Arléz Porras Gómez, un desmovilizado conocido con el alias de Yesid Guevara o Cucaracho; y Jorge Tulio Góngora Belalcázar y Dairo Herney Yandi Liponce, sus escoltas, fueron enviados a la cárcel tras ser imputados por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, luego de ser descubiertos transportando 74 kilos de cocaína en una camioneta adscrita a la Unidad Nacional de Protección, UNP.
Los tres hombres se transportaban en una camioneta Land Cruiser Prado de placas JDW-376 de Bogotá, que fue interceptada en un control de la Policía de Tránsito y Transporte en la vía La Paila-Armenia, sobre el municipio de Sevilla (Valle).
Allí, los uniformados hallaron en las puertas del conductor, copiloto y las sillas traseras, 65 bloques de clorhidrato de cocaína que sumaron los 74 kilos del estupefaciente.
Además de la droga, a los tres hombres les incautaron dos pistolas, seis proveedores, 90 cartuchos, cinco celulares y tres chalecos balísticos.
Los procesados fueron presentados ante un juez de garantías. “Una fiscal de Dirección Especializada contra el Narcotráfico, le imputó a los investigados el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes”, indicó la Fiscalía en un comunicado. El desmovilizado de las Farc y sus escoltas no aceptaron los cargos.
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El juez de garantías, finalmente, les impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.
Tras los hechos, que se presentaron en la tarde del viernes 23 de febrero, la UNP –que se ha visto involucrada en otros casos de este tipo– señaló que “no cohonesta con el mal uso de medidas y está en franca lucha por erradicar la corrupción al interior de la entidad. La UNP contribuye con las autoridades en el juzgamiento y sanción de elementos mafiosos que tanto daño le han hecho y le hacen a las instituciones”.
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Este es un caso más de transporte de drogas en vehículos de la UNP por los que, de hecho, la Fiscalía llamó a juicio, en octubre de 2023, al exsubdirector de la entidad Ronald Rodríguez Rozo, por los delitos de concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes y peculado por uso, en los que habría incurrido usando carros oficiales de esa entidad.
Según el ente acusador, el exfuncionario habría hecho parte de un entramado criminal en el que se transportó más de una tonelada de cocaína y marihuana en vehículos que debían ser para personas con riesgo de seguridad.
