Cuando la gente visite Canelo, Julián y Gabriel quieren que se tomen un café de la región, del occidente antioqueño.
Gabriel Jaime Mazo Correa y Julián Darío Cardona Restrepo nacieron y crecieron en el municipio de Cañasgordas, en el occidente de Antioquia. Al terminar sus estudios de bachillerato cada uno tomó un rumbo distinto. Gabriel vino a Medellín a estudiar comunicación social en la Fundación Universitaria Luis Amigó, y Julián ingresó al pregrado en ingeniería agropecuaria de la seccional de occidente de la Universidad de Antioquia, en Santa Fe de Antioquia.
Después de graduarse de la universidad, Gabriel pasó el tiempo entre las cámaras de Teleantioquia, como director de programa y documentalista. Fue ahí que, según él, “les puso el lente a los emprendedores del departamento”, y quiso estar en la posición de sus entrevistados.
“Me di a la tarea de emprender, pero no propiamente en el audiovisual”. Según Gabriel, la génesis del proyecto, al que llamó Hecho en Cañas, era congregar los productores locales y visibilizarlos, igual que sus productos. Entre ellos estaba Café Canelo, una creación de Julián y su familia.
Julián nació entre cafetales, así lo asegura. Fue en El Porvenir, la finca de sus padres, en la vereda El Canelo de Cañasgordas que se empezó a involucrar en los procesos de cultivo del grano. Allí, relata Julián, la mayoría de los habitantes son agricultores, campesinos como sus padres dedicados al café.
Cuando ambos se contactaron, Julián y Gabriel, gracias a Hecho en Cañas, Julián sacaba café en bolsas para venderlo en el municipio, a conocidos y a visitantes, durante los espacios en los que Gabriel reunía a los productores locales como parte de su proyecto.
Fue la buena calidad del café Canelo lo que motivo a ambos jóvenes a mediados de 2016 a pensar en otro proyecto. Según Julián, el café que sale de El Porvenir es excelso, de calidad exportación. Entre ambos hubo empatía, y además los unía su tierra, el deseo de crecer y de llevar, ahí mismo en occidente, bebidas hechas con café, distintas, según cuentan, al tiento de 500 pesos que podía tomarse en cualquier tienda o cafetería del occidente antioqueño.
Después de ese arranque decidieron hacer un curso en preparación de bebidas a base de café que estaba brindando la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, a través del Sena. Fueron 40 horas en las que tuvieron, dicen, la fortuna de encontrarse con el barista Alexander Medina que, según cuenta Gabriel, vio en ellos “el arrojo de dos ‘pelaos’ de región con potencial y queriendo sacar adelante un producto”.
De esa forma, y después de un entrenamiento de tres meses “tipo Master Chef”, aprendieron a realizar distintas preparaciones y por medio de otras alianzas para la pastelería, el tres de diciembre nació el Café Canelo en el Hotel Mariscal Robledo en Santa Fe de Antioquia. Por lo que también se sienten bastante agradecidos con “Don Alonso”, dueño y administrador del hotel en esa población.
Ahora lo que esperan es que su tienda de Café, Canelo, sea un referente en Occidente, un trabajo que ha sido maratónico desde que empezaron, un proyecto que espera “vender región” y tener otros orígenes desprendiendo su olor en Santa Fe. de Antioquia.