Contexto de la escisión en la Alianza Verde
La mentada escisión de la Alianza Verde, ideada para que sectores petristas e independientes partan cobijas de manera formal, quedó este viernes en veremos y la colectividad no tendría de otra que permanecer unida de cara a las elecciones de 2026.
Así se evidencia tras un comunicado divulgado por las directivas de la colectividad, que advierten que hoy por hoy “no existen condiciones” para tomar decisiones frente a si autorizan o no la escisión de un grupo de congresistas, lo que en plata blanca se traduce en que puedan conformar otro movimiento con personería jurídica propia y reconocimiento legal.
Declaraciones de las directivas del partido
El origen de la crisis fue la supuesta injerencia de la exalcaldesa Claudia López en el bloque de congresistas que inicialmente presentó la escisión y que provocó una ruptura que llevó a la división del grupo, al punto que ya se radicó otra solicitud y se deben tramitar dos escisiones.
Ante ello, los copresidentes de la colectividad –Antonio Navarro Wolf y Rodrigo Romero– señalaron que, dado que hoy está en pausa el trámite de la primera escisión, el pasado miércoles se presentó otra solicitud por parte del senador Jota Pe Hernández y la representante Katherine Miranda, una situación que obliga a hacer un estudio jurídico de las competencias y determinar si es procedente que se tramiten ambas solicitudes.
La determinación es concluyente: “no existen las condiciones para tomar decisiones”. Por ello, piden suspender y dar por agotado el trámite de la primera escisión. Lo anterior, de cara a “ordenar el armónico desarrollo” de las tareas del partido y de sus órganos directivos.
“Se requiere tener claridad sobre las competencias jurídicas (legales y estatutarias) para que la Dirección Nacional se ocupe de ese trámite, en el entendido que ante esta nueva realidad no existen las condiciones para tomar decisiones, pues debe entenderse que a más de una solicitud de escisión el partido debe garantizar el trámite y reconocimiento de los derechos de toda la militancia, así como los de los solicitantes de las diferentes propuestas de escisión”, explicaron las directivas.
Implicaciones políticas de la suspensión
Justo cuando las directivas se aprestaban a definir la escisión, el proceso entró en vilo luego de que se conociera una supuesta presión indebida por parte de la exalcaldesa Claudia López, pareja de la senadora Angélica Lozano, una de las promotoras de la escisión.
Según fuentes consultadas por EL COLOMBIANO, aun cuando López no hace parte de la colectividad, habría exigido que en el nuevo partido el aval presidencial de cara a 2026 fuese para ella sin que mediara discusión o deliberación alguna.
“Dijo que le teníamos que dar el aval a ella para la Presidencia y que ella iba a incidir en la toma de decisiones”, confirmó a este diario una fuente que hace parte del bloque que busca la escisión. “No queremos ‘Claudillismo’. No queremos estar en un partido que apoye ciegamente a Petro, pero tampoco en uno en el que mande Claudia”, remató otro de los integrantes del bloque.
Hace más de un mes, el pasado 19 de febrero, se conoció que el sector independiente de la Alianza Verde solicitó formalmente la escisión del partido. Es decir, el divorcio de la colectividad para conformar otra. El anuncio fue realizado por los congresistas Angélica Lozano, Katherine Miranda, Catherine Juvinao, Cristian Avendaño, Alejandro García y Carolina Giraldo.
Al menos dos de esos integrantes confirmaron a este diario que la exalcaldesa –que renunció a los verdes en mayo de 2024 advirtiendo que “terminó cooptado y controlado por una minoría petrista”–, se comunicó en plena reunión con las directivas con las que aún mantiene diálogo e influyó para adoptar una decisión
Según integrantes de la colectividad, esta ruptura dentro del grupo inicial que promovió la escisión tendrá un resultado adverso: al final, no habría vía libre para el divorcio ni del sector liderado por Angélica Lozano ni del grupo de disidentes. “No se va a aprobar ninguna escisión”, lamentaron.