En mi trabajo, además, he tenido la experiencia de acompañar personas neurodivergentes. La neurodivergencia se refiere a cerebros que en su historia del desarrollo han sido cableados distintos, distintos a lo que se considera normativo, a lo que socialmente se considera típico. La neurodivergencia diverge de lo típico.
Dentro de la neurodivergencia está el autismo, la dislexia, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la discapacidad intelectual, entre otros. Formas en las que un cerebro se desarrolló y se cableó diferente, que por lo tanto aportan maneras propias de experimentar el mundo. Desde el procesamiento sensorial, el estilo de aprendizaje, las emociones, la atención, la forma de vincularse afectivamente y de comunicarse y el estilo cognitivo.
Respecto a lo que sucedió hace poco, que fue un boom mediático, porque el hermano del presidente Gustavo Petro dijo que ellos habían sido diagnosticados con síndrome de Asperger, más allá de que el síndrome de Asperger esté absolutamente en desuso y de toda la respuesta que tuvo mediática, pienso en lo que significa que una persona hable de un diagnóstico o de una identidad de otra persona, sin su permiso y usando una voz que no le pertenece, y cómo eso hace que la otra persona tenga que defenderse, tenga que hablar, tenga que justificarse, porque su voz ha sido tachada.
Quisiera, a partir de eso, resaltando la importancia de usar la propia voz, sirviéndome de mi experiencia como psicóloga, desmentir algunos asuntos que se han venido diciendo sobre el autismo:
1. El término de Asperger está en desuso, ahora hablamos de autismo, una persona es autista y según el DSM V (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) es un espectro que tiene tres niveles. Nunca se habla de que una persona es más autista que otra. Espectro significa que hay unas características que se presentan distintas en cada persona, por eso es un espectro, que se ve más circular que lineal. No hay alguien que sea más o menos autista.
Los niveles se refieren al nivel de apoyo que se requiere, entonces un nivel 1, trastorno del espectro del autismo nivel 1 ―que sería lo que antes se nombraba mal como Asperger―, son personas que requieren un nivel menor de apoyo, pero eso no significa que no requieran apoyo, o que en el ámbito social y sensorial no requieran un apoyo.
A veces se malentiende que los niveles de apoyo tienen que ver con la inteligencia. El cociente intelectual es algo distinto. O a veces se asume que los niveles tienen que ver con qué tan capaz o no es una persona, también es algo distinto. Cada persona es un universo que habrá que conocer para determinar, partiendo de su voz, cuáles son los apoyos que necesita.
2. El autismo no se padece porque no es una enfermedad, es un neurotipo. Neurotipo es cómo está cableado el cerebro. Hay muchos neurotipos. Uno puede decir que un cerebro no neurodivergente también es un neurotipo, pero hay otro que es el autismo. Es un neurotipo que está asociado a una condición de vida. El autismo es una condición de vida identitaria, cuando se puede configurar así, como un asunto que tiene que ver con la identidad, sé es autista. Lo que posibilita comprender el autismo con sus características y desde sus fortalezas.
Eso lo cambia todo para una persona, puede hacer que su autoconfianza, autoconcepto y salud mental se beneficien, que sean menos proclives a tener depresión o ansiedad, o a tener intentos de suicidio. Pues se dan cuenta de que comparten unas características de identidad social con otras personas. Ya no están solas, esas características las comparten, aunque impliquen ciertas dificultades en algunos asuntos de la vida, también son fortalezas y puntos de vista, de sentir y entender el mundo que aportan.
3. Otro mito que quisiera acuñar es el asunto de que una persona autista es soberbia por su forma de hablar respecto a lo que le apasiona. Las personas autistas tienen intereses profundos, temas en los que vuelcan toda su atención y por el funcionamiento monotrópico de la atención, o sea, una cosa a la vez por un solo canal, logran, como si fueran un buzo, bucear hasta el final de un tema que les guste muchísimo.
Puede ser cualquiera, puede ser algo que tenga que ver con biología, puede ser algo que tenga que ver con animales, puede ser algo que tenga que ver con maquillaje. Cualquier tema lo investigan hasta el final, entonces se vuelven expertos en ese tema, y como son personas que suelen ser honestas, muy honestas, que hay algunas metáforas y juegos sociales, como los dobles sentidos y los chistes que no comprenden de la misma manera que los neurotípicos porque tienen un estilo cognitivo más literal, entonces así también van a hablar, desde la honestidad, no desde el doble sentido.
Eso no significa que no puedan hacer metáforas, o que una persona autista no pueda ser poeta, por ejemplo, o escritora o comediante, claro que se puede, pero hay ciertos juegos sociales y chistes que si no los conocen, probablemente no los comprenderán de la misma forma o no les causarán gracia.
4. El último mito es el de la soledad. Asegurar que a las personas autistas les gusta estar solas, que son asociales, que no les interesa hacer vínculos. Son personas que aman y que quieren compartir con otros sus intereses profundos, aportar al mundo y hacer amigos. Solo tendríamos que poner en pausa el discurso interno, los prejuicios, lo que han dicho otros y escuchar. Escuchar sus voces.
Por último, quisiera recomendar algunas voces autistas para todas las personas que quieran aprender y que sientan, como yo, que el mundo entre más diverso más completo, profundo y habitable.
(@Laureniglesias)