Con los últimos truenos de fondo, la construcción de unos muros de contención a lo largo de la quebrada Doña María –en su paso por el sur de Itagüí– tiene divididas las opiniones de los vecinos de los barrios Pilsen y Villalía de este municipio del Aburrá, pues si bien algunos se han mostrado conformes con el avance de las obras, los otros alegan que aparte de los retrasos esta no se estaría haciendo como se debería.
Desde 2022, estas zonas de Itagüí han sido fuertemente golpeadas por las emergencias causadas por la quebrada, hecho que tiene sumido en el temor constante a los vecinos. Por ejemplo, el 11 de junio de ese año una creciente afectó una vía y varias viviendas de Pilsen; y el 18 de septiembre la ruptura de un tubo que transportaba agua terminó anegando en fango a Villalía. Los últimos incidentes se reportaron en enero de 2023, cuando otra creciente comprometió el único puente de acceso a la zona y también afectó varias viviendas.
A raíz de estos hechos, las autoridades de Itagüí decidieron construir un muro de contención de aproximadamente 160 metros lineales, según consta en el contrato SGM-CD-136-2023 . En este también se señala que la construcción incluye el levantamiento de 70 metros de muro en la margen derecha de la quebrada, para darle continuidad al muro de 100 metros que allí ya estaba. La construcción del muro incluía otras obras complementarias como la canalización de la quebrada Villalía, por ello la intervención llegó a los $4.138 millones.
Opiniones divididas
Villalía y Pilsen están prácticamente uno al frente del otro, y sus opiniones sobre el avance de la obra son igual de opuestas.
En el primer sector algunos residentes señalan que las obras están bien encaminadas y que el avance ya se puede ver, incluso cerca de la Luis Carlos Galán, la escuela pública de la zona. Además indicaron que en las últimas dos semanas se han visto hasta 25 obreros en el sector, lo que catalogan como un gran incremento de trabajadores.
También calificaron de acertada la decisión de priorizar el margen izquierdo de la quebrada en el cual reposa un enorme árbol que –de caer por culpa del socavamiento de su base– pondría en riesgo varias viviendas.
Aunque admiten que hay ciertos retrasos, señalan que la actividad ha sido más constante en los últimos días. Sin embargo, al preguntarles si con el actual avance se sienten seguros, las muecas dubitativas aparecen.
“Si mantienen el ritmo como van, tal vez puede que el muro nos dé seguridad cuando lo terminen, pero tienen que moverle porque ya está volviendo el invierno”, añadió un residente de Villalía.
Otra situación ven desde la orilla opuesta, en Pilsen, donde la obra les ha parecido lenta y sin cumplir las exigencias técnicas que un fallo judicial de 2010 determinó a favor de la comunidad. La decisión exigía que el muro se extendiera de forma lineal poco más de 300 metros desde el puente de la zona hasta el lindero del colegio Manyanet, y no en los 160 que están estipulados en la obra actual (ver Para Saber Más).
“Cada que llueve los niños y sobre todo nosotros los ancianos tememos lo peor. Cada aguacero nos revive el susto de esa creciente tan horrible que hasta casas se llevó”, explicó Aníbal Zapata, un residente del sector.
Su vecina, Ana Restrepo mencionó que las iniciativas por construir muros ya ajustaron seis meses y no se ven avances significativos. También dijo que para la magnitud de la obra no se ve tanto obrero.
“Empezaron con un trabajo mal hecho y les tocó rediseñar el muro. Los que vivimos por acá estamos en una zozobra absoluta porque si esto no se atiende bien la quebrada nos lleva a todos. Pero lo triste es que acá todo lo hacen a pedacitos y el punto crítico, donde se fueron las casas en junio, sigue sin atenderse”, apuntó.
“Obras al 80%”
El director de Gestión del Riesgo de Itagüí, Lucas Espinosa, aclaró algunas dudas de la comunidad. Inicialmente explicó que las obras en Villalía y Pilsen no solo abarcan un solo contrato sino varios surgidos de la declaración de calamidad púbica, siendo tal vez el más importante el del muro.
También dijo que la forma en la que se ha definido la construcción del muro surge de los comportamientos que muestra la quebrada en cuanto a socavaciones se refiere. Por ello es que la construcción ha pasado de un punto al otro, como refirieron los vecinos de Villalía.
Ahora, sobre la cantidad de obreros, el funcionario señaló que actividades constructivas como estas limitan su número, pues también se debe pensar en su seguridad ante una creciente súbita.
Espinosa también dijo que el contrato de las obras iniciadas en enero ya reportan un avance en su ejecución del 80%, por lo que quedan pendientes tan solo 15 metros de canalización de la quebrada Villalía, cerca de 60 metros del muro en ambos lados así como los refuerzos del puente.
Aún así Espinosa señaló que gracias a la atención hecha a la altura de la Escuela, dichos puntos ya no se consideran tan críticos por lo que pueden dar un buen margen de tiempo de ejecución por lo que se espera que los 160 metros iniciales del muro estén completos en agosto.
De igual forma el director explicó que en la zona continúan operando los monitoreos constantes de la quebrada a través del sistema Siata y de las alertas comunitarias que se activan en caso de creciente, por lo que la comunidad puede sentirse segura.
No obstante, hay algunos vecinos de la Doña María que claman por que la intervención se haga lo más pronto posible para ver si así recuperan la tranquilidad que la corriente se llevó. “Por acá hay una niña que todavía con cada aguacero le pregunta al papá: ‘¿Será que hoy la quebrada se nos llevará la casita?’”, apuntó Zapata.
Para saber más: Fallo exige extender el muro de contención
Según la comunidad de Pilsen, el Juzgado 27 Administrativo de Medellín ordenó que las intervenciones a la quebrada Doña María en esta zona vayan desde el puente de Villalía hasta los linderos del colegio Manyanet, una extensión de casi el doble del muro propuesto actualmente por el municipio de Itagüí.
La comunidad denunció que la administración ha hecho caso omiso al fallo durante bastante tiempo y por eso exigen su cumplimiento. “Estamos peleando nuestro derecho, porque habiendo un fallo que nos dio la razón, apenas nos están planteando alguna solución y eso en parte por el apoyo de las veedurías ciudadanas y de Derechos Humanos del municipio”, apuntó Restrepo.
Por su parte, la Alcaldía le indicó a EL COLOMBIANO que actualmente ya se cuentan con los diseños técnicos para cumplir el fallo. Mientras que por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo ya hay preaprobados $8.000 millones para hacer las obras.
En el momento el municipio y la Unidad se hayan en diálogos para definir los detalles técnicos para la construcción del muro extendido. Aunque desde la Alcaldía no precisaron una fecha para el anuncio, se espera que próximamente se conozca fecha de inicio de las mismas.