El académico de número de Neurología de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) José A. Obeso ha advertido que actualmente “se lleva un estilo de vida pro-parkinsoniano por la costumbre, cada vez mayor, de realizar varias tareas simultáneamente, a lo que se suman el estrés y los malos hábitos”.
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Este neurólogo hace hincapié en la importancia de controlar todos los factores de riesgo cardiovascular, evitar al máximo el exceso de peso y pone especial énfasis en la necesidad de “realizar mucho ejercicio físico y cognitivo”.
El origen de la enfermedad de Parkinson aún se desconoce, pero se cree que es una combinación de factores genéticos, ambientales, el envejecimiento y el daño oxidativo. De ellos, “el que más pesa es sin duda el envejecimiento, ya que esta patología está relacionada directamente con la edad”, afirma el experto.
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Además, el neurólogo ha explicado que las manifestaciones más frecuentes son el temblor, la rigidez y la lentitud del movimiento porque “la pérdida de dopamina, un neurotransmisor clave en el cerebro, altera la actividad neuronal que sustenta la movilidad automática”.
Sin embargo, “la depresión es también muy frecuente en la enfermedad de Parkinson y se observan manifestaciones depresivas hasta en un 30 por ciento de los pacientes en la fase pre-diagnóstica”, revela este catedrático de Neurología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid.