El intento de diálogo con la guerrilla del ELN atraviesa la peor crisis de su historia. Esa fue la conclusión de Otty Patiño, consejero comisionado de paz, al describir la situación actual del aparente fracaso en una salida negociada al conflicto con ese grupo subversivo.
“Hoy la paz con el ELN vive su mayor crisis. Hoy están congeladas las mesas, hoy está suspendido el mecanismo de monitoreo y verificación”, afirmó Patiño durante un debate de control político en la Comisión Primera de la Cámara de Representantes.
Los diálogos con esta guerrilla están congelados desde el 11 de abril y, hasta ahora, no hay atisbo de una reanudación de las conversaciones. Los guerrilleros insisten en rechazar las propuestas que hace el Gobierno.
Por el contrario, el ELN inició una ofensiva en el Chocó que tiene a 45.000 personas confinadas. El frente de Guerra Occidental de la guerrilla libra una batalla a sangre y fuego con los ilegales del Clan del Golfo que dejó a la población civil en la mitad.
Crisis humanitaria en Chocó
“Aquí cada uno de nosotros carga con su propio miedo”, le dijo una habitante de Itsmina (Chocó) a este diario. Desde el domingo 11 de agosto las calles del pueblo están desoladas y la mayoría de comercio está paralizado: la gente dejó de salir por las amenazas de guerra que pregonaron los elenos.
El miedo a quedar en una confrontación armada se extendió por todo el río San Juan. El reporte de la Defensoría indica que son 85 comunidades confindas de los municipios de Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan (ver mapa).
La señal de celular es escasa. Sin embargo, los mensajes que han alcanzado a recibir las autoridades indican que estas poblaciones empiezan a sufrir desabastecimiento de medicinas y alimentos.
“En nuestro reporte hay dos mujeres en estado avanzado de gestación que, por el confinamiento, vieron interrumpido su acceso a servicios médicos. Nosotros insistimos en que se abra un corredor humanitario para que los ancianos, las mujeres y los niños puedan ser atendidos”, le dijo a EL COLOMBIANo Wilson Largacha Mena, personero de Medio San Juan.
El Frente de Guerra Occidental aseguró que sus unidades estarían desplegadas por todo el territorio y que su paro armado es indefinido, mientras persistan los enfrentamientos con el Clan del Golfo.
En la tarde de ayer un grupo de 66 personas se logró saltar las órdenes de los ilegales y llegó desplazado hasta el casco urbano de Itsmina. Encontraron refugio en el Consejo Comunitario de Acadesan.
“La población empieza a quedar sin alimentos y ahora dependemos de los tenderos. Buscamos que sean ellos quienes suminiestren los enceres a la población mientras se logra establecer un corredor humanitario”, añadió el personero Largacha Mena.
Mientras el panorma humanitario se agrava, las Fuerzas Militares anunciaron el despliegue de 5.000 hombres en la zona para tratar de garantizar la seguridad.
“Reiteramos nuestro compromiso de mantener la dinámica operacional en los principales ríos y vías del departamento con puestos de control fluviales, terrestres y patrullajes aéreos”, señaló el coronel Christian Alexander Leguizamón, Comandante (e) Fuerza de Tarea Conjunta Titán.
Gobierno insiste en salida negociada
El presidente Gustavo Petro insiste en que la salida con el ELN sea dialogada. Por eso, la delegación de paz del Gobierno envió una “propuesta confidencial” a los subversivos para tratar de convencerlos en regresar a la mesa. La respuesta fue un no.
“La grave situación de crisis que padece la Mesa y el Proceso de Paz entre el Gobierno y el ELN, en este momento, no requiere de propuestas confidenciales”, señaló la comandancia guerrillera en un comunicado y añadió: “Lo que el ELN necesita saber es si el Gobierno va a cumplir lo que firmó, no que hablemos de otras cosas”.
Desde la media noche del 3 de agosto el cese al fuego bilateral –que lograron pactar por más de un año– se venció y abrió la puerta a la confrontación bélica. El ELN insiste en condicionar el silencio de sus fusiles: piden en ser excluidos de la lista de grupos armados organizados.
Los subversivos le pusieron desde mayo pasado otras tres condiciones a la delegación oficial para poder continuar en la mesa: materializar el Fondo Multidonante para financiarlos a cambio de cesar el secuestro extorsivo, suspender los acercamientos con el frente Comuneros del Sur y frenar las operaciones ofensivas de las FF.MM. y grupos paramilitares en su contra.
Mantener al ELN en diálogos parece vital en la estrategia de “paz total” del presidente Gustavo Petro.
Los guerrilleros, por su parte, con la declaratoria de paro armado en Chocó y el rechazo a la propuesta confidencial, mostraron los dientes y presionan para que se cumplan sus pretensiones. Petro deberá elegir entre combatirlos –y arriesgar crisis humanitarias en varios territorios– o insistir en un proceso que parece desgastado.