Armando Benedetti lo logró. A un año y medio de que acabe el Gobierno Petro, el polémico político con más de cinco investigaciones en la Corte Suprema de Justicia, tendrá por fin un alto cargo al lado del presidente. Benedetti, como lo anticipó EL COLOMBIANO, renunció a su cargo en la embajada de la FAO, ya se volvió a mudar a Colombia, y ahora estará trabajando en el tercer piso de la Casa de Nariño, “al lado de la oficina del presidente y al lado de la oficina de Laura Sarabia”, le dijo a la prensa al salir de una reunión que duró hora y media con el mandatario y la directora del DAPRE.
La reunión de Benedetti, Sarabia y Petro
El embajador le dio varias declaraciones a la prensa a su salida de una reunión que no estaba en la agenda de Petro. En dos fotografías filtradas desde Palacio se ve a Petro sentado sobre una silla de la Casa de Nariño frente a Benedetti y Sarabia que conversan en un aparente tono amable. La última vez que los tres se vieron fue de otra forma. En junio de 2023 en La Casa de Nariño sorprendió que, a pesar de que las camionetas del esquema de seguridad abultado de Petro estaban en el parqueadero, el presidente en cambio no estaba allí. Un día entre semana y en la noche de manera oculta se reunieron los tres para darle explicaciones al mandatario de Colombia sobre el caso de Marelbys Meza, que volvió a hablar en los últimos días asegurando que la orden de interceptarla “fue de Laura Sarabia”.
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Meza había sido la empleada doméstica de ambos y quedó en la mitad de una controversia que le cobró el puesto a los dos en ese momento. Marelbys fue llevada contra su voluntad a un polígrafo en el que le preguntaron si sabía algo de los más de 30 millones de pesos que se habían extraviado de un maletín en el apartamento de la entonces jefe del gabinete. Su familia empezó a ser perseguida y luego se conoció que su nombre fue puesto ilegalmente en un falso expediente contra el Clan del Golfo para poder interceptar sus comunicaciones. El caso, por el que ya hay dos condenas de policías de Presidencia que firmaron un preacuerdo con la Fiscalía y aceptaron los cargos, fue el primer gran escándalo de poder en el núcleo del Gobierno y entonces salieron Sarabia de la Casa de Nariño y Benedetti de la embajada en Venezuela. En la mitad del caso murió el coronel Óscar Dávila, que estaba encargado de la operación de esa sala de polígrafo en Presidencia. Sobre eso, Petro culpó a los medios por “llevarlo hasta el suicidio”.
Un año y medio después, la reunión se repite y ahora Benedetti regresa empoderado al Gobierno, a pesar de que su última aparición pública fue para responder por una investigación que se abrió en Madrid por una agresión contra su esposa en un restaurante. Benedetti habría usado un cuchillo para cortar unos bolsos de Adelina Guerrero; ella decidió entonces separarse y regresar a Colombia pero este diario conoció que otra vez están juntos.
Las investigaciones de Benedetti en la Corte Suprema
El ya dos veces exembajador tiene seis casos abiertos en la Corte Suprema que definitivamente se quedó con el fuero para investigarlo luego de que la Fiscalía concluyó que la Corte debía decidir sobre si esta tenía la prioridad para las investigaciones y así fue. Este periódico conoció que recientemente hubo una decisión de fondo para imputarle cargos por un delito en particular en el caso Fonade, por el que ya fueron condenados Musa Besayle y el Ñoño Elías, los poderosos senadores de Córdoba en el Gobierno Santos. También está abierta su investigación por enriquecimiento ilícito en la que se investigan sus propiedades en Puerto Colombia, Barranquilla y Bogotá, además de unos giros al exterior cuando era congresista, pero la investigación no ha avanzado con extrañeza en la Corte porque hay una decisión que uno de los magistrados de la Sala no ha resuelto todavía. Mientras que ocupa el poderoso cargo de asesor de la Casa de Nariño, Benedetti mantendrá la lupa de la Corte en todos sus casos. No hay una nueva discusión sobre si alguno de ellos cambia de investigador por el movimiento del fuero, porque ese debate quedó resuelto cuando la Fiscalía regresó los casos al alto tribunal.
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No hay detalles de en qué serán sus asesorías pero le dijo a los periodistas que lo consultaron que serán “asesorías políticas”.
Benedetti estaba ganando más de 75 millones de pesos como embajador al mes. Se desconoce cuál será su salario como asesor, pero es claro que su llegada vuelve a mover los hilos del poder, además en un año preelectoral en Colombia. Hay quienes dicen que esa es la razón real detrás de su regreso, porque si hay algo que sabe hacer es campaña. También llega en un momento en el que los medios han revelado que es probable que Sarabia salga en las próximas semanas de su cargo en el DAPRE. La funcionaria también tuvo que aguantar cómo Benedetti la insultaba en unos audios revelados en 2023 porque el entonces embajador en Venezuela no había sido nombrado ministro del Interior. Sarabia por ahora guarda silencio, pero una fuente aseguró a EL COLOMBIANO que “todo quedó atrás y son amigos nuevamente”, dijo en condición de reserva. Finalmente trascendió que Sarabia quedó ratificada en su cargo al frente del Dapre y por ahora no se irá. Benedetti tendrá funciones más específicas en el relacionamiento con el Congreso y Sarabia continuará con el liderazgo de toda la agenda del presidente y el gabinete.
La última paradoja es que esta noticia se conoce en el día en el que se reivindica la lucha contra la Violencia Basada en Genero, pero al embajador lo siguen investigando por su agresión a Guerrero, que, según denunció de manera indirecta en sus redes sociales, no era la primera vez que ocurría.
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