Los reveses para obtener el aval del Partido Liberal llevaron al hasta ayer aspirante a la alcaldía de Caldas Santiago Fernández a una maroma inusitada: su decisión es que ya no se presentará como candidato, sino que en su lugar irá su esposa, María Alejandra Giraldo Vélez, pero no por la colectividad roja sino por la Alianza Social Independiente (ASI).
Detrás de esto hay varias movidas políticas. Fernández se daba como el seguro destinatario del guiño del liberalismo para optar al primer cargo público local, pues según él mismo cuenta, la costumbre hecha ley es que quien decide a quién dar el apoyo de la colectividad es el congresista que más votos haya obtenido en cada plaza en las elecciones previas y en este caso serían el senador Juan Diego Echavarría y la representante María Eugenia Lopera –ambos allegados a él- mientras que el tercero fue el representante Julián Peinado.
Aparte de todo, Fernández añade que él y su campaña daban por descontado que la dirección nacional, encabezada por el presidente César Gaviria, no desconocería la autoridad de las jerarquías locales teniendo en cuenta que él es el director del partido en Caldas y que los liberales han ganado ocho de los once periodos que llevan las alcaldías por elección popular.
Por eso los cogió por sorpresa la decisión del expresidente Gaviria de que sería Peinado el dueño del aval liberal para Caldas y más aún que este se lo otorgaría a Jorge Mario Rendón, del movimiento por firmas Profe Piolo Creamos, quien en comicios anteriores se ha presentado al concejo local a nombre de Cambio Radical, el partido Alianza Verde y el Partido Conservador y ahora iría con el aval del liberalismo y Cambio Radical.
La determinación, que fue conocida el 11 o 12 de julio por Fernández, se habría basado en la recolección de firmas para avalar la aspiración de Eugenio Prieto a la Gobernación de Antioquia, donde habría obtenido alrededor de 15.000 rúbricas en ese municipio, lo que a los ojos de los jefes nacionales le daba la mayor favorabilidad entre los caldeños al matiz Liberales Socialdemócratas, del que hacen parte él y Peinado.
Y aunque hubo conversaciones de Fernández con Peinado para buscar su favor, hace tres días se conoció que el ungido era “Piolo”, no él. “Esto no es una decisión personal, sino de equipo”, le habría dicho el congresista.
El aval entregado por la ASI el martes para María Alejandra Giraldo se gestó a instancias del concejal Jhon Jairo Velásquez, con quien Fernández, su esposo, ha tejido alianzas para sacar adelante iniciativas en el Concejo. Fernández no habría podido ser el destinatario de ese apoyo por el riesgo de incurrir en doble militancia.
Al ser preguntado si se trata de una campaña en cuerpo ajeno, el concejal y excandidato contestó que su esposa es una gestora social reconocida y lo ha acompañado en su carrera. “Mi esposa, más que una candidata unipersonal es la representación de un gran equipo que viene detrás y que ve en ella no la representación de Santiago Fernández, sino de un proyecto”, dijo.
Giraldo tiene 30 años y formación en talento humano, pero se ha dedicado gran parte de los últimos años a la crianza de las dos hijas de la pareja.
Fuera de ella, en la contienda de Caldas estarían Rendón; Daniel Castaño del movimiento significativo avalado por firmas Diálogo Ciudadano; Alejandro Mesa, de Creemos, el movimiento de Federico Gutiérrez, y el conservador Sebastián Marín.
Este medio consultó al equipo del congresista Peinado, pero no emitieron una respuesta sobre el caso.