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Conclusiones del informe clave sobre Hidroituango: es recuperable pero aún persiste alto riesgo

  • El cronograma de EPM prevé que la primera unidad se encienda a mediados del año y la segunda antes del 30 de noviembre, justo cuando se vencen los compromisos de energía. FOTO: ESTEBAN VANEGAS
    El cronograma de EPM prevé que la primera unidad se encienda a mediados del año y la segunda antes del 30 de noviembre, justo cuando se vencen los compromisos de energía. FOTO: ESTEBAN VANEGAS
  • Vista del deslizamiento ocurrido sobre los portales de túneles de desvío, el 16 de mayo de 2018. Se indican niveles de suelo y rocas de distinta calidad geotécnica. FOTO: TOMADA DEL INFORME
    Vista del deslizamiento ocurrido sobre los portales de túneles de desvío, el 16 de mayo de 2018. Se indican niveles de suelo y rocas de distinta calidad geotécnica. FOTO: TOMADA DEL INFORME
  • Vista de las grietas abiertas de la zona del portal de entrada de la cámara de compuertas de los pozos de aducción, y una de las grietas del piso de dicha cámara. FOTO: TOMADA DEL INFORME
    Vista de las grietas abiertas de la zona del portal de entrada de la cámara de compuertas de los pozos de aducción, y una de las grietas del piso de dicha cámara. FOTO: TOMADA DEL INFORME
  • Derrumbe reciente en ladera izquierda y antiguo derrumbe en ladera derecha, aguas arriba del sitio de presa, fotos tomadas desde un helicóptero. Corresponden a deslizamientos activos. FOTO: TOMADA DEL INFORME
    Derrumbe reciente en ladera izquierda y antiguo derrumbe en ladera derecha, aguas arriba del sitio de presa, fotos tomadas desde un helicóptero. Corresponden a deslizamientos activos. FOTO: TOMADA DEL INFORME
  • Derrumbe por encima de los pozos de compuertas y de la captación (deslizamiento Romerito, izquierda), deformación de cerchas de acero en el túnel vial, las que tuvieron que ser reemplazadas o reforzadas (derecha). FOTO: TOMADA DEL INFORME
    Derrumbe por encima de los pozos de compuertas y de la captación (deslizamiento Romerito, izquierda), deformación de cerchas de acero en el túnel vial, las que tuvieron que ser reemplazadas o reforzadas (derecha). FOTO: TOMADA DEL INFORME
Conclusiones del informe de Poyry sobre estabilidad de presa y vertedero de Hidroituango
22 de enero de 2022
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Fueron conocidas al fin las 432 páginas del informe final de las condiciones de estabilidad de Hidroituango, rendido por la empresa de consultoría chilena Pöyry como requisito para que la Anla levante las restricciones y la futura central pueda generar la energía presupuestada este año con sus dos primeras unidades.

Varias son las conclusiones más importantes de esta radiografía general del estado del megaproyecto. A pesar de la intención manifiesta del alcalde Daniel Quintero de cambiar los contratistas, la consultora internacional afirma que se debe evitar la sustitución de los actores principales en este proyecto porque esto significaría importantes retrasos (mínimo un año) y reduciría la trazabilidad en la recuperación de la obra. Además, aumentará el costo global y se perdería responsabilidad para el diseño y la ejecución.

Pöyry señala, a su vez, que pese a que la emergencia iniciada en abril de 2018 generó daños muy significativos a la infraestructura de la obra, incluidas afectaciones enormes por erosión y socavación hidráulica, el proyecto es técnicamente recuperable.

“La rehabilitación y puesta en marcha del proyecto es la única alternativa para gestionar los peligros y riesgos correspondientes en una forma controlada; un abandono (o desmonte) del proyecto no representa una solución válida y además factible con respecto a los riesgos involucrados. En su mayoría la recuperación es posible mediante técnicas convencionales de ingeniería y construcción”, acota.

