Justo este viernes 1 de marzo sale al mercado el libro El amor contra el cáncer. La valiente e inspiradora historia de un paciente y su cuidadora, en el que hace un repaso detallado de los momentos que vivió, sufrió, lloró y río junto a su esposa y su familia.
“Cuando a mí me dicen que tengo cáncer, pues uno como periodista, como contador de historias, siempre está buscando, así esté quietico, así esté incapacitado, historias hasta en la piel”, contó el periodista en visita a EL COLOMBIANO.
Dice que el libro y su proceso, que documentó casi que día a día en redes sociales, fue una forma de “educar y visibilizar” sobre el cáncer. “Es una enfermedad que genera mucho temor, muchas veces por desconocimiento”.
Relata que el cáncer que padeció es muy raro, que le da a muy poquitas personas y de ahí la dificultad para tratarlo, porque no hay suficiente literatura científica para que los oncólogos sepan cómo lo deben trabajar y tratar.
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“Fue muy difícil y sobre todo porque estaba metido en una zona muy difícil para un cirujano que es el retroperitoneo. Es como el coco de los cirujanos. Entrar ahí es muy complicado. Es como el sótano del cuerpo humano y ahí se albergan muchos órganos. En el caso mío estaba atenazado al riñón, a la vena cava, al duodeno, al páncreas”, recuerda Guauque, que justo su regreso al periodismo fue una historia en Medellín, sobre la muerte y estafas a los turistas extranjeros.
No perder la fe
Dice que cuando una persona tiene sueños, en este caso escribir el libro, lo que está es prolongando la vida, y eso era lo que él necesitaba.
Sobre la estructura de El amor contra el cáncer cuenta que en el relato está acompañado de su esposa, que también es periodista. “En el libro vamos a encontrar la visión mía desde el paciente, que es la que uno suele encontrar en la mayoría de estos libros, pero también la visión del cuidador. Y para mí es fundamental lo que escribe Aleja (la esposa)”.
Sobre lo que narra en el texto dice que los que más le gustan son los momentos muy difíciles.
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“Detallo mis cirugías, me hicieron como seis, pero las dos principales, las más grandes, fueron cuando intentaron sacar el sarcoma. La primera, que duró diez horas, fue el 23 de enero y ese día no hubo éxito. La siguiente fue el 29 de mayo, donde sí lo pusieron extirpar, porque las quimios, gracias a Dios, funcionaron”.
El libro, que detalla día a día, lo que les estaba pasando, dice Guauque, no solamente le sirve al paciente oncológico, sino que le sirve a cualquier persona que esté sintiendo algún revés, alguna dificultad, la pérdida de un ser querido, la pérdida del empleo.
Sobre las lecciones que le dejó este proceso, dice que lo primero, aunque resulte obvio, es que la salud es lo principal. “Entender que el segundo tesoro es su familia como motor de salvación. Yo sin ellos no hubiera salido adelante”.
Reconoce que por momentos, a la hora de releer el libro, siente que exageró contando muchas intimidades.
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“Me ha dado hasta un poquito de pena. Creo que me voy a ruborizar cuando la gente lo lea, porque cuento lo que realmente es sufrir cáncer, qué es tener cáncer, qué son los dolores que uno tiene. Hasta las cosas íntimas y hasta medio escatológicas. Se van a poner en los zapatos de Diego, se va a poner en los zapatos de Aleja”.
Dice que todos los días anotaba en su bloc de notas lo que iba pasando, las visitas, lo que decían los médicos, lo que sentía y posteriormente con tofos esos datos se sentó sobre el computador a construir un relato.
El amor contra el cáncer. La valiente e inspiradora historia de un paciente y su cuidadora está de venta desde 1 de marzo en librerías y desde la otra semana “vamos a poblar los supermercados. Para mí, el público del supermercado es vital”, dice el periodista.
Tras este proceso de reincorporación laboral, que lo está haciendo poco a poco, con varias restricciones médicas, también cambiaron los hábitos de vida, que pese a que siempre fueron muy buenos y eso ayudó mucho en su recuperación, ahora sin más estrictos, en especial en el bienestar emocional.