Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertara sobre la muerte de 300 niños en países orientales y africanos, específicamente Indonesia, Gambia y Uzbekistán, y se abriera una investigación para determinar si las muertes estarían relacionadas a farmacéuticas que ofrecieron jarabes para la tos sin prescripción médica altamente contaminados de químicos tóxicos, se abrió el debate de si realmente estos jarabes son necesarios al momento de tratar ciertas enfermedades o virus.
La tos es un síntoma, un sonido repentino, forzado y seco para librar aire y despejar una irritación en la garganta o las vías respiratorias, pero ella en sí misma no es una enfermedad. Esto lo confirma el médico Mauricio Fernández Laverde pediatra de la IPS Holadr: “Los jarabes para la tos en niños no los deberíamos usar, la tos es un mecanismo de defensa ante las infecciones con el que limpiamos la vía aérea, es decir, la respiratoria”.
El médico hace énfasis en que la tos es realmente la manifestación de una enfermedad y lo que se debe hacer idealmente es tratar con medicamentos la causa que genera ese síntoma.
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Sin embargo, hace la aclaración de que hay situaciones en los que la tos es extremadamente molesta, por lo que recomienda abundantes líquidos como el agua para fluidificar las secreciones y remover sus restos de la vía respiratoria.
Para los niños mayores de 2 años recomienda medicamentos naturales que contienen miel o la misma miel pura. En Colombia hay jarabes que pueden tener este componente natural.
Respecto a la situación de salud internacional, el médico explica que en Colombia los jarabes aprobados por el Invima contienen componentes como el dextrometorfano y este no genera efectos adversos significativos.
“Hay otros jarabes en Colombia que tienen un componente llamado codeína que es un derivado de los opioides. Su uso es más delicado porque tiene más efectos adversos si se toma a dosis altas. Tampoco se recomienda actualmente en niños”, dice el médico.
