La segunda familia que las personas tienen son los compañeros de trabajo. Con ellos se comparte mucho tiempo, alrededor de 8 a 9 horas al día. Esto es más, incluso, de lo que se comparte con padres, esposos e hijos.
El ritmo de vida que se tiene actualmente ha hecho que en un día las actividades de una persona promedio con trabajo de oficina, muchas de sus actividades giren en torno al trabajo y haya poco tiempo de conversar o desahogarse.
De ahí que hayan surgido conceptos como el “burnout”, que traduce como agotamiento laboral que produce estrés. Por esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo declaró en los años 2000 un factor de riesgo laboral que afecta la calidad de vida, la salud mental y pone en riesgo la vida de las personas.
Es por este estrés, o problemas personales que también afectan el desempeño laboral, que sus compañeros de trabajo o usted mismo pueden experimentar sensaciones de tristeza o ansiedad y estar decaídos, y es importante expresárselo a alguien o escuchar al otro.
“Las relaciones cercanas en el trabajo son importantes. Esto permite un ambiente más saludable. Esté dispuesto a escuchar a sus compañeros para que empiecen a percibirlo como un soporte emocional en momentos difíciles que se relacionen con estrés laboral o problemas personales”, dice Jorge Mario Rubio, psicólogo y docente de la Universidad de Antioquia.
Aquí le traemos unos consejos de especialistas para que aprenda a manejar estas situaciones de riesgo que comprometen la salud mental.
Los expertos hablan
Lo primero es que aprenda a identificar los cambios en la conducta de sus compañeros: si cambia de rutinas, disminuye el desempeño laboral, si se irrita fácilmente o no hace las actividades que solía hacer antes esté alerta porque algo podría estar sucediendo. Allí lo más recomendable es invitarlo a un café o a caminar un rato como una pausa activa.
Para Melisa Parra Muñoz, psicóloga de la Universidad CES, conversar con un compañero sobre sus emociones puede generar un sentimiento de tranquilidad. No es lo mismo recibir ayuda de parte de un psicólogo que de un colega y que surja por una conversación mientras van por el algo, por ejemplo. Es algo más íntimo. “El consejo puede ser más fácil de recibir que el de un directivo o incluso un profesional de la salud. Lo que promovemos desde la psicología es que en los ambientes laborales haya un entorno cercano y consciente”, manifiesta la psicóloga Parra.
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Es importante destacar que a veces, aunque esté dispuesto a escuchar, ellos no querrán abrirse y contarle sus problemas. Eso también se debe respetar porque puede generar molestia o más estrés.
“Hay momentos en los que las personas quieren estar en introspección. Si alguien se encuentra mal, hágale saber que está ahí por si necesita hablar pero no invada su espacio”, agrega el psicólogo Jorge Mario.
Tampoco invalide las emociones de los demás al decir que lo que siente “no es nada”, si para esa persona es importante y le duele, debe escucharlo para que se abra más fácilmente a contarlo.