciertos.
Según la revista SEMANA, tras la salida de Laura del gobierno Petro a raíz del escándalo de los vejámenes contra su niñera Marelbiz Meza, ella y su hermano, junto al excompañero sentimental de Laura, Andrés Parra, montaron una microempresa que aún está activa: ALA Consulting S.A.S. Las siglas son las de sus tres fundadores (Andrés Sarabia, Laura Sarabia y Andrés Parra). Según los registros de Cámara de Comercio que consultó SEMANA, la firma ofrece “servicios en consultoría nacional e internacional”.
Sin embargo, según el escándalo, esta sería una tapadera para encubrir las tareas de lobby –que tendrían millonarias coimas de por medio y un grave tráfico de influencias– que realizaría Andrés entre privados y el Gobierno, aprovechándose del poder de su hermana en los órganos gubernamentales tras regresar a la Casa de Nariño en septiembre de 2023.
Lea también: Exclusivo: los mensajes del narcopiloto que estuvo en chat de la campaña Petro
Frente a este asunto, Laura Sarabia también escribió en X: “No me dan la oportunidad de pronunciarme previamente, por ejemplo, les hubiera enviado mi renuncia a la sociedad mencionada desde antes de ingresar al gobierno el año pasado”, apuntó,
Consultado por SEMANA, Andrés, el hermano de Laura Sarabia, aseguró que él solo se dedica a asesorar al sector privado y que no ha tenido “reuniones, ni realizado gestión alguna ante entidades o funcionarios del Gobierno”. También señaló en respuesta que “La empresa ALA fue creada para atender asesorías exclusivas en el sector privado y nunca ha tenido vinculación o nexos con alguna entidad estatal”.
No obstante, Andrés no habría dado explicaciones de su abrupto cambio de vida, hecho que alimenta más las suspicacias dejadas por una cadena de WhatsApp que llegó a congresistas y funcionarios del Congreso en la que se señala que Jaime Ramírez Cobo, otro de los funcionarios del alto gobierno cercano al Presidente, trabaja de la mano de Andrés Sarabia. Juntos, de acuerdo con la denuncia anónima a la que se refirió Laura Sarabia, estarían manejando una red ilegal de contratación pública, tráfico de influencias y sobornos a congresistas, que los llevó a ser millonarios superpoderosos en cuestión de un año.
Según el recuento que se ha hecho de su vida, Andrés Sarabia siendo apenas un bachiller terminó metido en la UTL del en ese entonces congresista Armando Benedetti por cuenta de su hermana y posteriormente por igual método habría pasado a la del representante a la cámara Santiago Osorio, de la Alianza Verde y el Pacto Histórico. En esos cargos se ganaba cerca de $5 millones mensuales.
Pero tras el retorno de su hermana al gobierno Petro en septiembre de 2023 y justamente manejando el Dapre, curiosamente Andrés se fue a trabajar al “sector privado” y ahí se dio el abrupto cambio de vida que permite que él que se pasee en viajes de lujo por Europa, resida en uno de los puntos más caros de Bogotá y hasta asistiera al concierto de Karol G en Medellín en un avión privado.
Desde su llegada al sector privado, según SEMANA, no es extraño ver al hermano de la directora del Dapre merodeando por las oficinas de congresistas y funcionarios de alto rango de Presidencia, pese a que no está ligado al sector público.
“Los enlaces y la contratación directa que se hace allá cuentan con el visto bueno de los Sarabia, desde ahí se hacen negociaciones con los congresistas”, se lee en los mensajes de WhatsApp divulgados.
Frente a este tema, Laura Sarabia también habló en su mensaje: “Respondo por MIS actos y no duden que daré respuesta a preguntas auspiciadas, entre bambalinas, por quienes defienden oscuros y corruptos intereses. Sé que soy un obstáculo que necesitan remover”, puntualizó.
