La iluminación, como un elemento necesario al momento de hablar y medir los factores que indican si un carro es seguro o no, se ha vuelto cada vez más importante para los fabricantes.
De la misma manera como evoluciona la tecnología de los motores, de las transmisiones, de las suspensiones, y en general de diversos componentes del carro, también las luces se desarrollan para lograr un objetivo primordial: ver y ser vistos por los diversos actores que están en la vía.
Si antes una buena luz en el carro se medía porque dejara ver hacia adelante varios metros, hoy este factor ya no es el único elemento que se tiene en cuenta por parte de los diseñadores y los ingenieros .
Según lo explica Juan Carlos Ovalle, ingeniero de electromecánica de Cesvi Colombia, hoy para controlar la distribución del haz de luz que generan las lámparas se recurre a diseños geométricos en el reflector fuente de luz. Así aparecen parábolas y elipses. Estas figuran pueden generar un aumento de 10 por ciento del alcance normal.
Luces que giran
Pero esto no es suficiente. Los carros no siempre están rodando en línea recta; en Colombia, en especial, son muchos los caminos que presentan trazados con muchas curvas, y en estos giros se puede perder algo de visibilidad.
Con las luces de giro algunas marcas buscan solución a esta falencia. Es una luz que se acciona a velocidades bajas (entre 40 y 50 kilómetros por hora) y que opera al captar un ángulo de giro del volante del carro.
“Todo esto permite eliminar zonas de penumbra en los giros cerrados como, por ejemplo, en los cruces o intersecciones viales, con un ángulo de giro de 65 grados y el haz logra hasta unos 30 metros de alcance.”
Un sistema un poco más evolucionado es el de los faros orientables, que funcionan a velocidades más altas y son útiles en carretera. Su operación se desarrolla en dos etapas. Primero aumenta la potencia para iluminar mejor la vía por la que rueda. Y cuando la velocidad supera los 110 kilómetros, también incrementa el alcance del haz de luz pero sin deslumbrar a los carros que vengan en sentido contrario, con el fin de evitar accidentes por pérdida de visibilidad de quien conduce.
“Los faros orientables o las luces activas, pueden bascular hacia el interior de la curva hasta un ángulo de 15°, de modo que iluminan mejor la calzada ganando de 20 a 30 metros de visibilidad. Esto funciona tanto con las luces de carretera como de cruce.”
Altura adaptable
Una de las dificultades que enfrentaban los diseñadores de carros era la desalineación de las luces cuando el carro estaba en ascenso, descenso o cargado. En estos casos la luz no cumplía bien su labor, porque siempre estaba orientada en una dirección fija.
Las luces adaptables de manera automática permiten que de acuerdo a la lectura que hagan sensores ubicados en las suspensiones del carro, se pueda subir o bajar el rayo de luz para no perder nunca la visión sobre la vía.
En carros premium, en los subsegmentos más altos del mercado, es posible encontrar elementos como cámaras infrarrojas que amplian el rango de alerta al circular especialmente en la noche. Iluminan la vía con luz ultravioleta y se capta a través de una cámara de rayos infrarrojos el calor corporal de algún peatón u otro ser vivo que esté en la vía, reflejándolo en una pantalla en el tablero o panorámico.