El patrullero Jhon Fabio Largacha, adscrito a la seccional de Tránsito de la Policía Nacional, rompió su silencio y este miércoles reveló detalles de la agresión que sufrió a manos de un sujeto de nacionalidad canadiense que buscaba arrebatarle su arma de dotación en hechos ocurridos en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Según el uniformado, el ataque se perpetró minutos después de que ingresara al baño y saliera de la terminal aérea para cumplir con su labor de regulación de tránsito. En ese momento, explicó, se le abalanzó el ciudadano –identificado como Vince-Tong Sozio, de 34 años–, quien “sin mediar palabra” intentó quitarle su arma de dotación.
“Se acerca un sujeto, me llega por detrás y trata de cogerme el arma de dotación. Cuando siento me doy la vuelta y le pregunto que qué requiere. El señor tiene una actitud como de disgustado por algo, no responde, simplemente camina, lo sigo y pido apoyo para individualizarlo y, sin mediar palabra, se me abalanza de nuevo a quitarme el armamento”, declaró Largacha.
El policía sostuvo que, en medio del forcejeo, el hombre le propinó un duro golpe en el rostro: “Quedo un poco mareado, alejo al señor y protejo el armamento teniendo en cuenta que es un aeropuerto internacional, y estoy protegiendo no solo mi vida y la del señor, sino la del todo el personal que estaba en el aeropuerto”.
Si bien Largacha, de 26 años, declaró que está a la espera de que las autoridades establezcan los móviles de la agresión y las razones por las cuales buscaba hacerse a su arma, advirtió que “nada bueno quería al quitarme el armamento”.
En esa línea, al agradecer a los ciudadanos que lo custodiaron, manifestó que su primer pensamiento fue “proteger a las personas del aeropuerto vigilando el armamento porque eso era lo que, inicialmente, el sujeto quería hacer. Lo anterior, para “evitar una tragedia”.
El uniformado, que hace parte de la Seccional de Tránsito y Transporte, fue atendido en Hospital Central de la Policía. Su estado es estable, aunque presenta varias lesiones en su rostro producto de la agresión.
El ciudadano extranjero ingresó al país el pasado 4 de junio. Sin embargo, no deja de causar inquietud su presencia en el aeropuerto, teniendo en cuenta que no contaba con tiquete alguno para salir del país.
Al momento de su captura, el sujeto –que portaba un pequeño morral, buzo de capota, una licra y que se encontraba en chanclas–, estaba acompañado de una mascota (un perro de raza pequeña), que quedó bajo custodia de la Fiscalía.
Actualmente, el extranjero –que fue presentado esposado por las autoridades– podría enfrentar un proceso penal por los delitos de agresión a servidor público y lesiones personales. Por el primer delito, según el Código Penal, se enfrenta a una pena de cárcel de entre 4 y 8 años. Frente a las lesiones personales, sumado a una condena en centro carcelario de más de 4 años, tendría que pagar una multa superior a los $17 millones.