Sin embargo, a pesar de mejoramientos en diversos aspectos, Pöyry sostiene que persisten riesgos importantes que se deben tener presentes y tomar en consideración. Con los daños sufridos, la exposición del proyecto a riesgos catastróficos ha aumentado en varios aspectos, en comparación con su diseño original, explica.

El mayor peligro sigue siendo un aumento considerable del nivel del embalse por un gran deslizamiento en el valle del río Cauca aguas arriba del sitio del proyecto. Mientras el diseño original contaba con el vertedero, conductos para aguas turbinadas, una importante capacidad de descarga y la posibilidad de bajar el nivel del embalse, este ya no es el panorama actual, por lo menos no hasta la puesta en marcha de las ocho unidades de generación.

Dice textualmente el informe: “un todavía peor escenario constituye un daño progresivo del vertedero mismo (similar o peor como ocurrió en febrero de 2017 con el vertedero de la presa Oroville en California, EE. UU.), lo cual podría resultar en una pérdida total de la presa Ituango, con consecuencias catastróficas. Este riesgo existe y es elevado, debido a la operación continua y dificultad de ejecutar reparaciones mayores, sin contar con otro elemento para evacuar avenidas torrenciales. Este riesgo se reducirá progresivamente con cada nueva unidad de generación puesta en operación, lo cual permitirá bajar el nivel del embalse, sin solamente depender del vertedero”.

Los hallazgos más problemáticos podrían potencialmente resultar “en una rotura de la presa, la cual sería un evento catastrófico que se debe evitar de todas maneras”.

Estos puntos críticos son los daños en el muro de cemento-bentonita en la parte superior de la presa, daños de la losa del vertedero, taludes en el cuenco amortiguador, la zona derrumbada en el estribo derecho de la presa y aumento inusitado del nivel del embalse por deslizamientos.

Infográfico

Un semáforo con los riesgos principales

Pöyry revisó una extensa lista de documentos proporcionados por EPM y sus empresas colaboradoras (asesoría, interventoría, junta de expertos y otros), y sostuvo diversas reuniones con distintos actores del proyecto. “Por la cantidad de documentos (más de 40.000 archivos) ha sido imposible revisar la totalidad de información”, aclara.

Una claridad que trae el informe: solamente se evaluaron las soluciones permanentes definidas y presentadas hasta al final de la redacción del mismo, debido a que la definición de soluciones permanentes del proyecto se encuentra aún en diseño final o bien construyéndose por parte de EPM. Se basaron en las condiciones de obras encontradas durante la última visita en septiembre de 2021.

La consultora dividió los riesgos en los colores de un semáforo. Son los siguientes:

Rojo: muy críticos, requieren atención urgente (potencial consecuencias catastróficas):

• Se debe poner en operación urgente una descarga intermedia adicional que permita bajar el nivel del embalse en caso de daños.

• Se debe evitar el cambio de los actores principales en este proyecto, es decir, los contratistas. Esto significaría importantes retrasos (mínimo un año) y reduciría la trazabilidad en la recuperación del proyecto.

Sostiene al respecto en otro apartado: “La gestión eficaz por parte de EPM, de los contratos correspondientes, constituye un prerrequisito para evitar una inoportuna prolongación de la situación de contingencia (...) Según la experiencia de Pöyry, las nuevas empresas necesitarían varios meses para comprender y verificar todo los retos y desafíos del proyecto, y al final pueden pedir una compensación encima de las expectativas de EPM o inclusive declinar su participación”.

• Pantalla de la presa: elementos rígidos dentro del cuerpo de la presa están reduciendo la seguridad de la misma en comparación con el diseño original. Existe incertidumbre en el estado del muro de cemento-bentonita, especialmente en lo que respecta a las propiedades del material y la geometría. El muro de cemento-bentonita es el punto débil de la presa y requiere una atención especial. Se requiere vigilancia y monitoreo continuo.

• Deficiencias en el análisis de estabilidad y en la evaluación de la seguridad de la presa. Incertidumbres respecto a las propiedades de los materiales y a los supuestos del modelo. Resultados inciertos del análisis de la presa y especialmente del análisis sísmico.

