x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

La igualdad de género tiene impactos en la salud de toda la población

  • En Colombia hay más de 7,1 millones de mujeres cuidadoras sin remuneración. Foto Getty.
    En Colombia hay más de 7,1 millones de mujeres cuidadoras sin remuneración. Foto Getty.
08 de marzo de 2024
bookmark

A mayor nivel de igualdad se observa una mejoría en indicadores como esperanza de vida, dice un estudio publicado en España

El nivel de igualdad de género de un país tiene consecuencias en la salud, independientemente de factores políticos y socioeconómicos, ya que, a mayor nivel de igualdad se observa una mejoría en indicadores como esperanza de vida o años de vida ajustados por discapacidad para toda la población y no solo para las mujeres, según revela el estudio ‘Determinantes Sociales de la Salud: abordaje desde la visión de la sociedad civil’, publicado por el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF).

Del estudio, que fue realizado en España, se pueden extraer algunas conclusiones genérales, por ejemplo, señala que los patrones clásicos de masculinidad, por los cuales ellos toman decisiones más perjudiciales para la salud, podrían explicar en parte este fenómeno.

Por otro lado, el rol de cuidador principal acarrea impactos directos en la salud y las mujeres son las que asumen en mayor medida este papel. Esto es así porque tradicionalmente la socialización de los hombres ha sido enfocada hacia la esfera pública, mientras que la de las mujeres se enfocaba hacia la privada. Para la mujer, ser cuidadora se ha percibido como una obligación moral, con presencia en el hogar.

El impacto en la salud para las mujeres es también indirecto y relacionado con el nivel socioeconómico. En el caso de España, el total de personas que han dejado su trabajo para ejercer cuidados no remunerados, solo un ocho por ciento eran hombres. En Colombia, según la encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Dane, ocho de cada 10 mujeres entre los 10 y 17 años de edad se dedican a trabajo doméstico o cuidado no remunerado en el país, además, en el país hay más de 7,1 millones de mujeres cuidadoras sin remuneración.

Asimismo, el sesgo de género en la salud comienza con la propia generación del conocimiento, es decir, en los ensayos clínicos, ya que las mujeres de entre 18 y 35 años no se suelen incluir por sus variaciones hormonales.

Los ensayos clínicos son el patrón de oro de la evidencia científica y, sin embargo, por motivos relacionados con el perfil hormonal de la mujer, incluyendo el periodo menstrual o la toma de anticonceptivos, pero también por mayores tasas de abandono de los ensayos, se ha tendido a excluir a las mujeres de estos estudios.

Paradójicamente, estos motivos no hacen, sino reforzar la necesidad de que las mujeres participen en estos ensayos.

Impacto de la violencia de género en la salud y el sistema de salud

Por otro lado, la violencia contra la mujer y los abusos sexuales también presentan diferentes consecuencias en la salud a corto, medio y largo plazo, incluso muchos años después de haber cesado el abuso. Existen problemas de salud inmediatos que se asocian rápidamente con la violencia física o sexual como fracturas, infecciones genito-urinarias, embarazos no deseados o muertes violentas.

Sin embargo, es relevante destacar que en la mayoría de los casos las agresiones sexuales, incluyendo las violaciones, no dejan daños físicos visibles en el momento. A largo plazo existen numerosos problemas de salud que se relacionan con la violencia contra la mujer y cuya conexión no es tan fácilmente detectable. Estas mujeres presentan mayor prevalencia de enfermedades que pueden estar infraestimadas, como patología gastrointestinal, dolores crónicos o pérdidas de memoria.

También se ve un incremento del riesgo en patologías que constituyen una importantísima carga de la morbimortalidad de los países con altos recursos, como el infarto o el ictus. Teniendo en cuenta cuestiones como raza, educación o ingresos, se observa que las víctimas tienen aproximadamente dos veces más riesgo que otras mujeres de padecer estas enfermedades. La salud mental en estas personas también es crítica, con mayor probabilidad de padecer ansiedad, depresión, problemas alimentarios o estrés postraumático.

Las repercusiones para el sistema sanitario son también notables a lo largo de la vida. Una mujer que haya sufrido violencia sexual hace un uso mucho más elevado de los servicios de urgencias; en el caso de visitas a consultas de salud mental, la proporción es de dos a tres veces superior con respecto a aquellas que no han sufrido violencia sexual.

El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD