Los oficiales inspeccionaron el lugar y fue allí que descubrieron varios vehículos que lucían abandonados y que estaban comenzando a ser desarmados.
Considerando que dicha escena era sospechosa, los policías cotejaron las identificaciones de los carros con los sistemas de información judicial, confirmando que los automotores habían sido reportados como robados.
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Según las autoridades, gracias a esa información, se lograron recuperar tres vehículos por un valor de $120 millones, así como una moto que tenía su placa adulterada y que quedó a disposición de efectivos de la Sijín para ser identificada plenamente.
En sus pesquisas, la Policía logró seguirle la pista a los vehículos y confirmó que los mismos habrían sido robados en hechos ocurridos en los municipios de Copacabana y Medellín.
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Tras ser extraídos de sus propietarios mediante la modalidad de halado, los automotores eran entonces llevados de forma clandestina hasta esa vereda de Girardota, en donde eran desarmados y vendidos en el mercado negro.
Además de este operativo, la Policía también informó de otro golpe logrado en ese mismo municipio, en donde en un parqueadero la policía descubrió un carro con placas alteradas y que escondía un arsenal de un grupo de crimen organizado.
Al interior del automotor, precisó la institución, se extrajo dos fusiles calibre 5.56, 235 cartuchos y cinco proveedores.
En ese segundo operativo, de igual manera los uniformados lograron dar con otro vehículo que había sido reportado como robado desde noviembre del año pasado en Bello, cuya placa también habría sido adulterada para esconderlo de las autoridades.