En 2016 un anuncio de Amazon llamó la atención del mundo: la compañía le presentó a la opinión pública Amazon Go, un supermercado sin cajeros. La noticia pareció anunciar la llegada del futuro visto en las películas de ciencia ficción: la gente podía comprar verduras o leche sin necesidad de interactuar con nadie, esto gracias a un sofisticado sistema de sensores manejados por la Inteligencia Artificial. Estas cámaras identificaban los productos que los clientes tomaban de los estantes y los “apuntaban” en una lista de cobro que se hacía efectivo apenas las personas salían del sitio. En un principio estos supermercados estaban abiertos para los empleados de Amazon, pero con le paso de los años se abrieron al público en general.
Sin embargo, tanta belleza no era realidad. Según informó The Information, las cámaras en realidad estaban conectadas con unas pantallas seguidas de cerca por miles de indios. En otras palabras, sí había cajeros en estas tiendas, solo que estaban al otro lado del mundo. Estos trabajadores seguían los movimientos de los clientes, llevaban la cuenta de los productos que tomaban de las góndolas y hacían los respectivos cobros electrónicos. Es decir, la Inteligencia aplicada en los Amazon Go no era nada artificial.
“La revelación de que un aparente logro tecnológico es tan solo la tercerización a un lugar con sueldos bajos no es nuevo”, dijo La Nación respecto de esta información.
Hasta el momento, Amazon no ha desmentido la información de The Information. Un vocero suyo sí anunció que de ahora en adelante los cobros se realizarán con escáneres dispuestos en carritos de compra, una tecnología muy similar a la que ya se emplea en otros supermercados del mundo.