Sofía Petro, la hija del actual presidente de Colombia Gustavo Petro, confesó que padece del síndrome del impostor en su red social de Instagram. La joven le abrió el corazón a sus seguidores y les contó que por estos días su trastorno se estaba apoderando de ella.
“Es un estado psicológico que te hace pensar que no estás a la altura de la situación, que no mereces lo que tienes, donde estás o tus logros”, escribió Sofía en una de las historias que publicó.
También aprovechó para escribirle a todas las personas que se sientan igual que ella que merecen estar donde están y lo que tienen. “Nunca ha sido gratis, no cayó del cielo y lo vales”.
¿De qué se trata el síndrome del impostor?
El síndrome del impostor, también conocido como síndrome de fraude, es un problema psicológico en el que el paciente es incapaz de reconocer sus propios logros. Los éxitos de estas personas los relacionan con la suerte o coincidencia desmeritando sus capacidades, aunque los demás (que sí reconocen el talento de estas personas) les digan lo contrario.
Este síndrome conlleva a la incredulidad en uno mismo. Las personas más propensas de padecer de este síndrome son las que tienen una baja autoestima, una infancia en la que fueron juzgados y criticados, falta de seguridad personal y la pérdida de confianza en uno mismo.
Este síndrome puede ser agotador para la persona que lo padece, la sensación de sentirse no suficiente es la emoción principal de los que sufren de este síndrome.
“Sentir que no se es suficiente, que no se hizo bien el trabajo o que no se es tan inteligente conlleva a que las personas con síndrome de impostor no tomen riesgos por creer que no están a la altura del reto. Son personas con mucho miedo al fracaso y que trabajan por debajo de su potencial debido a la falta de confianza en los resultados. Es un temor generalizado”, así lo explicó María Luisa Zapata en una de sus columnas para EL COLOMBIANO, para la que leyó varios estudios publicados por la Asociación Española de PSicología Clínica y Psicopatología.
También menciona que es un síndrome que padecen tanto mujeres como hombres, pero en el ambiente profesional, pareciera predominar principalmente en las mujeres.
“Los sesgos nos condicionan y las relaciones culturales que nos unen crean preconcepciones que nos hacen ver como personas inseguras y faltas de confianza”, expone la columnista en su artículo.
Por otro lado, Valerie Young, investigadora del síndrome y autora de libros como Los pensamientos secretos de las mujeres exitosas: por qué las personas capaces sufren el síndrome del impostor y cómo prosperar a pesar de él (2011), categoriza los comportamientos del síndrome en cinco perfiles:
Perfeccionistas: Las personas que tienen metas altas y siempre piensan que lo podrían hacer mejor, aunque tengan éxito.
Súperhumanos: Los que cubren sus inseguridades exigiéndose cada vez más. Esto puede acabar afectando su salud y la relación que tienen con los demás.
Genios naturales: Son quienes suponen que al intentar algo tienen que salirles bien al primer intento o de forma fluida y se sienten frustrados cuando no es así.
Individualistas: Todo lo hacen por su cuenta y no piden ayuda a los demás por temor a que evidencien sus supuestas incapacidades de desarrollar sus tareas.
Expertos: Consideran que lo que hacen está mal, o no han sido honestos al momento de ejecutarlo. Tienen miedo a que los descubran y les digan que lo hicieron mal.