El caso de la vicefiscal, Martha Mancera, sigue creciendo y cada día surgen más preguntas, de lado y lado. Es tal la presión, que en las últimas horas, la propia funcionaria de la Fiscalía General de la Nación tuvo que salir a responder públicamente los señalamientos hechos en su contra de, presuntamente, estar “favoreciendo narcotraficantes” con sus decisiones. Ella, por su parte, sostiene que se trata de un complot de desprestigio a su nombre.
El enredo explotó desde que fue publicada una información en la W Radio. En esta, los investigadores del CTI, Pablo Andrés Bolaños Salas y Fabio de Jesús González, señalaron que fueron perseguidos laboral y judicialmente por la vicefiscal Mancera y su gente cercana, después de que los agentes denunciaron a Francisco Javier Martínez Ardila, coordinador del CTI en Buenaventura, por estar, supuestamente, involucrado en narcotráfico y otras actividades con bandas criminales, como el comercio ilegal de armas.
Según Bolaños y González, Mancera la tomó contra a ellos a quienes habría hecho trasladar y, además, les abrió un proceso por concierto para delinquir con fines de narcotráfico, falsedad en documento público y fraude procesal.
El lunes Mancera había señalado al presidente Gustavo Petro de “ponerle una lápida” y de estar detrás de un supuesto plan en su contra, con el que, dice, se busca que deje su puesto en la Fiscalía.
Todo, según la vicefiscal, para evitar que ella pueda quedar como Fiscal General encargada, en el momento en que se cumpla el periodo de su actual jefe, Francisco Barbosa, y mientras se completa el proceso de selección para el cargo. Además, inicialmente, dijo que era el presidente Petro, quien protegía a narcotraficantes y delincuentes. Pero, finalmente, aclaró que no se trataba de casos específicos, sino que hablaba de los decretos firmados por el presidente en medio de las conversaciones con el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra (Acsn).
“Están diciendo que yo estoy favoreciendo, pero ya hay dos condenados. No tengo responsabilidad. Yo me pude enterar del delito (del coordinador Martínez) pero si no hay actividad investigativa anunciada, bitácoras y pruebas. Esto es un complot desde hace muchos meses, con temas de los que no tengo nada qué ver. Dos años después dicen que yo sabía, este tema no me lo pueden enlodar a mí, cuando hay un debido proceso”, agregó la funcionaria.
Las declaraciones
El tema se enredó para la vicefiscal Mancera, porque lo agentes encubiertos señalaron que después de que sus denuncias quedaron consignadas de manera oficial en el CTI, recibieron la visita del funcionario Víctor Forero, jefe del grupo de investigación para la seguridad ciudadana, quien le había pedido “que alteraran la versión entregada el día anterior”. Es decir, que cambiaran lo dicho sobre el coordinador Martínez.
“Revisando la entrevista que le dio a Camilo, considero y quisiéramos contar con su autorización y modificarla, eliminando el pedazo que tiene que ver con ese muchacho, pues no tiene nada que ver con eso y no es bueno que esté rondando por ahí”, les habría dicho Forero a los agentes tras sus denuncias.
Mancera señaló que esa grabación no es derivada de su responsabilidad y que ella no tiene nada qué ver con lo que hace cada uno de los investigadores. “Él tendrá que responder por sus hechos. Si un fiscal decide que existió una actividad delictiva, decidirá”, explicó.
Antes, la vicefiscal también había denunciado que estaba siendo seguida y vigilada de manera ilegal. “Están tomando fotografías y haciendo videos. Yo salgo de vicefiscal general y no tengo seguridad”, dijo en diálogo con la Revista Semana. Por lo que, cuestionó la posición del ministro de Defensa, Iván Velásquez, en otros casos recientes, como el del profesor de Inglés de la esposa del comandante del Ejército, Luis Ospina. En pocas palabras, la vicefiscal dio a entender que Velásquez estaba desconociendo el debido proceso de las actividades investigativas.
El tema, sin embargo, no terminó ahí. La vicefiscal también fue cuestionada porque varios de sus familiares trabajan en altos cargos de la Fiscalía, incluyendo un hermano quien habría recibido ascensos durante la administración actual de Barbosa, jefe directo de Mancera. Pero, la funcionaria respondió que se trataban de temas administrativos y que su hermano estaba en la entidad desde el año 2008.
Ante la insistencia en los cuestionamientos, la vicefiscal señaló que no es “ninguna mafiosa” que, por el contrario, lo que ha hecho es dar “al país todos los resultados que he podido dentro de 30 años, con mi conocimiento. Sobre situaciones administrativas no me gusta responder, mi trabajo es misional”.