El rey británico Carlos III agradeció el fin de semana los mensajes de apoyo recibidos después de su diagnóstico de cáncer, en lo que fue su primera declaración desde que se hizo pública la noticia.
“Me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento por los numerosos mensajes de apoyo y buenos deseos que he recibido en los últimos días”, escribió el monarca de 75 años.
“Como todos los que han sufrido cáncer saben, estos pensamientos tan amables son el mayor consuelo y aliento”, añadió.
La nota fue publicada en la página web del rey y el perfil oficial de la familia real en la red social X.
Elogió a las organizaciones que apoyan a los pacientes con cáncer y sus familias en Reino Unido y el mundo.
“Mi admiración eterna por su cuidado incansable y dedicación es más grande por mi experiencia personal”, agregó el rey.
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A la par de esta declaración, se conoció que el rey Carlos regresó este martes a la capital británica desde su residencia campestre en Sandringham, donde había estado descansando después de iniciar la semana pasada su tratamiento contra un cáncer no especificado, informó el diario Vanguardia de España.
Según el medio de comunicación, Carlos III y la reina Camila fueron vistos llegando al Palacio de Buckingham en helicóptero, desde donde se trasladaron en automóvil a su cercana residencia de Clarence House, aunque el Palacio de Buckingham no emitió un comunicado oficial confirmando su regreso.
Apenas, el Palacio de Buckingham anunció el lunes 12 de febrero que Carlos fue diagnosticado con cáncer y comenzó un tratamiento, a la vez que tomó una pausa de sus deberes públicos, noticia que se conoce desde hace más de una semana.
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No se cree que Carlos tenga cáncer de próstata porque el Palacio indicó que durante su reciente tratamiento en el hospital por una hipertrofia benigna de próstata, “se detectó un problema concreto” y las pruebas subsecuentes identificaron “una forma de cáncer”, informó la agencia AFP.
El monarca Carlos tomó una pausa indefinida de sus deberes públicos mientras recibe atención, y permanece en la residencia campestre real de Sandringham, en el este de Inglaterra. Aún realiza algunas tareas administrativas y sostuvo su audiencia semanal con el primer ministro por teléfono.