No para la polémica por la decisión de la Alcaldía de Medellín de hacer un segundo cerramiento a la Plaza de Botero, medida que ha despertado bastantes críticas de los vecinos y las entidades que velan por este espacio de ciudad.
Esta mañana, varias organizaciones civiles cobijadas dentro de la Alianza Cultural por el Centro –así como los gremios de trabajadores que allí se ganan su sustento– realizaron un plantón en el que enviaron un SOS para la recuperación de este espacio para su tradicional público.
Al sitio llegaron miembros de colectivos como Putamente Poderosas, Asotintos, Everyday Homeless, Ciudad en Movimiento, Bien Humano, El Derecho a No Obedecer y Corporación Región, además de representantes de la academia y de las trabajadoras sexuales de la zona quienes, con las fotografías de los rostros de habitantes de calle, de tinteras y de trabajadoras sexuales –que consideran que desde el cierre son los grandes ausentes de la Plaza– armaron un S.O.S., en el piso de la Plaza con el que buscan llamar la atención de lo que han considerado medidas restrictivas que no llevan a nada.
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Según indicaron, desde el 31 de enero que la Alcaldía cerró la Plaza de Botero con la excusa de “mejorar la seguridad”, esta acción solo ha logrado profundizar las brechas sociales y dejar de lado a los vendedores ambulantes y las trabajadoras sexuales que se movilizaban en el lugar.
De acuerdo con Melisa Toro, de la organización Putamente Poderosas, este segundo cierre al que es sometida la Plaza de Botero ha llegado incluso a que la Policía se tome la autoridad para reservarse el derecho de admisión de quien puede ingresar o no a la Plaza.
“Acá dejan por fuera a las trabajadoras sexuales, a los habitantes de calle, y cualquier ciudadano que tenga un aspecto indeseado. La policía le dice a la gente ‘usted no puede entrar’. Ah, pero si es una persona que no va vestida de forma ‘normal’, pero parecen un turista, entonces sí puede ingresar. Esto no es un abrazo, esta es una medida violenta que ya había mostrado su ineficacia, apuntó la lideresa.
Contrario a lo dicho por el alcalde, quien indicó que las trabajadoras sexuales y otros habitantes pueden circular por el espacio sin ninguna restricción, Toro dijo que esta población vulnerable ha tenido que bordear otros sectores como el de la iglesia de La Veracruz para poder movilizarse por la zona. La vocera indicó que esto sería una “especie de desplazamiento forzoso” impulsado desde la administración municipal para recibir un público que sea más de su agrado.
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“No sabemos de dónde saca el alcalde las cifras de que hay 22 recorridos turísticos que volvieron a la zona o que llegaron más de 5.000 nuevos visitantes al espacio. Pero cuando miramos bien, antes vemos que al Museo de Antioquia dejaron de entrar los visitantes de los estratos 1,2 y 3; y solo empezaron a llegar turistas. Entonces, la Plaza y la ciudad ¿para quiénes son? ¿Para los turistas?”, añadió
Los colectivos también llamaron la atención a la reducción de vendedores informales dentro del espacio así como los costos que puede tener el cerramiento, teniendo en cuenta que el primero –según un derecho de petición solicitado– tuvo un costo de casi $300 millones.
“$300 millones que se echaron a la basura y justo cuando la gente no tenía que comer luego del confinamiento. Y que al fin y al cabo no sirvieron de nada porque se robaron las vallas. Ahora tenemos vallas del doble de altas, un montón de policías, unas cámaras de reconocimiento facial. ¿Esto cuánto estará valiendo?”, indicó Toro.
Los congregados indicaron que, aunque la medida solo fue tomada con entidades de la alcaldía como La Secretaría de Seguridad, Espacio Público y la Agencia de Paisajismo, todavía siguen esperando que la Alcaldía los invite para concertar medidas más allá de la restricción de la movilidad y que también incluyan al Museo de Antioquia y al Instituto de Patrimonio.
“Esto es una solución cosmética que oculta las problemáticas de fondo de la zona y por ahí derecho las complejidades de una ciudad en crisis. No se puede cerrar esta Plaza sin contar con las personas que la habitan y que también le dan vida”, añadieron.
