Solo recibió cuatro votos a favor. Ahí comenzó a marcarse lo que algunos congresistas liberales consideran que es el inicio del declive del mandato del expresidente César Gaviria en el Partido Liberal, pues de una bancada de 45 legisladores solo ese reducido número (4) decidieron apoyar el grueso de sus reproches a la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro.
La situación se registró en el Salón Monserrate del Hotel Tequendama, en Bogotá, donde en la tarde del pasado martes el expresidente convocó a los senadores y representantes a la Cámara del Partido Liberal ignorando que, tan solo horas antes, el ministro del Interior, Alfonso Prada, se reunió en privado en la Casa de Nariño con un grupo de congresistas liberales en rebelión, entre los que estarían Juan Diego Echavarría, Juan Carlos Losada, John Jairo Roldán y Lidio García, entre otros.
Esta falta de apoyo se reafirmó en la votación de la reforma tributaria entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves, ya que el proyecto de ley impulsado por el Gobierno fue aprobado en el Senado y varias de las líneas rojas que le puso Gaviria a la iniciativa se las pasaron por la galleta y terminaron aprobadas, como ocurrió con la no deducibilidad de las regalías a los hidrocarburos, que se aprobó a pesar de la negativa pública del expresidente.
¿Rebelión contra Gaviria?
Varios congresistas de la bancada liberal le aseguraron a este diario que el ambiente al interior de su partido ha sido tenso desde la llegada de Petro al poder, ya que su Gobierno prefirió mantener comunicación con varios de los legisladores en lugar de hablar directamente con Gaviria. Este teléfono roto genera incomodidad en el ‘jefe’ de los liberales debido a que –en el interior de la colectividad– tomó fuerza la versión que apunta a que perdió el control de sus filas.
Esto tambien quedó en evidencia el miércoles 19 de junio en la primera reunión de bancada en la que Gaviria anunció sus reparos a la reforma tributaria. Mientras el jefe liberal le hablaba a su bancada en el Hotel de la Ópera –a pocos metros del Congreso–, el ministro Prada llamaba a sus enlaces para conocer sobre los reparos del expresidente e intentar frenar que los hiciera públicos, como ocurrió.
“Esto (la tributaria) no tiene un artículo para defender, ni uno, no hay un solo artículo que uno diga que de esto hay que pelear. No hacen sino daños, daños y daños”, dijo Gaviria en la reunión, pero sus directrices se quedaron en el papel, ya que en la práctica la bancada liberal decidió apoyar el grueso de la reforma y con su apoyo el Gobierno, incluso, desestimó la petición del expresidente de bajar el recaudo de $20 billones a $13 billones.
Este desenlace dejó claro que hay un grupo de congresistas en rebeldía que, según pudo establecer este diario, estarían buscando sacarlo de la dirección del partido el próximo año.
Esta decisión podría darse en mayo de 2023 –año de elecciones regionales–, en una convención liberal en la que se propondrá que la dirección de la colectividad sea colegiada, o sea integrada por un grupo de personas y no por un solo jefe como ahora.
“Estamos en los preparativos de la convención y al interior del partido se habla de apostarle a una dirección colegiada. Pocos contemplan la continuidad de Gaviria y algunos creemos que él no quiere seguir. Lo más conveniente sería que se retire”, apuntó un congresista liberal que pidió no revelar su identidad.
En todo caso, en las próximas semanas esta rebelión contra el expresidente podría agudizarse, ya que Prada (ver Protagonista) acordó cambiar los términos de la relación con el partido y aceptó el pedido de varios congresistas de restarle poder a Gaviria.