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¿Quién es quién en el crimen organizado del Valle de Aburrá?

Análisis de quienes se sentaron en la mesa de paz con el gobierno Petro a nombre de las bandas criminales. ¿Cuál falta?

  • El alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, saludó a “Carlos Pesebre” al final del evento en la cárcel de Itagüí. FOTO manuel saldarriaga
    El alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, saludó a “Carlos Pesebre” al final del evento en la cárcel de Itagüí. FOTO manuel saldarriaga
  • De izquierda a derecha: alias “Perica”, “Alber”, “Juan 23”, “el Montañero” y “Mundo Malo”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
    De izquierda a derecha: alias “Perica”, “Alber”, “Juan 23”, “el Montañero” y “Mundo Malo”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
  • De izquierda a derecha: “Pocho”, “Vallejo”, “Iván el Barbado”, “Carlos Pesebre”, “Grande Pa” y “Tom”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
    De izquierda a derecha: “Pocho”, “Vallejo”, “Iván el Barbado”, “Carlos Pesebre”, “Grande Pa” y “Tom”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
¿Quién es quién en el crimen organizado del Valle de Aburrá?
12 de junio de 2023
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La composición de la mesa de paz de las bandas del Valle de Aburrá, para sus conversaciones con el Gobierno Petro, refleja cómo están distribuidos los poderes en el bajo mundo y quiénes son los peces gordos que reinan sobre los demás. Pero al mismo tiempo, las ausencias de algunos grupos importantes deja abierta una brecha sobre si es verdad que todos están filados con la paz.

El pasado 2 de junio, en el lanzamiento de la fase pública de los acercamientos en la cárcel de Itagüí, la ciudadanía pudo ver reunidos a los responsables de las oleadas de sicariato, terrorismo, masacres, extorsiones, secuestros, desplazamientos y desapariciones forzadas que han sacudido a la metrópoli desde los noventa.

Algunos de ellos hicieron parte del cartel de Medellín, de “los Pepes”, de las milicias guerrilleras y de los paramilitares, antes de tener su propia banda (ver las fichas anexas).

La principal estructura de crimen organizado del Valle de Aburrá es “la Oficina”, una confederación que agrupa a, por lo menos, el 70% de los 350 combos que campean en sus diez municipios.

Su cadena de mando es colegiada, una suerte de junta directiva en la que tienen asiento los jefes de las “razones”, como se les denomina en el argot ilegal a las bandas que gobiernan comunas y articulan a los combos más pequeños.

En esa junta se dirimen conflictos, se pactan las condiciones generales para el mercado de drogas, se definen las fronteras territoriales entre las bandas y se regula la cobranza de deudas mafiosas, entre otras funciones.

Luego de seis generaciones en su cúpula, actualmente no tiene un único líder, sino dos cabezas que desde 2013 han reñido por el control de “la Oficina”, en una especie de guerra fría que ha patrocinado conflictos entre combos barriales.

Uno de esos jefes de “la Oficina” es José Muñoz Martínez (“Douglas”), quien representa a “la Terraza” en la junta directiva y purga una sentencia de 32 años por concierto para delinquir y secuestro extorsivo. El otro es Carlos Mesa Vallejo (“Tom”), fundador de “los Chatas” y condenado a 16 años por concierto para delinquir, lavado de activos y otros delitos.

La conformación de los voceros de la mesa de paz da una pista de cómo están repartidas las cargas hoy en día dentro de “la Oficina” y cuál de los dos sería el más influyente.

Para comenzar, no está “Douglas”. Según fuentes cercanas al proceso, él apoya las gestiones de paz desde afuera, bajo el pretexto de que está próximo a salir de la cárcel La Picota y una de las condiciones para ejercer vocería es, justamente, estar recluido en Itagüí. En su reemplazo delegó a “el Compa”, su mano derecha.

De los 17 representantes, hay 11 que son más cercanos a “Tom”, según fuentes de Inteligencia y del bajo mundo. Además del propio cabecilla, lo secundan “Vallejo”, “el Montañero”, “Alber”, “Perica”, “el Abogado”, “Juan 23”, “Iván el Barbado”, “Lindolfo”, “Clemente” y “Chaparro”.

