El joven de 17 años identificado como Sebastián Caro, quien había resultado herido en la masacre ocurrida el pasado 21 de julio en el municipio de Cocorná, Oriente antioqueño, falleció tras batallar por su vida durante cuatro días.
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Cano se encontraba en la residencia hasta donde llegó un grupo armado y asesinó a Juan Lisandro Agudelo Agudelo, Joan Sebastián Castaño Mejía y Ronnie Abdul Martínez Ramírez, quienes, según las pesquisas iniciales, fueron asesinados dentro de lo que sería un expendio de drogas del municipio.
Según información de las autoridades, Castaño Mejía era conocido como alias Buñuelo, tenía 31 años de edad y era familiar de un policía pensionado. Alias Buñuelo sería expendedor del GAO Clan del Golfo (Clan Oriente) y objetivo principal de este hecho, las víctimas se encontraban departiendo y consumiendo licor en su vivienda, donde ya se habían realizado a finales de 2023 dos allanamientos que dieron como resultado la captura de tres personas y la incautación de 1.112 gramos de Marihuana y 51 Gramos de Clorhidrato de Cocaína, además de 2 celulares.
Agudelo Arias, alias Musculitos, tenía 27 años y era familiar de un concejal del municipio. En cuanto a la víctima que había quedado sin identificar desde ese día, finalmente las autoridades concluyeron que se trata de Ronnie Abdul Martínez, de 44 años.
Sebastián Caro, el menor de edad que había resultado herido en los hechos, fue trasladado a la clínica Somer, pero por la gravedad de las heridas de bala que recibió fue imposible salvarle la vida.
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Estos hechos violentos se dan luego de conocerse la existencia de un plan de expansión de organizaciones criminales como el Clan del Golfo, hoy Ejército Gaitanista (EGC), y las bandas delincuenciales de Medellín hacia el Oriente antioqueño. Esto ya fue confirmado por el comandante de la Región No. 6 de la Policía, brigadier general Rosemberg Novoa.
El objetivo de estos actores criminales es dominar el Oriente, desde el Magdalena Medio hasta el Valle de San Nicolás y, aparte del tema del microtráfico, estarían detrás del resurgimiento de la actividad minera de extracción de oro tanto de veta como de aluvión en los cauces de los ríos de la zona como el Samaná, Dormilón, Calderas y Armas.
“En el caso del Clan del Golfo, ellos se autodenominan como los Pacificadores de Samaná, particularmente en el Oriente antioqueño esta subestructura tiene injerencia, pero es una intención que tiene clara el Clan del Golfo de expansión”, dijo el general Novoa a la vez que confirmó que varios cabecillas del Clan se habrían desplazado hacia esta zona para hacer efectivo ese propósito.
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