Mientras que en el aeropuerto José María Córdova (JMC) hay cada vez más problemas de saturación en zonas como los controles de migración y los filtros de ingreso, el plan maestro que definirá la ruta de ampliación de infraestructura y capacidad aún no se entrega. Y el tiempo apremia. No se trata solamente de tener una respuesta clara sobre dónde y cuáles serán las fases de construcción de un segundo terminal para aumentar la capacidad que responda a la demanda creciente de pasajeros en el aeropuerto, sino también de definir lo que pasará con el desarrollo de una nueva pista y el mejoramiento de la actual, que está a punto de llegar a su límite.
Dicha pista tiene capacidad para 30 operaciones por hora y en este momento se realizan 24 operaciones por hora. Y el número de pasajeros sigue creciendo, lo que aumenta la presión sobre la demanda de dicha pista, que también empieza a saturarse. Así lo explicó Sara Ramírez, gerente general de Airplan, en la Asamblea de Antioquia, donde la semana pasada se llevó a cabo una sesión para tratar este tema.
Las cifras entregadas por la gerente son contundentes: en 2022 fueron cerca de 13,4 millones de pasajeros, lo que significó 102.000 operaciones al año. Pero el actual edificio terminal tiene una capacidad para 10,5 millones de pasajeros. Y aunque en 2023 se pasó a 12,2 millones de personas, para este 2024 se espera subir de nuevo a 13,8 millones. Esto, de forma inevitable, implica congestiones, restricciones y malestar en los usuarios, quienes ven desmejorar la prestación del servicio.
En consideración de Ramírez, el plan maestro, que en este momento se encuentra en actualización en la Aeronáutica Civil, debe responder al futuro de expansión de esos dos frentes —terminal aéreo y pista—, pero también al de la plataforma, el lugar donde se parquean las aeronaves. “El desarrollo tiene que ir armónico entre unos y otros, cualquiera que se quede por debajo hace que en general se restrinja el desarrollo del aeropuerto. Los componentes que están generando la restricción en el crecimiento son el edificio terminal y la plataforma”, dijo la gerente.
La proyección que ha dado a conocer la Aeronáutica es que el nuevo plan maestro debería estar listo para diciembre. Pero el año está que se acaba y aún no hay fecha exacta. La necesidad concreta es que se agilice la entrega de esa ruta, porque las intervenciones deben comenzarse cuanto antes.
“Nos la pasamos atendiendo la urgencia, entonces no se percibe como que la segunda pista requiera un acelerador”, sostuvo Ramírez. Parte de la complejidad radica en que el JMC está operando un 26% por encima de su capacidad, y aunque un edificio terminal se puede tener listo en un tiempo de dos o tres años, una segunda pista requiere por lo menos 10 años, en especial debido a las condiciones de la zona donde estará ubicada: montañosa, con lluvias frecuentes y con un costo de la tierra al alza. Además, se debe completar la gestión predial para construir y se requieren licencias ambientales con la Anla.
Marisol Gómez, secretaria de Infraestructura de Rionegro, explicó que entre las solicitudes que se han elevado a la Aerocivil está la información para la ampliación de las vías hacia el aeropuerto JMC: “Son 4 veredas de las 36 del municipio que se involucran en este proyecto. Saber qué va a pasar y cuándo se compran los predios”.
Otra pista antes de 10 años
Y sin un plan maestro no se puede comenzar la construcción de la nueva pista, que debería estar lista justamente en 10 años. A esto se suma que el plan maestro también debe definir lineamientos sobre la integración de la operación del aeropuerto Olaya Herrera de Medellín, de la cual se podría llevar para Rionegro el 30% de las 75.000 operaciones al año, porcentaje que equivale a la operación comercial regular. Esto generaría una carga adicional sobre la pista del José María Córdova en 10 operaciones por hora más, lo que sumado a las 24 operaciones/hora actuales superaría por mucho la capacidad.
“El plan maestro es un documento que le dice a Antioquia cuáles son las obras de infraestructura que requiere el aeropuerto. De esta manera se busca que los más de 13 millones de pasajeros que pasan por este aeropuerto puedan gozar de buenas instalaciones”, agregó el diputado Luis Gabriel Gómez.
En este sentido, además se deben definir las rutas para acciones más inmediatas, como el incremento de la capacidad del edificio terminal de los 10,5 millones de pasajeros a los 17 millones. Según datos de Airplan, este año terminan de acordar esta intervención con la Agencia Nacional de Infraestructura y se estarían comenzando obras en 2025.
Así, se podría operar con comodidad hasta 2028, año en el que ya deberían estar listos los planos para la primera fase de un segundo terminal que se decida construir y sobre el que no se sabe todavía un lugar exacto, pero se han barajado posibilidades como Santa Fe de Antioquia o San Pedro de los Milagros, según las proyecciones que se han dado a conocer. Lo cierto es que el terminal actual no podría llegar a una capacidad mayor a los 17,5 millones de pasajeros, porque la plataforma no puede crecer más, por lo cual urge que en cuatro años se tengan avances sobre nuevos terminales.
Asimismo, la gerente sostuvo que con las mejoras que se le hagan a la pista actual se puede llevar a su máximo potencial posible, que es de 38 o 40 operaciones por hora, por lo cual se debe tener lista la segunda pista en 10 años, pues la demanda seguirá aumentando.
Si esto no ocurre, se verá afectado no solo el sector aéreo, sino también el turismo: los hoteles, el comercio, la agencias de viajes, la industria del entretenimiento como conciertos y eventos internacionales y otros focos del desarrollo creciente del departamento.
Entre tanto, el secretario de Infraestructura de Antioquia, Horacio Gallón, contó que siguen trabajando en la ampliación de recursos para que el aeropuerto Antonio Roldán Betancur, ubicado en Carepa, Urabá, se convierta en un terminal internacional, lo cual es una necesidad de esa región debido a su crecimiento en aspectos portuarios, turísticos y empresariales.
Por lo pronto se espera que antes de que termine el 2024 se presente el documento con el plan maestro, para cuya actualización el gobierno nacional dispuso $10.500 millones, con el fin de iniciar la ejecución de obras que mejorarán las condiciones de operación del José María y la proyección de obras del Olaya Herrera.
La gerente puntualizó que en plan maestro se han invertido $569.511 millones, $468.797 millones en el JMC y $100.714 millones en el Olaya.
