Al 19 de diciembre de 2024 Emilio Tapia había pagado solo $2.532 millones por el escándalo de corrupción de Centros Poblados. Tapia fue protagonista de este caso porque se probó que él estaba detrás de una Unión Temporal que se ganó ese contrato de más de un billón de pesos para conectar internet en las escuelas y colegios de las zonas rurales más apartadas del país. El escándalo se descubrió luego de que la Unión Temporal había malversado un anticipo de $70.000 millones que el Ministerio de las TIC desembolsó.
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Con el tiempo se probó que la UT se había ganado la licitación usando una garantía bancaria falsa del Banco Itaú. Por el caso la exministra Karen Abudinen tuvo que renunciar a la cartera luego de haber sido alta asesora para las regiones y hubo varios condenados. El más importante fue Tapia.
El escándalo se desató justamente cuando Tapia llegó al caso. Nadie en Colombia podía creer que uno de los responsables del escándalo de corrupción más grande de la historia de Bogotá, que fue condenado en 2015 a 17 años de cárcel y logró una rebaja de su pena a 7 años, estuviera otra vez licitando, por interpuesta persona, con el Estado. Pero así fue.
El astuto y corrupto contratista que hizo entonces negocios con los Nule quedó en libertad en 2019 y empezó otra vez a estructurar sus negocios bajo la sombra de otros nombres y a licitar por contratos del tamaño del de Centros Poblados: un billón de pesos.
Actualmente Tapia está en la cárcel tras aceptar su responsabilidad en el caso que lo volvió a poner en el “spotlight” como dicen los americanos. En noviembre del año pasado reconoció su culpa ante los tribunales y se comprometió a pagar $5.000 millones, aunque la justicia ha estimado que del anticipo se usaron más de $25.000 millones.
La representante por el Partido de La U, Saray Robayo, confirmó a EL COLOMBIANO que Tapia es su pareja. “Sí claro. Hace varios meses estamos juntos”, confirmó a este periódico.
Aunque se trata de la vida privada de Robayo, es relevante que una representante del pueblo, tal y como se entiende el papel de los congresistas, haya elegido como pareja a una persona que está en prisión y sea uno de los hombres reconocidos públicamente por haber desfalcado el erario en licitaciones con el uso de recursos públicos. Tapia es originario de Sahagún, Córdoba, región que ella representa ante el Congreso.
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El contratista corrupto demostró con el segundo caso que su primera condena no fue un impedimento para falsificar una póliza y continuar estafando al sector público. La segunda condena, en el caso de Centros Poblados, fue solo por seis años y cuatro meses de prisión pero es sabido que el contratista tiene poder desde la cárcel La Picota.
Robayo es prima del actual gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta, y heredó la curul que Zuleta dejó cuando era congresista. Es abogada de la Universidad del Sinú y con una especialización en Derecho Constitucional. Tuvo más de 120.000 votos lo que demuestra el poderío político local en una región en la que los votos son un activo de negociación frente a los gobiernos nacionales especialmente en tiempo de elecciones.
Por ahora, Tapia continuará en la cárcel mientras que su pareja, que este miércoles fue madre, ejerce las labores propias de su cargo que son el control político, la creación de leyes y la modificación de la Constitución.