El presidente de la Agencia Nacional Minera está buscando encuentros con los mineros de la subregión y explicando por qué, según él, el Gobierno sí ha cumplido compromisos.
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Gobierno trata de apagar el paro minero que se le viene encima en el Bajo Cauca
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La imagen corresponde al paro minero de principios del año pasado en el Bajo Cauca. FOTO: JULIO CÉSAR HERRERA
10 de octubre de 2024
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Al Gobierno le preocupa que la COP-16 coincida justo con la que sería la hora cero para el inicio de un posible paro minero en el Bajo Cauca antioqueño, con el consecuente ruido que este pueda traer. Por eso, el presidente de la Agencia Nacional Minera (ANM), Álvaro Pardo, está empeñado en buscar encuentros con el fin de disuadir a los mineros de esta subregión de emprender una nueva protesta y este jueves salió a desmentir el argumento de que desde el sector oficial se esté incumpliendo con acuerdos hechos previamente.
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En la tercera semana de septiembre pasado, en una entrevista con el periódico EL COLOMBIANO, la presidenta del Comité por la Vida y la Formalización Minera, Liseth Osorio, se quejó del aparente incumplimiento de compromisos adquiridos desde Bogotá tras el movimiento que emprendieron en 2023 y amenazó con que si no se veían cambios en un mes, era inminente otro paro. La fecha de inicio sería el 21 de octubre, justo el día en que en Cali se da comienzo a la cumbre internacional ambiental COP-16 y, por tanto, los reflectores del mundo estarán puestos sobre el país.
Entonces señaló específicamente que el proceso de formalización no ha avanzado y que la destrucción de maquinaria amarilla en los entables mineros se agudizó a partir del decreto 1035 que faculta a la Fuerza Pública para hacer su decomiso e inhabilitarla.
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No obstante, este jueves Pardo aseguró que si el proceso de formalización ha fallado ha sido por culpa de los mismos mineros del Bajo Cauca, a diferencia de otras zonas donde la estrategia ha funcionado.
Detalló que desde el 4 de enero, cuando la ANM asumió la delegación minera en Antioquia, se identificaron 4.800 unidades de producción en el Bajo Cauca susceptibles a la formalización, pero de ese total, solo 3.535 accedieron a iniciar la caracterización, un proceso que implica recabar información sobre la ubicación, maquinaria disponible y producción, entre otros.
Apuntó que los demás no quisieron debido, según expresaron, a la desconfianza acumulada por procesos fallidos en el pasado y por prevención acerca de que esos datos se utilizaran, por ejemplo, para que luego la Fuerza Pública entre a dañarles los entables.
Lo concreto, según Pardo, es que a esos 3.535 no los tocó ni la Policía ni el Ejército, justamente por haber iniciado ya el proceso de formalización. De ese total, la gran mayoría, 2.499, son del Bajo Cauca y el resto del Sur de Bolívar y de Córdoba.
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El problema con los de la subregión antioqueña es que de ahí en adelante la ANM citó a por lo menos 16 reuniones, pero la asistencia fue escasa, de manera que solo 600 continúan en el proceso. Así, quienes ahora atizan el movimiento de protesta serían los que no se acogieron, pero que pueden hacerlo.
Adicionalmente, la caracterización ha puesto de relieve otro inconveniente, pues algunos de los que quieren pasar como pequeños mineros en realidad se acoplan más a la condición de la mediana minería por la maquinaria de la que disponen y su capacidad de producción, de cuerdo con el presidente de la ANM.
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Según Pardo, no es cierto, como lo ha dicho la señora Osorio, que el presidente Petro prometiera en su visita a la zona que iba a legalizar también a los mineros medianos. “Él jamás dijo eso; yo estuve ahí y tengo la grabación; nosotros no podemos ir contra las normas que existen”, recalcó.
Sin embargo, planteó que para los medianos mineros existe una ruta, por ejemplo a través de la suscripción de contratos de concesión, si bien es más exigente en cuanto a la obligación de que se asocien y que observen prácticas amigables con el medio ambiente.
La vía adicional serían los acuerdos para explotar betas mediante contratos de tercerización con las empresas que detentan los títulos legales.
Otro de los compromisos adquiridos era acercar herramientas de gobernanza minera al territorio y por eso la ANM amplió su personal en Medellín, de 20 a 80 personas, abrió una oficina en Caucasia y dispuso de un funcionario en El Bagre. “Son personas de la misma comunidad”, recalcó Pardo.
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Pardo adelantó que el Gobierno reservó 18 bloques en el Bajo Cauca en los cuales los profesionales del Servicio Geológico Colombiano están haciendo estudios para comprobar el potencial aurífero. Esto con el fin de poder reubicar allí a los pequeños mineros que se formalicen. Se prevé que la información al respecto esté lista para el próximo 3 de diciembre.
Este jueves la agenda de Pardo en Medellín ha sido intensa en reuniones con personas de la región, tratando de “venderles” sus razones para que no prendan la llama incendiaria de un posible paro.
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