La crisis humanitaria en Norte de Santander se ha profundizado tras la escalada de violencia iniciada el pasado jueves, cuando el ELN y las disidencias comenzaron enfrentamientos que han impactado gravemente a la población civil, la Fuerza Pública y firmantes de paz.
Hasta la fecha, los combates han dejado cerca de 100 muertos, según las autoridades locales. Ante esta situación, las morgues y la red hospitalaria del departamento se encuentran en alerta máxima debido al riesgo de colapso.
El Instituto de Salud Departamental confirmó que la capacidad de las morgues, especialmente en los municipios de Ocaña y Cúcuta, ha sido superada, lo que dificulta la recepción de los cuerpos de las víctimas mortales.
“La capacidad instalada de las morgues en Ocaña está al 135%-140%. Hemos habilitado morgues transitorias a través del Hospital Erasmo Meoz y estamos haciendo lo propio en el Hospital de Ocaña para fortalecer la capacidad de medicina legal”, reveló a Caracol Radio, Fernando Álvarez, director del Instituto Departamental de Salud del Norte de Santander.
Ante el grave panorama, la Gobernación emitió la alerta amarilla, previendo que en los hospitales de la región seguirá aumentando la atención de personas. Actualmente, la capacidad instalada de la red hospitalaria está en un 83 por ciento.
El Instituto de Salud Departamental confirmó que la capacidad de las morgues, especialmente en los municipios de Ocaña y Cúcuta, ha sido superada, lo que dificulta la recepción de los cuerpos de las víctimas mortales.
“La capacidad instalada de las morgues en Ocaña está al 135%-140%. Hemos habilitado morgues transitorias a través del Hospital Erasmo Meoz y estamos haciendo lo propio en el Hospital de Ocaña para fortalecer la capacidad de medicina legal”, reveló a Caracol Radio, Fernando Álvarez, director del Instituto Departamental de Salud del Norte de Santander.
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Ante el grave panorama, la Gobernación emitió la alerta amarilla, previendo que en los hospitales de la región seguirá aumentando la atención de personas. Actualmente, la capacidad instalada de la red hospitalaria está en un 83 por ciento.
Otras alertas
Para enfrentar las diversas problemáticas humanitarias derivadas del conflicto armado en la región del Catatumbo, varias instituciones se han desplazado al territorio, entre ellas el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Durante su visita, Astrid Cáceres, directora del ICBF, constató la gravedad de la situación que enfrentan los niños y niñas en la zona. Según informó, ya se ha brindado atención a más de 1.800 menores de edad afectados por la crisis.
“Estamos ante una afectación en el conflicto armado que puede marcar la historia de vida de los niños del Catatumbo”, aseguró la funcionaria al insistir que “como Bienestar Familiar hemos desplegado varias de nuestras unidades móviles en el territorio y estamos encontrando algo sin precedentes y de cómo el conflicto armado puede afectar a los niños y niñas; estamos hablando de más de 1800 niños solo en Ocaña, de un grupo grande que se encuentra en Acarí, Teorama y Cúcuta”.
Así mismo, insistió en que “estamos aquí porque esta generación de niños necesita ayuda, y es el interés superior de ellos el que debe llamarnos al Estado a acercarnos, a cortar el circuito de guerra que se está viviendo en la región. Ayer nuestros equipos psicosociales nos dijeron que habían tenido que atender cerca de 19 niños en un solo día, estamos moviendo todo lo que tenemos para atender a esas familias y estos niños y niñas que no debieran vivir estas circunstancias”, puntualizó Astrid Cáceres.