La fotografía del presidente Gustavo Petro junto a una menor portando un arma ha vuelto a agitar las aguas de la política colombiana y ha generado un intenso debate político y mediático.
Difundida recientemente por la senadora María Fernanda Cabal y otros opositores, y más tarde desmentida por el propio mandatario, la fotografía ha puesto en evidencia la influencia de la manipulación digital en la construcción de narrativas políticas.
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Petro respondió asegurando que la foto, tomada durante su campaña al Congreso en 1990 como parte del partido Alianza Democrática M-19, fue manipulada. Según el presidente, la joven nunca sostuvo un arma, y difundió una versión de la imagen sin el objeto.
Sin embargo, investigaciones realizadas por La Silla Vacía y Bellingcat concluyeron que esta versión de la fotografía difundida por Petro presenta evidencia de clara de manipulación digital, realizada con herramientas como el relleno generativo de Photoshop.
El análisis forense de ambas imágenes reveló inconsistencias en la versión sin el arma, como abultamientos en el brazo de la joven y sombras que sugieren un objeto eliminado. Giancarlo Fiorella, director de investigaciones de Bellingcat, señaló que este tipo de alteraciones son posibles gracias a la inteligencia artificial, pero aún presentan limitaciones técnicas, como la incapacidad para replicar tipografías coherentes. “La IA permite generar falsificaciones de manera accesible, pero aún no alcanza el nivel de sofisticación necesario para crear montajes indetectables”, explicó Fiorella.
En contraste, la foto original con el arma no mostró signos de edición digital y contiene detalles consistentes con la época, como el logo del M-19 en la camiseta de la menor, que coincide con los afiches de campaña visibles en el fondo. Aunque sobre ella no se pueda hacer un chequeo 100% fiel.
Claudia Alarcón, la mujer que aparece en la fotografía junto a Petro, afirmó en una entrevista con Rtvc que la imagen fue tomada en la Casa de la Paz en Zipaquirá, durante actividades culturales de la campaña presidencial de Carlos Pizarro y Petro al Congreso. Alarcón negó haber sostenido un arma, pero no presentó una versión original de la fotografía para respaldar su declaración.
Desde 2022, la foto ha sido usada para difundir desinformaciones contra Petro, incluidas acusaciones falsas de abuso y afirmaciones erróneas sobre la identidad de la joven. Incluso, en 2023, Las Dos Orillas utilizó la imagen en un artículo sobre Petro y su expareja Mary Luz Herrán, identificando incorrectamente a la mujer de la foto como ella. El medio retiró posteriormente la publicación.
Ante los nuevos comentarios que surgieron en torno a la foto, el presidente Petro publicó la versión manipulada de la imagen horas después de que cuentas afines a su gobierno compartieran la misma imagen en redes sociales. Estas cuentas, que ya habían sido señaladas por el Detector de Mentiras por difundir información falsa, contribuyeron a amplificar el debate.
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María Fernanda Cabal fue una de las primeras en pronunciarse, afirmando que la fotografía es un símbolo del pasado guerrillero de Petro y su “incongruencia con los valores democráticos”.
La imagen remite a un momento crítico de la historia colombiana, cuando el M-19 transitaba de la lucha armada a la política tras su desmovilización. Aunque la fotografía fue tomada en un contexto de paz, la controversia ha reabierto viejas heridas y cuestionamientos sobre las convicciones de Petro, el reclutamiento, las acciones del M-19 y el impacto de este grupo en la política colombiana.
Petro salió adelante para intentar poner en la conversación pública el debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la creación de fake news, pero la movida le salió en su contra, cuando se comprobó que su foto “original” en realidad estaba alterada.
Mientras las investigaciones forenses arrojan dudas sobre la autenticidad de la versión manipulada de la foto, la controversia deja en principio mal parado al presidente, quien no ha salido a desmentir ni controvertir la investigación.
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