Se llamaba Las Playas. Era un campo abierto cerca al centro del barrio Guayabal de Medellín, cuando la ciudad apenas sobrepasaba su centenario de vida como municipio. Era plano y con mangas, perfecto para pasar una tarde de domingo en familia o para aterrizar aviones. La segunda, fue definitiva.
Hacia 1932 el primer avión aterrizaría allí en lo que ya se conocía como un campo de aviación. Sin embargo, el empresariado antioqueño encabezado por Gonzalo Mejía, ya se había acercado a los aviones años antes con la fundación de la Colombiana de Aviación Aérea, primera aerolínea del país.
Fue en 1932 cuando se cambió el nombre del campo Las Playas a aeropuerto Olaya Herrera. Denominación que fue ratificada por acuerdo municipal del Concejo de Medellín y que hace honor al presidente de ese entonces, Enrique Olaya Herrera ( 1930 - 1934).
En adelante, la historia del primer aeropuerto de la ciudad ha estado marcada por hitos tan grandes como la muerte del mayor exponente del tango, Carlos Gardel, en un accidente, el nacimiento de otro aeropuerto, la visita de dos papas en 36 años y la declaratoria de bien de interés cultural de ámbito nacional.
Su estructura continúa intacta. Los balcones que antes se atestaban de curiosos para ver llegar aviones, personalidades o familiares, se mantienen, aunque no tan frecuentados.
La fachada, construida para asemejar la forma de las nubes por Elías Zapata, arquitecto y artista, en 1957, deja rebotar la voz de los viajeros que se cruzan por el hall, en un eco que se escucha de un lado a otro del salón principal.
Rodeada por la zona verde está su antigua torre de control, el faro guía distintivo del aeropuerto, testigo de su expansión y que, aunque hoy no funciona más, seguirá acompañando sus días.
Cerca a sus 85 años, que celebrará el próximo martes, el puerto aéreo crece más que nunca. Junto con las principales figuras de la ciudad y en compañía de la sinfónica de la Universidad de Antioquia, esperan volver a recordar por medio de la música, la historia del primer aeropuerto de la ciudad.
