Luego de 27 años de la ocurrencia de la masacre de El Aro, en Ituango (norte de Antioquia), los sobrevivientes de ese hecho por fin están viendo pasos firmes de reparación por parte del Estado para el restablecimiento de sus vidas. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) acaba de entregarles los títulos de propiedad sobre 809 hectáreas a 35 familias que sufrieron los rigores del conflicto armado.
Se trata de tierras que son empleadas en el cultivo de productos como maíz, arroz, plátano y fríjol, lo mismo que en la actividad de crianza y cuidado de ganado a pequeña escala.
“Estos títulos son una forma de reparación porque la mayoría de los que habitan aquí cuentan con escrituras o títulos de los predios y así es mucho más difícil que lleguen los proyectos al territorio”, explicó Tulio Mejía, líder comunitario de El Aro y beneficiario de esta entrega por parte de la ANT.
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Este territorio ha sufrido durante décadas los estragos de las confrontaciones entre grupos armados. Producto de ellas ha tenido desplazamientos, confinamientos, homicidios y otros tipos de afectaciones. Sin embargo, el episodio más recordado porque dejó los mayores traumas fue la masacre que perpetraron los paramilitares el 22 de octubre de 1997, dejando 15 campesinos asesinados (varios de ellos torturados previamente), 42 casas incendiadas y más de 1.400 personas desplazadas.
Ese día los ‘paras’ llegaron quemando casas, robando ganado y todo lo que se encontraron a su paso, para luego torturar y asesinar a los pobladores, a los que acusaron de ser auxiliadores de la guerrilla.
El hecho, que ha merecido condenas internacionales para el Estado colombiano, habría sido perpetrado por integrantes del bloque Mineros que llegaron desde el Bajo Cauca y todavía es objeto de investigación para determinar los autores intelectuales. En 2018 la Corte Suprema de Justicia declaró esa matanza como un crimen de lesa humanidad, por lo que no prescribirá y la indagación para dar con los responsables sigue en curso. En noviembre del 2023, el expresidente Álvaro Uribe, que para la fecha de la masacre era el gobernador de Antioquia, rindió una versión libre en la Fiscalía sobre lo ocurrido.
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La expedición de los títulos de propiedad sobre los predios les brinda a los campesinos seguridad jurídica y les permitirá acceder a otros beneficios estatales como créditos y apoyo en proyectos productivos.
“Ya han pasado 27 años de la masacre de El Aro y esta es una comunidad que ha resistido todos estos años los embates de la guerra. Esta es una linda oportunidad de resarcir tanto dolor porque venimos a entregar los títulos de tierra, tierra por la cual los despojaron, pero hoy este gobierno los hace dueños”, apuntó el director de la ANT, Felipe Harman.
Esta es la segunda noticia positiva en términos de reparación a las víctimas de El Aro durante el presente año, pues a mediados de marzo se comenzó la construcción de la vía de ingreso a ese corregimiento con recursos del Gobierno nacional y Empresas Públicas de Medellín (EPM).
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La obra está planeada en dos etapas: la primera es acometida por EPM para los primeros 2,9 kilómetros del carreteable desde un sector entre Puerto Valdivia y e Ituango hasta el sector conocido como palo de mango.
En una segunda fase, con financiación que gestiona el Ministerio de Transporte, se construirán los restantes 5,2 kilómetros para completar 8,1 kilómetros hasta el centro poblado. Será una vía terciaria con especificaciones para el transporte vehicular, de pasajeros y de carga.
“Por primera vez se priorizó esta obra en el Plan Nacional de Desarrollo del actual Gobierno. Esta carretera permitirá cumplir con una deuda histórica, implementar el Plan Integral de Reparación Colectiva y entrar con oferta interinstitucional”, dijo en su momento la directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, Claudia Patricia Vallejo.
