La ONU informó este jueves que en los primeros nueve meses del 2022, 95.000 personas han vivido confinadas, sin poder moverse de sus comunidades o casas, por el conflicto armado en Colombia. Esto supone la cifra más alta en una década, a pesar de que la situación ha mejorado desde el anuncio de posibles diálogos de paz con los grupos armados ilegales.
Los confinamientos, sumados a las 74.000 personas que fueron víctimas de desplazamiento masivo de enero a septiembre, dejan “una situación bastante compleja que afecta a 175.000 personas”, según dijo a la Agencia Efe la jefa en Colombia de la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Claudia Rodríguez.
Sin embargo, la ONU quiso resaltar que “por primera vez desde hace bastante tiempo ha habido una disminución de la violencia durante el mes de septiembre comparado a meses anteriores”, con “menos enfrentamientos”.
Esta “disminución de la violencia” coincide con los anuncios realizados por el gobierno de Gustavo Petro de buscar la “paz total” a través de diálogos con los diversos grupos armados ilegales que actúan en Colombia.
El equipo humanitario de la ONU ve “signos buenos” en esos acercamientos, como el hecho de que el nuevo Gobierno reconozca que “hay una situación” de conflicto y quiera “atacar a todas las causas estructurales que causan la situación que tenemos”.
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Pero “la paz no se construye en un día, es un proceso que va a tardar tiempo”, apunta Rodríguez, que hace énfasis en que las “comunidades siguen teniendo una situación muy complicada por la inseguridad en territorio, restricciones a la movilidad, falta de acceso a servicios de base”.
Falta de financiación
El equipo humanitario en Colombia, conformado por más de un centenar de agencias de la ONU y ONG locales e internacionales, estimó que para este año en torno al 15% de la población necesitaría asistencia humanitaria –7,7 millones de personas–, de las cuales un tercio son niños y niñas.
Sin embargo, hay una desfinanciación de la crisis humanitaria que vive Colombia, “que se puede comparar a muchas crisis en el mundo”, comentó en un encuentro con medios el director del Consejo Noruego de Refugiados (NRC) en Colombia, Juan Gabriel Wells.
De los 283 millones de dólares que se solicitaron a la comunidad internacional para dar respuesta a 1,4 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria, apenas se ha conseguido un cuarto de la financiación, lo que significa una brecha muy profunda con respecto a otras crisis como la de Ucrania, Yemen o Sudán del Sur y que está dejando “de lado a miles y miles de personas”, indicó Wells.
Según las últimas cifras reveladas este jueves, en 2022 al menos 2 millones de niños y niñas aún no recibían clases presenciales en el país y 6,3 millones de personas tienen problemas para acceder a sistemas de salud.
Además, hay un incremento alarmante de reclutamiento, uso y utilización de menores de edad, incluidos migrantes y refugiados venezolanos, por parte de grupos armados y 99 personas han sido afectadas por minas antipersonales.
A pesar de que las cifras “son comparables a la situación en otros países, no hay atención suficiente a la situación humanitaria”, lamentó el Equipo Humanitario de Colombia.