Autoridades encontraron un lugar donde se habría generado el vertimiento ilegal en el río Negro que obligó a suspender el servicio de agua y hasta las clases en colegios oficiales del municipio
Horas desesperadas vivieron los habitantes de Rionegro, Oriente antioqueño, entre este martes y miércoles, luego de que se presentara el vertimiento de un posible hidrocarburo en el río Negro, que dejó sin agua a unos 38.500 usuarios y hasta obligó a suspender las clases ayer para más de 10.000 estudiantes de 17 instituciones educativas oficiales del municipio. Detrás del hecho hay un derrame ilegal de aceite quemado en el afluente.
En la tarde del pasado martes, las autoridades confirmaron la situación y EPM informó que esta fue causada, al parecer, por un derrame de hidrocarburos ajeno a su operación. Esto obligó a que la empresa suspendiera el servicio de agua en múltiples sectores y que su personal técnico comenzara las labores urgentes para restablecerlo.
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Aunque desde el principio la buena noticia fue que el agua contaminada no ingresó a la planta de potabilización de Rionegro, las horas comenzaron a pasar y el servicio se mantuvo suspendido para los habitantes de Abreo, Abreito, Barro Blanco, Llanogrande, San Antonio de Pereira, Porvenir A, Alto del Medio, Hospital, Centro, Gualanday, El Carmelo, Belchite, El Faro, Santa Ana, San Joaquín, El Tranvía y Cuatro Esquinas.
Fue entonces que se dispusieron carrotanques para abastecer a las personas afectadas, con prioridad en el sector salud. Rodolfo Mira, jefe de la Unidad Potabilización de EPM, anotó que las labores se concentraron en identificar la contaminación y lograr eliminarla del río con el fin de retomar la infraestructura operativa y garantizar el suministro de agua potable.
No obstante, no fue tan simple y en la noche del martes el problema continuaba, por lo cual la Secretaría de Educación tuvo que desescolarizar el miércoles a los estudiantes de sedes educativas oficiales.
Lo cierto es que amaneció y el problema seguía sin solución pese a todos los esfuerzos. A las 5:00 a.m. De ayer, el alcalde de Rionegro Jorge Rivas se desplazó hacia la bocatoma y la planta de tratamiento de EPM, para conocer de primera mano los trabajos que estaba adelantando el personal técnico con el fin de resolver la contingencia.
Seis horas después, a las 11:00 a.m., empezaron a superarse las condiciones de emergencia generadas por el presunto derrame de hidrocarburos en el río: los análisis de calidad de agua hechos hasta ese momento mostraron una recuperación favorable, lo que permitió que en las siguientes horas se restableciera el servicio de forma gradual.
Pero continuaría siendo difícil superar el problema por completo. En las casas y negocios, las personas seguían padeciendo las incomodidades por la falta de agua; mientras que la administración municipal, EPM, la autoridad ambiental Cornare y otras entidades se mantenían al frente de acciones para mitigar los impactos.
Pasado el mediodía del miércoles, se habían desplegado nueve carrotanques que suministraron desde el inicio de la contingencia más 316.000 litros de agua potable. Cuatro de los vehículos se enfocaron en abastecer el sector salud, es decir, lugares como la Clínica Somer, el Hospital San Juan de Dios, la Unidad Renal, la UCI y las EPS de la zona.
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Asimismo, a lo largo de la tarde, el restablecimiento del servicio se llevó a cabo de manera escalonada, por circuitos que agrupaban distintos barrios del municipio, incluyendo El Porvenir, Llanogrande, San Antonio y el Centro.
El alcalde Rivas explicó además que en medio del seguimiento que hicieron tras conocerse la situación, encontraron el sitio en el que se dio el vertimiento en el afluente y que la sustancia habría sido aceite quemado, lo que generó la contaminación.
“Invitamos a los ciudadanos a hacer una tarea importante de cuidar nuestras fuentes de agua”, expresó el mandatario local, al tiempo que pidió a los habitantes hacer un consumo racional del agua que se iba restableciendo de forma escalonada, en vista de que el problema fue grande y se debía llegar al 100 % del servicio restablecido, para lo cual se debía lograr la presurización de todo el acueducto del municipio.
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Posteriormente, Javier Valencia, director general de Cornare, aseguró que la entidad impuso “una medida preventiva de suspensión a un establecimiento donde presuntamente hubo un derrame de aceites quemados” que llegó a la fuente hídrica.
Fue una exhaustiva búsqueda por el cauce del río Negro y sus afluentes la que hicieron los equipos técnicos de Cornare, EPM y la alcaldía de Rionegro para dar con ese lugar. Allí, encontraron que se almacenaban galones de hidrocarburos, así como actividades de mecánica y reparación de vehículos que se desarrollaba en el predio. “En este inmueble funciona una bodega de equipos de construcción”, indicaron desde la corporación ambiental.
La orden de suspensión impuesta incluyó medidas con las que se buscaba contener y recolectar la fracción derramada de hidrocarburos, con el fin de darles una disposición adecuada. Asimismo, se ordenó el retiro inmediato de los recipientes que generaron el derrame.
Por su lado, las entidades continúan con las investigaciones para determinar las responsabilidades de este grave hecho que afecta al medioambiente y causó estragos en el servicio de agua de los habitantes del municipio. El director de Cornare afirmó que en la zona mantienen el seguimiento a otros establecimientos comerciales y estaciones de gasolina para encontrar otras posibles afectaciones como la ocurrida el martes.
En caso tal, se implementarán más medidas, bien sea de procedimiento sancionatorio ambiental o preventivas de suspensión.
Entre tanto, pese a los llamados del alcalde, el reporte de las 6:25 p.m. de ayer daba cuenta de que los altos consumos de agua que se presentaron en algunos barrios del municipio hicieron que por lo menos 3.100 usuarios siguieran recibiendo el servicio de forma intermitente.
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