Aunque tenga un tapabocas, si no se tapa la nariz, o si lo lleva en la barbilla o lo carga en la mano, no hace nada. Día a día se cometen errores con el uso de este objeto que ya es parte del vestuario cotidiano, y que es fundamental en eso de protegerse contra el virus. Lo importante es su buen uso.
Un reciente estudio de la Universidad de Duke midió la efectividad de 14 tipos de mascarillas de uso común. Entre los más efectivos está el quirúrgico (o médico), diseñado para no contaminar al doctor o paciente (protección en doble vía) de salpicaduras o sangre, y uno de los que más se comercializan en el mercado.
Gabriel Leonardo Ramírez, coordinador de Urgencias de la Clínica CES, señala que con una mascarilla quirúrgica es suficiente para protegerse no solo contra el coronavirus sino contra muchos tipos de enfermedades, pero recalca su utilización.
“Uno ve a la gente en la calle con tapabocas en muy mal estado, sucios o deshilachados, se recomienda un solo uso. Así mismo, pierde capacidad de filtración si se seca después de estar húmedo”, dice.
La Organización Mundial de la Salud hace una serie de recomendaciones. Estas son