Un total de $14.500 millones suman cuatro contratos que el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (Amva) suscribió este año, en dos semanas distintas, con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itagüí, en el que el precandidato a la Cámara Misael Cadavid Jaramillo fungió como representante legal y comandante hasta septiembre, aunque su retiro es gracias a una licencia de 180 días, en la que puede retomar el mando cuando él quiera.
De hecho, dos de los contratos —suscritos en menos de 72 horas, el 23 y el 25 de marzo por $1.299 millones y $2.635, respectivamente— fueron firmados por Cadavid, político cercano al exgobernador Luis Pérez, y quien hace poco estuvo envuelto en un escándalo luego de que los portales Vorágine y Cuestión Pública difundieran un audio en el que habla de una supuesta reunión con el alcalde Daniel Quintero, en la que este le habría ofrecido apoyo para su precandidatura a la Cámara. Después respondió que el audio había sido editado.
Aunque en principio dijo que iba a ir en llave con el exministro de las TIC, David Luna, este le confirmó a EL COLOMBIANO que de aspirar al Senado, no tendrá fórmula en Antioquia.
Ahora bien, los otros dos contratos son recientes y fueron firmados en menos de 48 horas, el 8 y el 9 de noviembre. Uno de 13 meses por $5.969 millones y el otro de 14 meses por $4.597 millones.
En estos el que firmó fue Elkin González Correa, compañero de Cadavid desde hace 20 años y quien asumió la representación legal del cuerpo de bomberos desde el 12 de septiembre, según confirmó, ante la ausencia temporal de su amigo. González indicó que estos contratos tienen plazo hasta el 31 de diciembre de 2022 y que las actividades ya comenzaron.
Aclaremos algo sobre la representación legal de la entidad contratada. El Consejo de Oficiales del Cuerpo de Bomberos de Itagüí le concedió el 10 de septiembre a Cadavid la licencia mencionada por 180 días. Pedimos el certificado de existencia y representación a la Secretaría de Gobierno de Antioquia. Con fecha del 23 de noviembre el comandante y representante legal seguía siendo Cadavid, mientras que como suplente figuraba González. Cuando le preguntamos a Cadavid porque seguía figurando como representante, respondió que desde que se le otorgó la licencia hizo la solicitud a la Subsecretaría de Gobierno para que actualizara el cuadro directivo, documento que aportó.
Apagando los fuegos
Los objetos de los millonarios contratos están enfocados en brindar asistencia técnica a los cuerpos de bomberos de Medellín, Envigado, Sabaneta, La Estrella, Bello, Caldas, Barbosa, Copacabana y Girardota, así como brindar capacitación y trabajar con comunidades en gestión del riesgo.
El Amva le respondió a EL COLOMBIANO que la contratación está soportada y documentada, con estudios previos, un análisis del sector y propuestas del Cuerpo de Bomberos de Itagüí, en las que se verificó “su idoneidad y experiencia dentro del marco del objeto contractual”.
Añadió que este cuerpo tiene “amplia experiencia” en la prestación de servicios de prevención, atención, control de emergencias y desastres a nivel municipal, empresarial, comunitario y metropolitano.
Y en una respuesta escrita añadió: “son el único Cuerpo de Bomberos de Antioquia que tiene un centro de entrenamiento para trabajo seguro en alturas y tienen alianza estratégica con la Corporación Universitaria Ideas, Universidad Adventista, Universidad de Antioquia y el CES para docencia, asistencia y transferencia de conocimiento. Actualmente cuentan con el presidente de Asobomberos Antioquia lo cual facilitará la intercomunicación con los demás cuerpos de bomberos”.
Misael Cadavid ha sido presidente de Asobomberos.
A pesar de la justificación, algunos integrantes de cuerpos de bomberos del Valle de Aburrá, que pidieron no ser nombrados, consideran que, aunque el de Itagüí está entre los cinco más grandes del territorio metropolitano, no tiene el nivel más elevado de formación, cuenta con menor capacidad técnica que los otros cuatro y no es referente en áreas propias de su labor, como rescate vehicular, alturas, incendios y materiales peligrosos, entre otros.
Las fuentes consultadas también cuestionaron el porqué se le entregan tantos contratos al mismo Cuerpo de Bomberos. “Es bastante raro que su representante legal sea un político reconocido en la región y que tenga contactos adicionales con la Alcaldía de Medellín. Uno puede pensar que esto es por favores políticos”, dijo una de las fuentes.
Interrogada sobre si la contratación con el Cuerpo de Bomberos de Itagüí favorecía la actividad política de Cadavid, el Amva aseguró que no compartía dicha aseveración, aunque su respuesta fue vaga.
Sostuvo que el contrato de prestación servicios “nacía para fortalecer los procesos de conocimiento y reducción del riesgo y manejo del desastre en el territorio” y que todo estaba “soportado en el marco legal que le da a las Áreas Metropolitanas el nivel de Autoridad Ambiental”.
Por otro lado, los bomberos con los que conversamos coincidieron en que el valor individual y total de las relaciones contractuales es muy elevado para el objeto que tienen y para la forma como se han ejecutado los contratos, en tanto las actividades e insumos entregados a los participantes, hasta ahora, son en realidad muy básicos y no estarían reflejando inversiones tan cuantiosas. Y varias de las fuentes consultadas no recuerdan haber suscrito en los últimos años montos de ese nivel con el Amva.
