Platos y pocillos decorados a mano por artesanos de El Carmen de Viboral, Antioquia, decoraban uno de los salones de la casa real de la reina Isabel ll desde hace más de una década.
La vajilla llegó a manos de la monarca como un regalo especial del Gobierno colombiano durante una visita oficial realizada en 2011.
En esa época, la entonces primera dama, María Clemencia Rodríguez de Santos, le pidió a las fábricas de cerámica carmelitanas diseñar una vajilla única que representara al país ante una importante líder internacional.
Con ese pedido de la Casa de Nariño, los artesanos se pusieron manos a la obra y diseñaron una imponente vajilla de varias piezas decoradas a mano, embarnizadas y cocinadas al horno por ceramistas de la región.
La decoración elegida se llamó “florelba roja tupido” y se tradujo en cerámica con tonalidades rojas y rosáceas con trazos sutiles para darle la elegancia que necesitaba.
Pese a que no se conocen fotos de esa vajilla original que fue enviada a la familia real, así luce la cerámica que es decorada con esa pinta.
Cuando todo estuvo terminado y empacado, enviados de la Casa de Nariño recogieron la vajilla sin que se volviera a saber qué había pasado con ella y a quién se la habían regalado.
Sin embargo, los artesanos fueron sorprendidos meses después cuando Colombia entera se enteró de que el entonces presidente, Juan Manuel Santos, y su esposa, Maria Clemencia Rodríguez de Santos, le llevaron las delicadas piezas de cerámica a la reina como un presente de los colombianos.
A partir de ahí, las piezas han estado exhibidas en salas y salones de los castillos reales durante más de 10 años.