• Vertedero: operación continua imprevista, agrietamientos en la losa y los muros, además de un salto insuficiente, debido a una operación de las compuertas y canales por debajo de lo óptimo.

• Cuenco amortiguador: se presenta avance de erosión descontrolada en el fondo.

Vista del deslizamiento ocurrido sobre los portales de túneles de desvío, el 16 de mayo de 2018. Se indican niveles de suelo y rocas de distinta calidad geotécnica. FOTO: TOMADA DEL INFORME
Vista del deslizamiento ocurrido sobre los portales de túneles de desvío, el 16 de mayo de 2018. Se indican niveles de suelo y rocas de distinta calidad geotécnica. FOTO: TOMADA DEL INFORME
Vista de las grietas abiertas de la zona del portal de entrada de la cámara de compuertas de los pozos de aducción, y una de las grietas del piso de dicha cámara. FOTO: TOMADA DEL INFORME
Vista de las grietas abiertas de la zona del portal de entrada de la cámara de compuertas de los pozos de aducción, y una de las grietas del piso de dicha cámara. FOTO: TOMADA DEL INFORME

Naranja: requieren atención relativamente rápida (potencial de daños intermedio):

• Sismicidad: Fueron detectadas deficiencias en el estudio sísmico actualizado.

• Talud inestable. Puede generar una ola hacia el vertedero o la presa. Puede desestabilizar la zona de las galerías de acceso a cámara de compuertas.

• Gran volumen de macizo rocoso perturbado, colapsado, descomprimido. Pöyry recomienda extender la zona de tratamiento hasta el embalse y no solo la zona perturbada identificada al interior de la ladera.

• Túneles de desvío: hay daños en el pretapón. El taponamiento del túnel tiene material de colapso. Hay flujos constantes de entre 7-8 metros cúbicos por segundo.

• Alcance limitado de la medición de las filtraciones y ausencia de seguimiento de las partículas erosionadas.

• Filtraciones en el estribo izquierdo de 40 litros por segundo. Calidad geotécnica muy pobre de la fundación de la parte superior de la presa y zonas inestables y deslizamiento encima del eje de presa.

• Se generan precipitaciones y chorros de agua en los taludes laterales del cuenco. Daños incipientes en el hormigón lanzado del soporte de los cortes.

Derrumbe reciente en ladera izquierda y antiguo derrumbe en ladera derecha, aguas arriba del sitio de presa, fotos tomadas desde un helicóptero. Corresponden a deslizamientos activos. FOTO: TOMADA DEL INFORME
Derrumbe reciente en ladera izquierda y antiguo derrumbe en ladera derecha, aguas arriba del sitio de presa, fotos tomadas desde un helicóptero. Corresponden a deslizamientos activos. FOTO: TOMADA DEL INFORME

Las medidas de mitigación a corto plazo

El diagnóstico de Pöyry se complementa con una serie de recomendaciones a corto (2022), mediano (2023-2025) y largo plazo (2026-2029). Consignamos aquí las urgentes para este año:

• Se debe actualizar el estudio de rompimiento de presa con base en los resultados de un estudio sobre efectos de fallas de procesos, extendiendo el área de investigación hacia aguas abajo de Nechí.

• Debido a la gran cantidad de centros poblados potencialmente afectados por un eventual inundación y la magnitud del riesgo relacionado, no se debe esperar la finalización de la actualización del estudio de rompimiento de la presa e inundaciones, sino proceder sin retrasos con la inclusión provisional de centros poblados ubicados en la Llanura del Caribe al sur de la confluencia con el río Magdalena en el plan de acción de emergencia.

• Se debe verificar y actualizar el sistema de alerta temprana y adelantar la verificación y actualización de los alcances del sistema de monitoreo y vigilancia, además, será importante proceder con el cierre definitivo de los túneles de desvío y de la Galería Auxiliar de Desviación, reduciendo el riesgo de destaponamientos y por lo tanto, inundaciones aguas abajo de la presa.

