Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

El ruido del tráfico y otros sonidos que afectan el desarrollo cognitivo y auditivo de los niños

Desde el sonido del televisor de fondo hasta un avión aterrizando en la ciudad podrían afectar los oídos de niños y adolescentes.

  • Hasta los 20 años, niños y adolescentes tienen más riesgo de presentar efectos negativos debido a exceso de ruidos, ya que los oídos no han madurado lo suficiente. FOTO: Freepik
    Hasta los 20 años, niños y adolescentes tienen más riesgo de presentar efectos negativos debido a exceso de ruidos, ya que los oídos no han madurado lo suficiente. FOTO: Freepik
23 de octubre de 2023
bookmark

La contaminación auditiva está afectando el desarrollo cognitivo y auditivo de los niños y adolescentes. Los ruidos, como el tráfico vehicular en lugares de aprendizaje, el sonido de fondo del televisor encendido durante varias horas, el exceso de sonido de los auriculares y hasta el sonido que emiten algunos juguetes, están interfiriendo con el desarrollo adecuado de ellos.

Lea más: “Phubbing”, el molesto hábito telefónico que incomoda a las parejas

Esto lo alertó la Academia Americana de Pediatría en una revisión científica reciente publicada en la revista Pediatrics.

Y es que, ante la exposición de ruidos fuertes, el riesgo de los niños aumenta, ya que su oído no ha terminado de desarrollarse. Mientras más pequeño es el canal, es mayor la intensidad en las frecuencias más altas. Al nacer es de aproximadamente seis kilohercios y al segundo año de vida, disminuye a tres.

A los nueve años, el canal auditivo alcanza el tamaño y orientación de un adulto y la maduración del oído medio solo llega al tamaño adulto en la adolescencia. No es hasta los 20 años que se consigue una maduración de las vías y de la corteza auditiva.

Esto significa que hasta esta edad, los jóvenes tienen oídos más sensibles a ruidos fuertes y son más susceptibles a desarrollar pérdida o problemas de oído.

Para el diario El País, el médico Brian Reilly, uno de los autores del informe, expresó que “la exposición al ruido es un problema significativo de salud pública que requiere una atención urgente. Los efectos en la audición y la calidad de vida en las etapas tempranas puede afectar la trayectoria de vida de los niños. Es necesario hacer una llamada de alerta”, explicó.

Los ruidos peligrosos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un sonido equivalente a 70 decibeles (70 dB) o menos, durante 24 horas, evita deficiencias auditivas en el 95 % de las personas, incluso en el caso de una exposición de toda la vida.

Sin embargo, estos decibeles distan de los niveles de ruido reales que hay en las calles debido al tráfico vehicular y, también, del tráfico aéreo. En Colombia, en algunas ciudades como la capital, los rangos se exceden entre los 70 a 83 decibeles en 24 horas.

Le puede interesar: En una emergencia, ¿qué debe hacer con los niños?

Hay que tener cuidado con esta exposición. Un estudio español, publicado en 2022 en PloS Medicine, demostró que altos decibeles causados por tráfico vehicular cerca de colegios, tiene efectos a largo plazo en el desarrollo cognitivo de los niños.

La investigación fue liderada por científicos del ISGlobal, quienes registraron, con un sonómetro, el nivel de ruido de varias escuelas españolas para evaluar el efecto que tenía la exposición de la contaminación auditiva en el desarrollo de la atención y la memoria de trabajo.

“La primera se refiere al tiempo que tardan los niños en reaccionar a un estímulo. En cuanto a la segunda, es como la memoria RAM de los ordenadores. Por ejemplo, cuando vamos a cruzar una calle recibimos mucha información que tenemos que procesar, los coches que vienen, esa bicicleta, el semáforo, los demás peatones... Una vez que hemos cruzado, la borramos”, puntualizó María Foraster, principal autora del trabajo.

La investigación demostró que hay disminución tanto en la capacidad de atención y la memoria de trabajo. Con un aumento de 5 dB en los niveles de ruido exterior, por encima de la media, el desarrollo de esta memoria en niños fue un 11,4 % más lento que la media y, en capacidad de atención, fue de 4,8 % más lento.

“Esto podría deberse a que la exposición al ruido en la escuela es más perjudicial porque afecta a ventanas vulnerables de concentración y a procesos de aprendizaje”, apuntó Foraster.

También se evidenció que los picos de ruido, como el paso de un camión pesado, la bocina de un carro o el aterrizaje de un avión en la ciudad, afecta más que los niveles de ruido sostenidos, a pesar de que también sean elevados.

Lea más: ¿Cómo mantener sanos los pulmones y prevenir enfermedades respiratorias?

Según la investigación de este año, de la que participó Reilly, los sonidos que ponen en peligro la salud auditiva de los jóvenes son: primero, el uso personal de dispositivos de escucha.

“El uso de casos a volúmenes excesivamente altos es increíblemente común entre niños y adolescentes. Esta es un área importante en la que los padres y pediatras deberían enfocarse respecto a los esfuerzos de prevención”, dijo a El País.

Según un estudio de la revista British Medical Journal Global Health, el 23,8 % de los jóvenes que usan audífonos, lo hacen con intensidades elevadas y corren el riesgo de padecer sordera o daño auditivo.

Por otro lado, también existen ruidos que afectan en mayor medida a bebés y niños en edad escolar, y que la Academia Americana de Pediatría menciona en el informe. Estos son el ruido de fondo del televisor, principalmente a los más pequeños y, sobre todo, cuando es continua y supera las cuatro horas diarias.

“Es importante recordar que la exposición al ruido no solo comprende la intensidad, sino que también se debe considerar la duración y la frecuencia”, dijeron los autores en la investigación.

También, alertan a los gobiernos a que presten atención a los entornos académicos para que no haya ruidos intensos cerca.

“Una vez que te das cuenta de lo ruidosos que pueden ser los lugares supuestamente adecuados para niños, es difícil ignorar lo que tus propios oídos te están diciendo: demasiado alto, por favor baja el volumen”, aconsejó Reilly.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD