Por Lina Marcela Velásquez R.
El preescolar suele asociarse con juego más que con aprendizaje. Y sí, tiene que ver con el juego, pero por medio de este los niños también aprenden. Es una etapa de acercamiento a la educación y las relaciones con otros niños y de preparación frente al ambiente de la escuela, donde adquiere conocimientos y habilidades para su formación integral.
Al finalizar esta etapa es importante evaluar qué ha aprendido el niño, no solo desde el ámbito cognitivo.
Mónica Bolívar, licenciada en educación preescolar y docente de Pinceladas de Color, afirma que la mejor forma de hacerlo es evaluando por dimensiones y “no utilizar numerologías porque cada niño tiene un nivel y forma de aprendizaje distinto”.
Es importante que la formación haga énfasis en la alegría, en su bienestar y sus necesidades. “No es lo mismo un niño apoyado por sus padres que aquel que tiene que hacer todo solo. Hay que enfatizar de acuerdo con sus necesidades y procurar que sea feliz”, afirma.
Para Olga Lucía Riveros, rectora del Kínder Pinocho, los proyectos pedagógicos que abarcan las dimensiones del desarrollo y el juego con intención pedagógica son los ejes que propician el aprendizaje en esta etapa y preparan al niño para su siguiente paso escolar.
Mónica y Olga Lucía, plantearon algunos conocimientos y habilidades que los niños deben haber adquirido al finalizar preescolar.
Cognitiva
· Matemáticas: generalmente aprenden a escribir los números hasta 100, a contar hasta 50 y a hacer cálculos de 10 en 10. “Tratan de dejar a un lado sus dedos y lo hacen con rapidez y seguridad”, agregó Mónica. Suman y restan, manejan el ábaco, completan cantidades y hacen conjuntos, entre otros.
· Lenguaje: adquieren aprestamiento en lectoescritura para afrontar adecuadamente los requerimientos de los colegios. Conocen todo el abecedario, forman palabras y escriben con dictados. También adquieren habilidades lingüísticas como expresar sentimientos y necesidades, formular preguntas, hipótesis, mostrar liderazgo, y aprenden a comprender y entender el mundo que nos rodea, afirmó Olga Lucía.
Socio-afectiva
· Introyección de valores: el respeto, la solidaridad y la responsabilidad le permitirá al niño una mejor relación con la familia y la sociedad.
· Independencia y autonomía: indispensables para una alta autoestima y un mejor desenvolvimiento en todas las etapas de la vida.
· Tolerancia a la frustración: deben saber que no pueden tenerlo todo, que se gana y se pierde, y se tienen fortalezas y debilidades.
· Responsabilidad: con nosotros mismos, con las tareas, con el medio ambiente, con los demás. Ser responsables nos lleva a adquirir compromisos y entender el sentido de las promesas y la consecuencia de nuestros actos.
· Control de impulsos y emociones: el niño aprende a regularse emocionalmente, a razonar, a manejar el enojo, el miedo y a expresar amor y otras expresiones.
Comunicativa
· Resolución de problemas: para enfrentar las pequeñas dificultades que se presentan en el colegio sin traumas o estados de ansiedad, ser recursivos y propositivos.
Corporal
· Destrezas motoras: adquiere motricidad tanto fina (rasgar, punzar, recortar, hacer trazos) como gruesa (correr, saltar, brincar) y precisión en el manejo de herramientas, abotonarse y atar los cordones, entre otros.
Artística
·Creatividad: quiere su propio estilo y color, crea a su imagen y entorno .