Los escándalos siguen rodeando al apellido Benedetti en la política colombiana. Tres meses después de que Armando Benedetti saliera del Gobierno –en el que fungió como embajador en Venezuela– por cuenta de las supuestas interceptaciones ilegales a Marelbys Meza, ahora la compra de tres helicópteros enrada a sus hermanos, Camilo y Ángela Benedetti.
Así quedó en evidencia luego de las declaraciones que hizo el ex viceministro de Defensa, general (r) Ricardo Díaz, quien hizo referencia a varias prácticas en materia de estrategia y planeación al interior de esa cartera. En diálogo con Revista Semana, Díaz habló de los entuertos de una supuesta compra de tres helicópteros italianos de la marca Leonardo para la Fuerza Aérea Colombiana, que tuvo una oferta de venta del gobierno de Catar. En este lío fue en el que involucró a la primera dama Verónica Alcocer y los hermanos del exembajador Armando Benedetti.
Le puede interesar: En duda convenio de Minciencias para jóvenes por posibles irregularidades.
Esa trama de presunta corrupción, según explicó el exfuncionario, se orquestó con funcionarios del Gobierno que “ofrecieron dádivas para que se tomara en consideración la compra de los helicópteros”. Estos sobornos, según contó, ascendían a los $700 millones.
Según reveló, la oferta se la hizo el coronel (r) Eduardo Mejía, como portavoz de un grupo de interesados en que la compra se diera.
En ese sentido, Ricardo Díaz indicó que Mejía mencionó a Camilo y Ángela Benedetti y a un contratista del Ministerio de Defensa que trabaja “en una empresa denominada Force”: Camilo Torres Méndez, de quien dijo pesan “cuestionamientos por contratación con las Fuerzas Militares desde 2020”, en el gobierno de Iván Duque.
¿Cómo le ofrecieron el soborno?
En la entrevista con ese medio, el general (r) Díaz señaló que los $700 millones se los ofreció el coronel (r) Mejía representando a los hermanos Benedetti. Incluso, afirmó que el exmilitar tiene un cargo directivo en la empresa del contratista Camilo Torres y que este último trabajaba con Ángela Benedetti.
“Yo lo conocía (a Mejía) de tiempo atrás. Me dice que él trabaja con estas personas y que hay esa plata para que el Ministerio tome la decisión de comprar esos helicópteros”, mencionó el ex viceministro.
Ante esto, Díaz mencionó que su reacción ante ese ofrecimiento fue de extrañeza, pues había trabajado con Mejía y porque “el interés era que se compraran los helicópteros que tenía el Gobierno de Catar a la venta”.
Es en este punto que sale a relucir la primera dama, Verómica Alcocer. Hilando las declaraciones del general Díaz, este la nombra como una persona muy cercana al presidente Gustavo Petro y que también “tenía un interés particular en que esos helicópteros fueran adquiridos por el Ministerio de Defensa”.
“Me pareció muy extraño, porque no es función de la primera dama estar intercediendo por contratistas. Es una actividad netamente militar, que corresponde a la parte técnica de la Fuerza Aérea“, comentó el exoficial, a la vez en que insistió que el coronel Mejía fue “muy claro” al decir que había interés por parte de la primera dama en la venta.
El almuerzo con los Benedetti
En el apartamento de Ángela Benedetti fue donde dice el ex viceministro de Defensa se gestó un complot en su contra para señalarlo de recibir $4.000 millones “por la compra de las baterías antiaéreas Barak, de origen israelí”, luego de que su esposa no llegara a una invitación a almorzar en ese lugar.
“A esa reunión iban a asistir Camilo Benedetti, Camilo Torres Méndez y (Carlos) Alberto Dada Barguil, exesposo de la señora Benedetti. Mi esposa no llegó a tiempo y hubo una molestia en las personas que asistían a esa actividad”, relató Díaz.
Ante esto, dijo que le contó todo el asunto al ministro Iván Velásquez y que este lo escuchó atentamente y tomó nota de los nombres mencionados. Sin embargo, contó que luego de la charla su jefe le dijo que resolvería el asunto, por lo que se comunicó con la Presidencia a través de Laura Sarabia. Aún así, agregó que desde ese diálogo dejó de tener comunicación directa con Velásquez.
El entonces esposo de Ángelan Benedetti, Juan Carlos Fernández, fue el último de esa familia que mencionó. Según Díaz, lo citó en Residencia Tequendama, en donde sostuvieron una conversación en un corredor “que va hacia los baños”. Allí, le habría dicho que “en el asunto de los helicópteros” Verónica Alcocer tenía “interés en que se adquieran”. Ante lo cual el ex viceminstro le dijo que esa era “una actividad que es responsabilidad de la Fuerza Aérea” y que en el Ministerio “no los adquirimos porque no está entre las funciones, ni contratar, ni hablar, ni recibir”.
Actualmente, Juan Fernández –que fue nombrado en septiembre del año pasado consejero para asuntos empresariales del gobierno Petro– está separado de Ángela Benedetti. Entre tanto, ella fue nombrada en enero de 2023 como asesora del despacho del anulado contralor Carlos Hernán Rodríguez.
---
Los contratos de Force con el Estado
Esta compañía, cuyo nombre completo es Force Improvement LLC, ha sido representada en Colombia por Camilo Benedetti y actualmente su representante legal es Leonel Romero Mosquera. EL COLOMBIANO encontró que esa empresa firmó tres contratos con el Estado entre abril de 2020 y octubre de 2021. Dos con la Dirección de Adquisiciones del Ejército Nacional: uno por $1.434.945 (para entregar un simulador de tiro) y otro por $6.038.760.000 (para entregar granadas de 120 milímetros). El tercero lo celebró con la Secretaría de Salud de Cundinamarca por valor de $216.910.000 y tenía como objeto la compra de termómetros infrarrojos.
Para leer más noticias sobre política, paz, salud, judicial y actualidad, visite la sección Colombia de EL COLOMBIANO.