• Prioridad número uno: las obras que permitan la puesta en marcha de las unidades 1 y 2, incluyendo la rehabilitación de las conducciones verticales con la instalación del blindaje de protección.

• Mientras que las obras del proyecto sigan en ejecución se debe limitar el nivel máximo del embalse a 408 msnm. En caso de crecidas es recomendable anticipar la ola de crecida y reducir el nivel del embalse en la medida posible para poder amortiguar el incremento.

• Adecuación de sistema de monitoreo de filtraciones de la presa para que pueda retener sedimentos (detección de erosión interna), de acuerdo con los comentarios emitidos por Pöyry en las primeras visitas.

Derrumbe por encima de los pozos de compuertas y de la captación (deslizamiento Romerito, izquierda), deformación de cerchas de acero en el túnel vial, las que tuvieron que ser reemplazadas o reforzadas (derecha). FOTO: TOMADA DEL INFORME
Derrumbe por encima de los pozos de compuertas y de la captación (deslizamiento Romerito, izquierda), deformación de cerchas de acero en el túnel vial, las que tuvieron que ser reemplazadas o reforzadas (derecha). FOTO: TOMADA DEL INFORME

¿Cuál es la trascendencia del informe?

Para comprender la importancia del informe Pöyry hay que remontarse al 1 de junio de 2018, cuando la Anla expidió la Resolución 820, la cual ordenó suspender los trabajos de Hidroituango a raíz de la emergencia que embargó al proyecto.

Pese a restringir en su artículo primero todas las actividades relacionadas con las etapas de “construcción, llenado y operación del embalse”, la adición de un parágrafo en el que se daba permiso para seguir con los trabajos necesarios para mitigar el riesgo permitió a EPM continuar con las obras más importantes, como terminar la presa, poner a funcionar el vertedero y recuperar la casa de máquinas.

No obstante, una de las condiciones más importantes demandadas por esa resolución fue la de contratar a un perito experto que emitiera un dictamen en donde se definiera la estabilidad de la obra, tanto presente como futura.

Este documento será el insumo principal que analizará la Anla para emitir un pronunciamiento de fondo sobre la hidroeléctrica y determinar si levanta esa restricción para acabar la obra.

Con este informe se busca garantizar que las soluciones tomadas para superar la crisis y operar esta central sean suficientemente confiables, asegurando la estabilidad de la presa y del sistema de obras subterráneas. Estas medidas, además, deberían asegurar que no existe una afectación negativa del medio ambiente y de la comunidad en la zona de presa y aguas abajo.

Aunque para cumplir con ese requisito, EPM contrató a la firma Pöyry y anunció que el dictamen se estaría conociendo a finales de 2019, su entrega fue postergada varias veces, bajo el argumento de que aún faltaba información para emitir el documento final y luego por las restricciones que trajo la pandemia.

Finalmente, el documento fue radicado ante la Anla el pasado 29 de diciembre. La entidad le dijo esta semana a EL COLOMBIANO que para su revisión cuenta con un equipo técnico de profesionales nacionales e internacionales de diferentes disciplinas y especialidades y que, además, realizará varias visitas de campo y mesas de trabajo para tomar una decisión.

En respuesta a un requerimiento formulado por este diario, EPM señaló que la decisión que adopte la Anla es crucial para saber si el proyecto puede retomar las obras que no estén estrictamente asociadas a mitigar el riesgo. “Con base en sus propios análisis, la Anla definirá si lo consignado en el documento de Pöyry cumple con lo solicitado para un eventual levantamiento de la medida preventiva impuesta a Hidroituango”, expresó.

El cronograma de EPM prevé que la primera unidad se encienda a mediados del año y la segunda antes del 30 de noviembre, justo cuando se vencen los compromisos de energía en firme que asumió el proyecto ante la Creg.

Con base en ese panorama, al que se suman los interrogantes que plantea el informe de Pöyry sobre la estabilidad de la obra y las responsabilidades del siniestro ocurrido en 2018, los tiempos incrementarían la presión para conocer un dictamen definitivo antes de julio.

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