Una afición que tiene Shirly Cabrera, desde niña, es coleccionar muñecas. Sin embargo, en la adolescencia perdió un poco el gusto y se olvidó de ellas. Cuando se convirtió en mamá esa pasión tuvo un nuevo aire y en la actualidad conserva cerca de 300 muñecas de todo tipo.
Antes de la pandemia se le despertó aún más el interés por las barbies y crearles elementos en miniaturas: utensilios de cocina, electrodomésticos, ropa, zapatos, comida. Ya en el confinamiento se le ocurrió la idea de hacer muñecas personalizadas, una habilidad que tenía escondida. En promedio crea una por día y las vende a través de redes sociales: tiene pedidos agendados hasta diciembre.
Esta sincelejana radicada en Bogotá e Ingeniera de Alimentos de profesión explicó que el proceso de elaboración de una “persona en miniatura” comienza con la compra de una muñeca que esté disponible en el mercado, ella lo que hace es personalizarla. Es decir, la convierte en una especie de boceto, le agrega los elementos diferenciales, pinta sobre ella. Lo hace con acuarelas y usa materiales para que la pintura no se riegue.
La famosa más reciente que replicó fue la artista Karol G: la hizo tal cual como se presentó en la pasada edición del Festival Coachella. La Bichota luce el vestido en denim, uñas maquilladas con los colores de Colombia, pelo azul aguamarina, botas hasta la rodilla.
Shirly dijo que ha recreado tantos personajes que perdió la cuenta. En la lista de pedidos de sus clientes están las versiones de Yina Calderón, Andrea Valdiri, Sara Uribe, Mr. Black, Ariana Grande, Nicki Minaj, Las Kardashian, entre otras.
En diciembre pasado le encargaron a las compañeras de trabajo más famosas de la televisión colombiana: el cuartel de las feas, de la telenovela “Yo soy Betty, la fea”. Era para una niña. “Cuando recibí el video con la entrega fue muy satisfactorio porque la niña pegó un salto, estaba muy feliz, y esas son las cosas que me llenan”.
Contó, además, que este tipo de adaptaciones las hace a partir de dos fotos: una de la cara del personaje que le permita observar cada detalle del rostro y otra del vestuario que lucirá la muñeca.
El tiempo de entrega es de dos meses, aproximadamente, después de que le cancelen la mitad de lo que cuesta la muñeca. La otra parte del dinero se le entrega una vez finaliza el proceso de elaboración.
“Todos los muñecos no valen lo mismo, porque hay unas facciones de las caras que son muy difíciles de lograr, entonces la cotización la hago después de ver la complejidad de la persona”. En promedio una muñeca de las que hace Shirly puede costar entre $360.000 y $1.000.000.
En la siguiente galería puede ver varias muñecas hechas por Shirly:
Aclaró que el precio de los muñecos que recrean hombres es más costoso en comparación a las mujeres, porque es “más difícil conseguir el molde de la cara, en el mercado hay muy pocos”.
También son más caras las que requieren un nivel superior de detalles en los vestidos: ahí le toca mandar a fabricarlos con un diseñador. Le han solicitado trajes de mariachi, uniformes del trabajo, vestidos de reinas. La de Karol G, por ejemplo, cuesta en promedio $800.000.
La creadora de estas muñecas dijo que este el auge de la gente por tener su propia versión en miniatura viene aumentando. “Yo lo que hago es recrear la personalidad desde la ropa, el cabello, los rasgos faciales, porque cuando pinto las caras en las muñecas de plástico lo que hago es plasmar cada detalle, dejarla casi como la persona real”, concluyó Shirly.