Infográfico

Los que no están

Llama también la atención que entre esos voceros haya nueve de bandas de Medellín, siete de Bello y uno de Itagüí, pero ninguno de Envigado, cuyas organizaciones han tenido un rol importante en la historia de la mafia antioqueña.

Según fuentes policiales, el máximo representante de la criminalidad envigadeña y de Sabaneta en “la Oficina” es Félix Isaza Sánchez (“Beto”), jefe de la banda “Trianón”, quien está libre desde 2018. Sin embargo, pudo haber incluido en la vocería a otros líderes que sí están presos, como su cuñado Dairon Muñoz Torres (“el Indio”) o su hermano Nelson Isaza Sánchez (“Nene”).

En el evento del 2 de junio el coordinador de la delegación del Gobierno, Jorge Mejía, declaró que en la mesa “están los que son”.

Pero tampoco hay miembros de “los Mondongueros”, la principal banda de Castilla, con tentáculos en la Costa Atlántica, cuyo líder Frank Jonny Salazar (“Chichón”) está en libertad. Este grupo es independiente a “la Oficina”.

Lo mismo sucede con “los Triana”, que aunque han insinuado su supuesto apoyo a la paz, no tienen gente en la mesa. Su fundador Elkin Triana (“el Patrón”) salió de la cárcel en la pandemia y tampoco nombró un delegado.

“La Sierra”, organización independiente a “la Oficina”, al parecer no entrará en esta negociación, sino en la que el Gobierno establezca con el Clan del Golfo.

Es cierto que a la Casa de Nariño le queda muy difícil dialogar con las 350 bandas del Aburrá, tal cual reconoció Mejía en una entrevista con este diario, y que por eso lo hará “con las más grandes”.

Ojalá que el proyecto de “paz total” sea exitoso. No obstante, es latente el riesgo de que aquellas que estén fuera de la mesa aprovechen la situación para relevar en el poder a los que están negociando. Así pasó con los paramilitares y disidencias de las Farc, y hoy las comunidades siguen sintiendo que la violencia no se acabó, sino que cambió de nombres.

De izquierda a derecha: alias “Perica”, “Alber”, “Juan 23”, “el Montañero” y “Mundo Malo”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
De izquierda a derecha: alias “Perica”, “Alber”, “Juan 23”, “el Montañero” y “Mundo Malo”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.

LOS SIETE VOCEROS PRINCIPALES DE LAS BANDAS

Juan Carlos Mesa Vallejo, alias “Tom” o “Carlos Chata”

Uno de los máximos jefes de la confederación criminal “la Oficina” y fundador de la banda “los Chatas”, de Bello. Fue capturado en 2017 y condenado a 16 años de cárcel por concierto para delinquir agravado, lavado de activos, porte ilegal de armas de fuego y falsedad material en documento público. El gobierno de EE.UU. llegó a ofrecer 2 millones de dólares por su captura y lo incluyó en la Lista Clinton, aplicándole sanciones financieras, aunque a la fecha no ha solicitado su extradición.

Freyner Alfonso Ramírez García, alias “Carlos Pesebre”

Cabecilla de la organización criminal “los Pesebreros” o “Robledo”, con influencia en las comunas 6, 7, 12, 13 y 16 de Medellín, y en los corregimientos San Cristóbal y Altavista. Capturado en 2013, condenado a 9 años por concierto para delinquir y recientemente a 36 años por el homicidio agravado de un exsocio apodado “el Meca” (2005). Fue paramilitar al servicio de alias “don Berna” y participó en la Operación Orión contra las milicias guerrilleras en la comuna 13 (2002), en coordinación con la Fuerza Pública.

Jorge de Jesús Vallejo Alarcón, alias “Vallejo” o “el Doctor”

Miembro de “la Oficina”, socio financiero de la banda “el Mesa” y enlace mafioso entre las bandas de Bello y Medellín. En la mesa de paz tendrá la función de secretario de las bandas. Capturado en 2018 y condenado a 14 años por concierto para delinquir agravado. Tiene estudios de Administración de Empresas y locales comerciales en Bello, relacionados con la logística de eventos y venta de artículos de bebé. También lo investigan por supuestos contactos corruptos en el Ejército para tramitar salvoconductos de armas.

