La avenida Regional Oriental Norte, en Bello, se convirtió en el lugar predilecto para el abandono de cadáveres en bolsas y sábanas. Nada más en cuestión de una semana encontraron dos cadáveres en este tramo y cuatro en el último mes, además de que allí se han registrado el 22% de los embolsados desde que esta vía se habilitó el 20 de diciembre de 2021. Para acabar con esta problemática, la Alcaldía de Bello anunció que instalará ocho cámaras y reforzará la seguridad en este solitario corredor de 3,5 kilómetros.
Luego de 16 casos de estos macabros hallazgos en 839 días desde que se abrió paso en este corredor, que va entre la universidad Uniminuto y la planta de tratamiento de aguas residuales de EPM Aguas Claras, las gotas que rebosaron la copa se presentaron el martes, cuando en una bolsa negra encontraron el cuerpo sin vida de Yair Alberto Medellín Perneth, de 35 años; y el domingo en la mañana ocurrió el segundo caso de estas características. La víctima fue John Jairo Uribe Flórez, de 45 años, a quien un reciclador encontró dentro de una bolsa oscura.
Ante esta situación, el secretario de Seguridad de Bello, José Rolando Serrano, señaló que se logró un convenio con la Federación Colombiana de Municipios para obtener los recursos y así lograr la instalación de las cámaras de seguridad en un corredor que únicamente tiene una ciclorruta y a un costado tiene al río Medellín y al otro zonas verdes llenas de matorrales, las cuales son codiciadas por constructoras para la ejecución de futuros conjuntos residenciales.
“Logramos gestionar estas cámaras de videovigilancia en la vía La Seca (como también es conocida esta vía), el sector donde se nos han venido presentando estos sucesos. Contarán con los postes y la fibra óptica. Van a ser instaladas en el transcurso del mes de abril”, aseguró el funcionario, quien además aseguró que en el corredor se van a hacer constantes patrullajes de forma alternada por parte de la Policía y el Ejército, quienes estarán pendientes de cualquier movimiento sospechoso, sea de día o de noche, para intervenir.
Agregó que serán cuatro cámaras fijas y otras tantas con giro de 180 grados, lo que facilitará la vigilancia en este corredor desde el centro de monitoreo que ya tiene el municipio desde el 2019 y que maneja 191 cámaras de seguridad que están ubicadas en todo Bello, entre las LPR, las domo de 360 grados y las PTZ (Paneo, Tilt y Zoom).
Difícil control
La ausencia de cámaras de seguridad ha hecho que este corredor, que buscaba descongestionar la movilidad hacia el norte del Valle de Aburrá, se vuelva un dolor de cabeza para Bello, teniendo en cuenta que allí se han registrado 16 de los 71 casos de cuerpos embolsados en la región metropolitana desde que la vía entró en servicio, muchos de ellos abandonados en las noches o en las madrugadas.
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Como primera medida, entre el 23 de agosto de 2022 y el 25 de abril del año pasado, la Alcaldía de Bello había optado por cerrar el paso en este corredor entre las 10:00 p.m. y las 5:00 a.m., pero un día antes, con el cierre activo, los delincuentes abandonaron sobre esta vía el cuerpo sin vida de Yan Freider Durango Pérez, de 14 años, mostrando la poca efectividad de esta decisión. Además, en ese periodo encontraron otros tres cuerpos en esas mismas condiciones.
Si bien estos casos suman a las estadísticas de homicidios de Bello, que a la fecha llegan a los 15 este año, según la Alcaldía de Bello estos no son de personas asesinadas en este municipio, sino que provienen de otras partes del Valle de Aburrá. “Según nuestros registros, ninguna de las víctimas tiene que ver con alguna situación relacionada con el municipio”, expresaron desde esta administración municipal.
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Y así lo evidencian las identificaciones de las dos víctimas más recientes de estos hechos, ya que Medellín Perneth era oriundo del Bajo Cauca antioqueño y, según los primeros indicios, su muerte tendría que ver con conflictos de esa subregión, mientras que Uribe Flórez era nacido en Medellín y, al parecer, su fallecimiento estaría relacionado con situaciones registradas en la capital antioqueña.
De hecho, según la información judicial, este fallecido tendría tres anotaciones por fuga de presos (30 de agosto de 2021, 14 de septiembre de 2021 y 2 de febrero de 2022), una más por hurto (21 de abril de 2021), otra por homicidio (17 de septiembre de 2017) y lesiones personales (23 de febrero de 2013).
La preferencia de los delincuentes por este corredor, por encima de otras zonas del Valle de Aburrá, la explica el experto forense y docente del Tecnológico de Antioquia, Germán Antía. Los delincuentes buscan los corredores más solitarios para abandonar los cadáveres y que no cuenten con cámaras de seguridad, características que actualmente tiene esta vía, que sumada a su centralidad, facilita la labor a los homicidas para abandonar los cuerpos, sin tener que recurrir a sectores más alejados, donde también se han registrado hallazgos, aunque no en tal cantidad.
“Con esta modalidad, muchas veces, lo que busca el homicida es ganar tiempo para escapar”, señaló el docente, quien añadió que en muchas ocasiones antes de la muerte de estas personas se registran casos de tortura a las víctimas, “bien sea para buscar obtener alguna información o por algún ajuste de cuentas, bien sea de tipo criminal o por situaciones personales”.
Las medidas adoptadas por la Alcaldía de Bello, principalmente con la instalación de las cámaras, buscan que sus cifras de asesinatos no incrementen por cuenta de estos cadáveres embolsados, lo que ya viene ocurriendo, ya que el 33,33% de los casos en este municipio ocurrieron bajo esta modalidad.
