En menos de una semana, EPM cambió drásticamente su decisión de dejar de prestar los servicio de acueducto, alcantarillado y aseo en el municipio de Quibdó. Pese a que el pasado viernes 24 de junio, esa compañía ya le había dado un portazo a la Superintendencia de Servicios Públicos (Superservicios), señalando no ver viable extender hasta diciembre su presencia en la capital de Chocó, este miércoles reversó su posición por cuenta de un cruce de trinos entre el presidente electo Gustavo Petro y el alcalde de Medellín Daniel Quintero.
Aunque según consta en varios oficios en los que se alertó de los graves impactos que podría ocasionar esa decisión, la determinación de EPM parecía no tener reversa hasta finales de la semana pasada. No obstante, a través de una breve conversación en Twitter, fue que los habitantes de Quibdó lograron salir de la incertidumbre en la que estaban sumidos desde hace varias semanas.
Para comprender la controversia de este miércoles, en la que salió a flote la tensa relación que sostienen la Superservicios y la Alcaldía de Medellín, hay que remontarse al 11 de enero de 2005, cuando la Superservicios tomó posesión de las Empresas Públicas de Quibdó (EPQ) luego de que esta entrara en liquidación.
Tras acumular más de $2.100 millones en deudas y arrastrar múltiples quejas y problemas en la prestación de sus servicios, EPQ entró en una lenta agonía que, aunque todavía no concluye, sí ha dejado en una permanente zozobra a los habitantes de la capital de Chocó.
Bajo ese panorama, EPM aterrizó en la región el 31 de marzo de 2008, tras sellar un convenio interadministrativo con EPQ en liquidación, encargándose de respaldar y operar la prestación de esos servicios básicos en el municipio.
Durante los últimos 14 años, la compañía antioqueña ha venido extendiendo su presencia en el municipio, a través de la firma de prórrogas en las que se ha mantenido como un operador de emergencia mientras el problema de fondo se resuelve.
Justamente, la discusión de este miércoles se produjo a raíz de que la última prórroga de ese convenio se vencerá este jueves 30 de junio y EPM ya había expresado por escrito su negativa a extenderla una vez más.
El giro de la situación se produjo en cuestión de pocas horas. Hacia las 7:30 a.m., a raíz del vencimiento del plazo, Petro sacó el tema a flote y le pidió a EPM no dejar en el aire a los habitantes de Quibdó.
“Atendiendo el llamado de la comunidad de Quibdó y dado que no se ha dado solución a la continuidad del servicio de acueducto, alcantarillado y aseo solicito a EPM mantener su apoyo a la operación hasta que tengamos una solución definitiva, con el gerente Jorge Andrés Carrillo”, escribió Petro en su cuenta de Twitter, arrobando a la cuenta oficial de EPM.
En cuestión de 23 minutos, sin que EPM se hubiera referido al tema, el alcalde Daniel Quintero tomó la vocería de la empresa y de su Junta Directiva y aseguró que, tras analizar el tema, ya se había decidido mantener la presencia de la empresa en Quibdó.
“Cuente con eso señor Presidente. En este momento en junta directiva de EPM hemos dado instrucción de mantener la operación. Esperamos que el nuevo equipo de la Superservicios ponga como prioridad a la gente y no los intereses del GEA”, dijo el alcalde, aprovechando la coyuntura para lanzar dardos a la Superservicios.
Media hora después, el gerente de EPM, Jorge Andrés Carrillo, se sumó a la rápida conversación virtual y reiteró que la empresa mantendría el servicio en esa zona.
“Frente a su solicitud, EPM comunicará su voluntad de mantener la operación de los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo como lo ha hecho durante los últimos 14 años luego de que Superservicios interviniera las Empresas Públicas de Quibdó (EPQ) en liquidación”, expresó Carrillo.
Casi una hora y media después, la superintendente de Servicios Públicos, Natasha Avendaño García, contribuyó al cruce de trinos, pero en este caso revelando al menos tres oficios en los que desmintió a EPM.
El primero de ellos se trata de una carta con fecha del pasado 10 de junio, en el que la Superservicios le solicitó a EPM mantener su presencia en Quibdó al menos hasta el 31 de diciembre de este año.
Según se lee en el documento, firmado por la directora de Entidades Intervenidas y en Liquidación, Lucía Hernández Restrepo, la Superservicios estaba preocupada por el poco interés en dos licitaciones con la que se busca contratar a nuevos operadores para los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo.
“La Superintendencia considera necesaria y responsable una nueva prórroga del convenio de colaboración, para garantizar la prestación de los servicios de acueducto, alcantarillado y aseo a los habitantes del municipio de Quibdó hasta tanto se concreten las gestiones antes mencionadas”, se lee en la carta.
El segundo documento se trata de una respuesta de EPM a esa primera carta, con fecha del pasado viernes 24 de junio, en el que en menos de dos párrafos la empresa le dio un portazo a la Superservicios y consideró inviable la prórroga.
“EPM considera que no es posible acceder a dicha prórroga del convenio, entendiendo que ya se cumplió la finalidad de éste y se dieron las condiciones de transición para que la EPQ en liquidación reciba la operación en la fecha pactada, definida para el próximo 30 de junio del presente año”, se lee en la respuesta, en la que Carrillo señaló que el apoyo de EPM se limitaría a “entregar los sistemas operados” de cara a un empalme.
La superintendente Avendaño agregó una tercera carta enviada ayer en la que esa entidad le imploraba a EPM reconsiderar su decisión, alertando que la misma podría tener graves impactos para ese territorio.
Tras el anuncio del gerente Carrillo, que además fue replicado en las cuentas oficiales de EPM, durante las primeras horas de la tarde de este miércoles la empresa señaló que la prórroga sería por seis meses más.
“(...) con la solicitud del Presidente electo y ante la directriz de la Junta Directiva de EPM y del presidente de este organismo, Daniel Quintero, la Empresa ha decidido comunicar su voluntad de prorrogar el convenio por seis meses más”, informó EPM en un comunicado en la tarde.
Dos días antes de ser reintegrado a su cargo, del que fue suspendido por su presunta participación en política en favor del Pacto Histórico, el alcalde Daniel Quintero había aludido indirectamente a las banderas que representaría la llegada de un nuevo gobierno. “Voten por ustedes, por sus hijos y por sus familias. Piensen en las comunidades negras, en los indígenas”, anotó el alcalde aquel domingo 19 de junio.
En ese llamado también parecen concordar los 132.918 habitantes de Quibdó, cuya Alcaldía celebró este miércoles la decisión de EPM de echar para atrás su salida intempestiva de la región luego de un trino de Gustavo Petro.