Gustavo Pérez Peña o Rodrigo Rodríguez (tiene dos identidades), alias “el Montañero”

Líder de “el Mesa”, banda originaria de Bello, con tentáculos en Medellín, Bogotá, Soacha, Bajo Cauca, el Norte, Oriente y Nordeste de Antioquia. Tiene alianzas con el ELN y disidencias de las Farc. Ha tenido tres identidades distintas para evadir a las autoridades. Es un frecuente visitante de la cárcel, con capturas en 1998, 2001 y 2003. Fue condenado a 26 años por homicidio en Bogotá, pero apenas pagó 9 en prisión. Recapturado en 2019 por concierto para delinquir e investigado por matar a un rival de “Pachelly” en la cárcel.

Juan Camilo Rendón Castro, alias “el Saya” o “Peluco”

Cabecilla de la organización criminal “la Terraza”, con influencia en las comunas 3, 4, 5, 6, 10 y 11 de Medellín, así como en el Oriente y el Suroeste de Antioquia. Fue capturado en 2014 y condenado a 14 años de cárcel por doble homicidio, concierto para delinquir agravado y tráfico de armas. En ese expediente, las víctimas de los asesinatos, perpetrados en el barrio Aranjuez (2008) por sicarios de “la Terraza”, a órdenes de “el Saya”, fueron el policía Rodolfo Gaviria Barragán y John García Chavarría, en dos hechos diferentes.

Albert Antonio Henao Acevedo, alias “Alber”

Cabecilla de la banda “Pachelly”, originaria de Bello y con influencia en el Oriente, Norte, Nordeste y Bajo Cauca de Antioquia. Dirige la organización en compañía de su clan familiar, conformado por hermanos y sobrinos. Tiene conexiones con casas políticas de Bello y un extenso prontuario, que incluye capturas en 2011 y 2020, con sendas condenas por concierto para delinquir. En 2022 hizo una maniobra fraudulenta para hacerse pasar por indígena en el sistema penal y que un juez lo trasladara a un resguardo en Risaralda.

Mauricio de Jesús Morales Múnera, alias “el Abogado”

Es el único “civil” entre los voceros de la mafia. Es abogado penalista al servicio de las principales bandas de Bello, como “Pachelly”, “el Mesa” y “Niquía Camacol”. Fue capturado en 2021 junto a Gustavo Amet Restrepo Ortiz, asistente de un fiscal de la Dirección contra el Crimen Organizado. Ambos conspiraron para traficar con información reservada de operativos y órdenes de captura, que Restrepo le filtraba a Morales para que este previniera a los miembros de las bandas.

De izquierda a derecha: “Pocho”, “Vallejo”, “Iván el Barbado”, “Carlos Pesebre”, “Grande Pa” y “Tom”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.
De izquierda a derecha: “Pocho”, “Vallejo”, “Iván el Barbado”, “Carlos Pesebre”, “Grande Pa” y “Tom”. FOTO: MANUEL SALDARRIAGA.

LOS 10 VOCEROS SUPLENTES DE LAS BANDAS

Óscar Fernando Salazar Gutiérrez, alias “el Compa”

Es el principal representante en la mesa de José Leonardo Muñoz Martínez (“Douglas”), uno de los máximos líderes de “la Oficina”. Juntos fueron capturados en 2009 y condenados por concierto para delinquir y el secuestro extorsivo de una empleada de una comercializadora, a quien culparon por la incautación de un cargamento de cocaína en el puerto de Barranquilla. Actualmente paga una condena de 36 años de cárcel.

Juan Fernando Álvarez, alias “Juan 23”

Cabecilla de la organización criminal “Niquía Camacol”, que delinque en el municipio de Bello. En 2019 se convirtió en uno de los delincuentes más buscados del Valle de Aburrá, por cuenta de una guerra entre su banda y “Pachelly”, que duró más de un año y dejó más de 60 muertos. Fue capturado en 2022 y procesado por los delitos de concierto para delinquir, extorsión y desplazamiento forzado.