En 2019 el Amva no firmó contratos con ningún cuerpo de bomberos del Aburrá, mientras que en 2020 fueron dos: uno por $1.898 millones y otro por $1.256 millones, también con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itagüí, bajo la representación de Cadavid.
Los objetos estaban encaminados a acompañar el componente comunitario de gestión del riesgo de desastres y apoyar a otros cuerpos de bomberos, este último incluía kits para atender covid-19.
Este año, además de los cuatro ya mencionados, el Amva firmó otro con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Sabaneta, por $600 millones, para implementar y fortalecer la Estrategia Metropolitana de Apoyo a la Respuesta a Emergencias (Emare), un valor que dista mucho de los convenios establecidos con Itagüí.
Bomberos de Cali al rescate
En lo que tiene que ver con los contratos para formación y asistencia técnica a bomberos —que en 2020 fueron el #878 por $1.898 millones, y en 2021 fueron el #481 por $1.299 millones y el #984 por $4.597 millones— las personas consultadas manifestaron que hasta el momento la ejecución no ha sido mala, pero tampoco excepcional y que muchas veces solo se dicta el curso y se entrega la certificación de asistencia sin un componente evaluativo que permita demostrar aprendizajes.
Por hacer una comparación, en todo el cuatrienio pasado (2016-2019) el Cuerpo de Bomberos de Medellín ejecutó $4.000 millones que se destinaron para formación y reentrenamiento de 230 bomberos y 20 personas adicionales de otras áreas, además de la compra de equipos para el centro de entrenamiento.
También indicaron que para los distintos cursos cada municipio envía un número específico de bomberos, lo que quiere decir que no todos los integrantes de un cuerpo reciben formación en todos los temas. Es más, agregaron que ha habido ocasiones en las que no se llenan los cupos y que los organizadores son insistentes para que se envíen más participantes.
González sostuvo que los dos contratos firmados por él han permitido formar con cuatro cursos a 96 bomberos de los 10 municipios del Aburrá y aseguró que están por entregar 10 bombas portátiles para atender incendios de cobertura vegetal y 10 kits de sistema comando de incidentes, uno para cada cuerpo.
Sobre el contrato de reducción del riesgo, González explicó que del 9 de noviembre a la fecha han impactado a 33.189 personas con actividades como ecohuertas, semilleros, mesas ambientales y emprendimientos, entre otras.
Algunas temáticas habrían sido subcontratadas con otros cuerpos de bomberos como el de Cali, que tiene una mayor capacidad operativa y formación que el de Itagüí. Consultado al respecto, el Cuerpo de Bomberos de esa ciudad respondió que sí ha dictado capacitaciones en el Aburrá, por medio de prestación de servicios con el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Itagüí, en temas como comando de incendios y operación de vehículos contra incendios. No detallaron el valor que cobraron, aunque dijeron que no son montos muy elevados. Tampoco indicaron el número de participantes beneficiados.
Sobre la subcontratación, Cadavid justificó que de acuerdo a las directrices expedidas por la Dirección Nacional de Bomberos, los cursos de formación bomberil requieren instructores avalados y certificados por la misma y el acompañamiento de instructores que no están en Antioquia, algo en lo que coincidió González.
Los bomberos que nos sirvieron de fuente nos dijeron que si bien es probable que los instructores traídos de Cali tuvieran especialidades certificadas, en su respuesta Cadavid admitía la falta de idoneidad del Cuerpo de Bomberos de Itagüí: “¿cómo van a contratar un cuerpo de bomberos para dictar capacitaciones que tienen que subcontratar porque no cuentan con los especialistas certificados? Lo básico es que tuvieran la capacidad instalada para dictar los cursos para los cuales los contratan”.
González se defendió y dijo que se reúnen con frecuencia con todos los comandantes de bomberos del área metropolitana y que el balance de los cursos contemplados en los contratos “ha sido satisfactoria, además en encuestas de satisfacción la calificación de los cursos ha sido excelente”.
En qué se fue la plata
El contrato 481 de 2021, firmado por Cadavid, incluye la realización de 16 cursos de formación para los cuerpos del Aburrá en sistema comando de incidentes, comando y control de incendios, atención prehospitalaria de nivel intermedio, reanimación cardiopulmonar, trabajo seguro en alturas y rescate en alturas y con cuerdas, y la entrega de implementos para prevenir el covid- 19 y para cursos.
En el caso del contrato 521 de 2021, suscrito también por Cadavid, se incluyen talleres pedagógicos, encuentros, asesorías y cursos a grupos comunitarios sobre gestión del riesgo de desastres. Entre las actividades hay sensibilización puerta a puerta, recargas de minutos y datos a celulares, recorridos en territorio, 40 kits de chalecos y camibusos para los profesionales, 1.320 kits de bioseguridad y la contratación de 10 camionetas para movilizar personal.
El contrato 984 de 2021, firmado por González, incluye 21 cursos de formación bomberil; la entrega de 40 kits que no constituyen donación ni dotación; y un viaje al exterior para 25 personas con el fin de intercambiar experiencias. Sobre este último González señaló que es el Amva la encargada de definir el país de destino y los criterios de selección de los participantes.
Finalmente, el contrato 982 de 2021, suscrito por González, contempla talleres y semilleros con la comunidad, sensibilizaciones puerta a puerta, recargas de minutos y datos de celular, recorridos en territorio, kits de bioseguridad, piezas publicitarias, 3.000 dotaciones de camisetas, gorras y tapabocas, y la contratación de seis camionetas para movilizar profesionales. En esto se fue la plata.
