Seguramente ha escuchado de los productos esotéricos, además de los de belleza, que distribuía la “gurú de la estética” Stella Durán.
La “leche de la mujer amada” era uno de los favoritos de la clientela, al prometer poderes psíquicos y mentales para atraer amor, suerte, dinero y fortuna, pero resultó ser simplemente ambientador para el hogar embotellado. Además, la etiqueta prometía componentes cuyas trazas no fueron identificadas por el Invima, es decir, no existían.
Este producto era comercializado y fabricado por la sociedad Antorcha de Luz, vinculados con Stella Durán, “luego de las verificaciones de los peritos del Invima, se constató que todos los elementos vendidos en los establecimientos de esta sociedad no tenían registros sanitarios, por lo que se presume que las personas que los adquirían fueron asaltados en su buena fe al comprar productos de los que no hay constancia sobre sus propiedades y, en algunos casos, serían adulterados”.
Las inspecciones arrojaron que otros productos que tenían las mismas finalidades como Mandrágora, usada para la protección contra las fuerzas del mal, como potenciadora del poder personal, el coraje y el amor; Rompesaragüey, ofrecida como purificador de energías negativas, generador de buena fortuna y protección; Cuerno Siervo, que supuestamente combate las malas energías; y Kariaquito, para la buena suerte, también eran fabricados con productos de aseo. Miles cayeron en el engaño.
Estos hallazgos se dan en el marco de una investigación en contra de la empresaria Luz Estela Durán de Navarro, quien había creado, según la Fiscalía, una red criminal para obtener registros Invima fraudulentos.
La “leche de la mujer amada” es solo un ejemplo de lo que encontró el ente investigador mientras ocupó los 20 bienes de la afamada empresaria y de Jorge Iván Salazar Sánchez, sobre los cuales impuso medidas cautelares con fines de extinción del dominio.
En una primera fase contra el patrimonio de esta organización criminal, fueron identificados sociedades, establecimientos comerciales (laboratorios y centros de estética) bienes inmuebles usados para la venta de los productos esotéricos, medicamentos, suplementos dietarios y productos de belleza que obtenían fraudulentamente autorizaciones para salir al mercado, cuando en realidad no estaban verificados sus efectos en la salud de los colombianos, ni se tenía certeza sobre la composición de los mismos.
Las propiedades afectadas fueron ocupadas en diligencias cumplidas en Bogotá, Medellín y Pasto, y se constató que su valor comercial podría superar los diez mil millones de pesos.
Estos fueron los bienes afectados con medidas cautelares:
1. Instituto de belleza Stella Durán S.A.S.:, seis (6) sociedades con sus establecimientos en Bogotá, ubicados en Galerías, Kennedy, Quirigua, Restrepo, Unicentro y Venecia.
2. TV-Ideas S.A.S, sociedad de Stella Durán titular de los registros sanitarios por los cuales presuntamente se sobornaba a funcionarios del Invima.
3. Icnag Farmaceuticals de Colombia, con establecimientos en Medellín y Pasto, cuyo representante legal es Jorge Iván Sánchez Salazar, capturado por el presunto pago de sobornos para obtener registros sanitarios falsos. Esta sociedad vendía productos como: Icncla (antibiótico), Bactiflox (antibiótico), Duoartril tabletas (antihipertensivo), Helmintaz tabletas (antiparasitario), Nimeflex (antinflamatorio), y Renilax tabletas.
4. Laboratorios Dermis S.A.S., con sede en Bogotá y un establecimiento en Medellín, cuyo representante legal es Sánchez Salazar. Entre los productos comercializados figuran Bactrogyn óvulos.