Iván Darío Suárez Muñoz, alias “Iván el Barbado” o “Barbas”

Narcotraficante al servicio de “la Oficina”. Fue capturado en 2008 y extraditado a Estados Unidos, en donde pagó condena hasta 2013. A su retorno a Colombia se asoció con alias “Tom” para coordinar redes de narcotráfico en el sector Barrio Antioquia, la principal despensa de drogas del Valle de Aburrá. Fue capturado otra vez en 2019, por cargos de homicidio agravado, tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir.

Elder Zapata Rivera, alias “Grande Pa”, “la Garra” o “Fidel”

Cabecilla de la banda “Altos de Aranjuez”, que delinque en la comuna 4 de Medellín. Sostiene alianzas con “la Terraza” y el Clan del Golfo. Fue capturado en 2019 por su participación en el asesinato del conferencista internacional José Olmer Torres, a quien un grupo de sicarios secuestró, torturó y desmembró en 2017 en Medellín, para que confesara dónde tenía escondidos unos lingotes de oro.

Sebastián Murillo Echeverri, alias “Lindolfo” o “Sebitas”

Cabecilla de “Caicedo”, con influencia en las comunas 8, 9, 10 y 13 de Medellín. Capturado en 2018 y condenado a 18 años por homicidio, concierto para delinquir, tráfico de armas y ocultamiento y destrucción de prueba. La víctima del asesinato fue un exmiembro del cartel de Medellín, José Ocampo (“Pelusa”), en 2017. Antes de su captura fue miembro de la farándula, por su relación afectiva con una famosa presentadora de TV.

Rodrigo Henao Acevedo, alias “Perica”

Cabecilla de “Pachelly”, siempre trabajando a la sombra de su hermano “Alber”. Fue capturado en 2021 y procesado por concierto para delinquir, secuestro extorsivo, homicidio y desplazamiento forzado. Promotor de las múltiples extorsiones que azotan a Bello, contra el comercio, residencias, constructores, contratistas, domiciliarios, transportadores y demás.

Jhon Fredy Yepes Hoyos, alias “Clemente” o “el Loco”

Uno de los principales cabecillas financieros de la confederación criminal “la Oficina” y socio de alias “Tom”. Capturado en 2019 y procesado por concierto para delinquir agravado. Según la Fiscalía, era el encargado de administrar las finanzas ilegales e invertir en negocios legales para el lavado de activos. Es propietario de varios establecimientos comerciales.

Carlos Augusto Correa López, alias “don Pepe” o “Mono Pepe”

Jefe de “la Unión”, con influencia en Itagüí y las comunas de Belén y Guayabal, en Medellín. Fue escolta del Clan Galeano en la época del cartel de Medellín y luego fue sicario de la banda “Perseguidos por Pablo Escobar” (“los Pepes”). En 1998 fue condenado a 38 años de cárcel por el homicidio de un agente del CTI, pero apenas estuvo seis años preso y salió libre. En 2014 lo capturaron y sentenciaron de nuevo a 20 años, por un secuestro extorsivo.

Jesús David Hernández Grisales, alias “Chaparro”

Cabecilla de “la Milagrosa”, al servicio de “la Oficina”, con influencia en la comuna 9 de Medellín. Capturado en 2013 y condenado a 46 años de cárcel por la desaparición forzada de tres colegialas de La Estrella y un enemigo de “la Oficina” apodado “28”, en hechos ocurridos en 2009. Por este caso fueron condenados también cuatro policías corruptos de Itagüí.

Andrés Dimaría o Edilberto Oliveros Correa (tiene dos identidades), alias “Mundo Malo”

Jefe de “la Silla”, con injerencia en la comuna 1 de Medellín. En su carrera criminal pasó por las milicias urbanas de las Farc, en los años 90; luego se volvió paramilitar y se desmovilizó en 2003 con el bloque Cacique Nutibara. Arrastra expedientes penales por concierto para delinquir, desplazamiento forzado, extorsión y acceso carnal violento. Capturado en Chile en 2015, adonde exportó negocios de pagadiario y extorsión.

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