Ni las advertencias de la Gobernación de Antioquia ni los reclamos de la ciudadanía ni la solicitud del presidente Gustavo Petro. Nada valió. En Caucasia no solo hicieron otra vez corralejas sino que, tal como ocurrió el año pasado, el alcalde Jefferson Sarmiento entregó un balance con subregistro para lavar la cara del evento, que dista mucho de lo que pasó realmente durante los cinco días de festividades.
Sarmiento, en declaraciones publicadas en Blu Radio, había asegurado este lunes 2 de enero que estaba feliz con el balance del evento que, según dijo, había dejado 18 personas con lesiones menores, ningún toro muerto, un caballo herido al que atendieron oportunamente y un estricto control para evitar presencia de menores de edad en las corralejas. A esto lo calificó como un éxito. Y es que el año pasado, en contra de las advertencias del gobernador Aníbal Gaviria, el alcalde Sarmiento había defendido a capa y espada las corralejas en las que murieron brutalmente nueve toros y 23 caballos resultaron gravamente heridos, cifras que entregó la Gobernación tras señalar que el alcalde y sus funcionarios quisieron engañar a la administración departamental asegurando que no se habían presentado animales muertos ni personas heridas.
Esta vez pasó exactamente igual. El gobernador encargado, Juan Pablo López Cortés, señaló que según información reportada por el Comité de Corralejas del municipio, el evento dejó 39 personas heridas, dos caballos gravemente lesionados, 40 menores de edad retirados del lugar y todos los toros usados heridos. Pero la Gobernación ni siquiera confía en que estas cifras sean reales. La gerente de Bienestar Animal de la Gobernación de Antioquia, Lina de los Ríos, reconoció que presumen un subregistro, pues es altamente probable que más caballos hayan salido heridos y hayan muerto con posterioridad. Esto mismo han denunciado ciudadanos y colectivos animalistas en el Bajo Cauca. A esto se le suma que el 27 de diciembre, antes de que empezaran las corralejas, la Gobernación había advertido que las tribunas no cumplían con las condiciones de seguridad y ofrecían serios riesgos para los cientos de espectadores.
López recordó que, antes de las fiestas navideñas, la Gobernación de Antioquia había enviado comunicaciones escritas a los municipios en los que se desarrollan las corralejas para recordarles la normatividad vigente, tanto en la Ordenanza 18 de 2020 como en la Sentencia C889 de 2012, que busca desincentivar los espectáculos en los que se cause maltrato o muerte a los animales. “Las corralejas siempre tienen un saldo de afectaciones en ambas formas de vida, desde la Gobernación de Antioquia, en cabeza del gobernador Aníbal Gaviria se invita a que no se realicen estos espectáculos, los cuales no pueden ser una expresión cultural, por el contrario, lo que se debe hacer es celebrar la vida”, señaló dicho comunicado.
No obstante, López señaló que fue evidente que en Caucasia se hizo caso omiso tanto a ese llamado como a lo estipulado en la Ordenanza 18, que prohibe el uso de elementos que laceren, corten, mutilen, hieran o den muerte a los animales y obliga al uso de elementos de protección en este tipo de espectáculos, tal como quedó en evidencia en medios de comunicación, redes sociales y testimonios de los mismos asistentes y de los colectivos animalistas.