Manzanas, bananos, peras... y muchas más frutas con el primer mordisco, deben comerse en el menor tiempo posible, porque se oxidan rápidamente. Si ocurre esto, ¿es peligroso comerse la fruta oxidada?, ¿qué dicen los expertos?
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La Academia de Nutrición y Dietética de España, ha recopilado información sobre por qué ocurre esta respuesta química en las frutas y algunas claves para que no se oxiden tan pronto. Todo esto, con el apoyo del ingeniero agrónomo Alfonso Rojas, director del Departamento de Frutas y Verduras de Aldi.
¿Por qué ocurre? La piel de la fruta, la cáscara, protege la pulpa, que se encuentra llena de agua, vitaminas, minerales y compuestos fitoquímicos como los fenoles, que son sustancias oxidables.
Si se pela o se muerde, la barrera desaparece y la pulpa queda al descubierto y, cuando entra en contacto con el aire, esta se transforma cambiando de tonalidad.
Lo mismo ocurre si se corta, ya que se rompen los tejidos interiores que contienen esos fenoles y que son potencialmente oxidables.
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“Al entrar en contacto con el oxígeno del aire, las sustancias oxidables, como los compuestos fenólicos, se transforman en otras sustancias que adquieren de forma natural diferentes tonalidades que van del marrón al rojizo, o, incluso, negro”, dijo Alfonso Rojas.
El cambio o deterioro de la fruta varía, ya que los fenoles pueden estar en mayor o menor proporción, lo que hace que cambien sus colores en mayor o menor tiempo.
¿Es riesgoso para la salud?
La Academia de Nutrición y Dietética expresó que aunque las frutas oxidadas no se vean tan apetecibles por su color o textura, comerlas no representa ningún riesgo para la salud. Por lo que, se puede comer cualquier fruta oxidada y el valor nutritivo está casi que intacto.
Sin embargo, algunos tipos de frutas podrían verse afectadas con la oxidación en el contenido de nutrientes sensibles a la luz y el oxígeno como la vitamina C y los carotenos y también se pierden compuestos fenólicos.
¿Cómo prevenir la oxidación?
Aunque la oxidación es un proceso químico natural en las frutas y no representa ningún riesgo consumirlas en este estado, el experto entregó algunos consejos para prevenirlo.
1. Aplicar gotas de un ácido apto para consumo de alimentos sobre la superficie de la fruta pelada. Por ejemplo, limón, lima o vinagre.
“El jugo de los cítricos tiene un pH ácido que va a frenar ese proceso de oxidación”, señaló Rojas.
2. Se puede cubrir la fruta con plástico para evitar el contacto con el aire o guardarla en una bolsa con cierre hermético. Se debe sacar todo el aire del interior de la bolsa. “De lo contrario, se ralentizará, pero no se evitará por completo porque quedará oxígeno”, apuntó.
3. Dejar la fruta un par de minutos en remojo, ya que esta es capaz de crear una película que retrasa la oxidación. Pero hay que tener en cuenta que el contacto con el agua puede reducir los nutrientes.
4. Guardarla en la nevera en un recipiente hermético bien cerrado, ojalá que se ajuste al tamaño de la fruta, ya que menos espacio para aire habrá.
5. Congelar inmediatamente. Esto puede evitar la oxidación, pero se perderá la textura crujiente. Son frutas ideales para hacer batidos o purés.